Capítulo 6- Ruptura

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Ya me sabía la dirección de Axel aunque solo fui una vez. Era allí donde se había citado con Tina.
Se sentía extraño volver a usar la ropa luego de que el mismo me había dicho que no le gustaba ni gustaría.

Toqué la puerta en cuanto me sentí lista, suspiré cuando abrió la puerta Loren. Se supone que nadie me reconocía con el disfraz de gótica, pero la rubia fue diferente, me observó de arriba abajo y se echó a reír.

—¿Qué carajos te pasó? —preguntó, luego pareció recordar algo—. Espera ¿Se supone que eres la chica que viene por Axel?

Intenté ocultar un poco mi rostro, pero sabía que ella me había reconocido.

—No sé de qué hablas —extendí la mano—. Soy Tina.

La risa desapareció de su rostro.

—Esto tiene que ser una broma, Dorotea, sé que eres tú, ¿En serio Axel cree que eres alguien más? —se cruzó de brazos.

Dejé caer mis hombros, no podía engañarla, todo se estaba yendo a la mierda.

—Sé que no tenemos la mejor relación... Pero por favor no me delates, Axel no sabe y es seguro que me odiara si se entera —Rogué.

Loren se dio la vuelta y llamó a Axel.

—Yo no le diré nada, tú lo harás y si esto pasa de hoy le diré yo.

Se alejó murmurando cosas.

Mi teatro se había caído, tenía que decirle a Axel la verdad, pero ¿Cómo? Me di la vuelta, quizás si me iba, le podría decir por mensaje que no lo vería más y Tina desaparecía por siempre.

—Llegaste rápido —su voz me hizo saltar.

Ya no tenía otra opción, aun así podía desaparecer, despedirme y pedirle disculpas por acosarlo. Estaba en pánico, eso era seguro. No quería perderlo.

—Sí...

Se veía nervioso, ¿Se había decidido por esta versión de mí después de pasar la noche con Tea? De alguna manera eso me dolió más.

—Te cité porque quería hablar contigo, ¿Salimos a fuera? —cerró la puerta tras de sí.

Las manos me sudaban y estaba a la expectativa de lo que quería decir.
Se sentó en la acera y yo hice lo mismo.

—Aunque ya te había dejado en claro que no me gustabas... Creo que sí, si me gustas.

Mi corazón cayó a mis pies. Me dolió, había pasado la noche conmigo y le gustaba Tina... Supongo que había visto algo en mi rostro que le dio a entender lo confundida que estaba.

—Déjame terminar —Tomó mi mano que estaba fría—. Al principio no lo noté y me caía mal la chica de la fiesta de disfraces —Se rio— Ese día te veías muy hermosa, sin embargo. Pero ¿A quién piensas que engañas Tea?

Me quedé en shock, mi cerebro entraba en pánico, pero mi cuerpo no reaccionaba.

—Lo sé desde ayer. No controlas tus tics nerviosos en ninguno de las dos versiones.

—¿No estás molesto? — susurré.

Llevó su mano a mi mejilla.

—Por un momento lo estuve y admito que no entiendo por qué lo hiciste, pero quería escucharte primero antes de decidir algo.

Tragué saliva. Explicar. No me podía explicar yo misma lo que estaba haciendo.

—Solo... No quería ser yo.

Era lo más sincero que había dicho en años y no solamente por él, lo decía sinceramente.

—Es decir ¿A quién le gustaría mi verdadero yo? La chica malcriada que maltrata a medio mundo... Ya no quiero ser ella —Cubrí mi rostro.

¡Ayuda! me obsesione con el nerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora