De Mi Dualidad y Sus Dolores

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Muchacho, te acompaño desde que estás en cama apunto de despertar con la luz del sol en negro

Tu alma requiere de hacer sonar la música de la desesperación para recordar porque tu odio te impulsa a ignorar tu cansancio

Sé que dejas de lado al ceso para que entregues tu vida a tu potencial ocasionando que algunos días se sientan muy compactos

¿Muy suave verdad?

Me concedo la razón y es más, a nadie realmente le importa. Así que conversemos.

¿Te acuerdas cuando pateaste por primera vez un saco? La primera patada con el pie desnudo te hizo dar un dolor tremendo, pero ese dolor tremendo sabías que con las próximas patadas te sería ajeno porque de ese dolor con tus puños conoces a una más grande. Pateaste por segunda vez, dolió. PATEASTE MÁS FUERTE LA 3RA VEZ, DOLIÓ... patea patea patea, golpea. El dolor era el mismo, por lo que la tragedia dejó de ser tragedia para ser aburrida e imperceptible.

Si, lo recuerdo muy bien. Luego de entrenar tenía los pies entumecidos con el cuerpo destrozado siendo mi voluntad la que nunca me dejaría caer hasta llegar donde si que podría caer, seguí el trayecto con los dolores en mi cuerpo con una gran determinación al próximo entrenamiento y mientras mi cuerpo destrozado andaba. Este mismo se encontró un poste rocoso y con mucha más fuerza lo pateé, la velocidad fue brutal y el sonido del choque bestial. Cuando llegué a mi hogar creí que mis padres comprenderían de mi sanguinario esfuerzo, pero luego cuando miré todo lo que me quedaba por hacer recordé que a mi padre mi sufrimiento no le interesa. Me había reventado tanto que no lo pensé dos veces y en esos instantes de pensamientos comprendí que las cosas que tengo que hacer las tenía que hacer a sangre fría, tenía los pies muy adoloridos y mis ganas de llorar eran abismales. Pero mi odio es más grande jaja. Me sentí muy feliz de mi grandeza porque aquello para mí solo era como otra repetición más, solo una más me decía y así lo puse en práctica con tras miles de cosas. Esa forma de maltrato hacia mí hizo que mi individuo se supere en carácter llevándolo a niveles de tensión muy elevadas y cuando más creo que estoy en la mierda, es ahí cuando tengo que afrontar la mierda para conocer como es sentir ese nuevo nivel de devastación y así en la próxima darme razones de que hice estando mucho peor. Por ende el sufrimiento antes conocido ya no es nada.

¿No crees que sería un gran error continuar así? No parece que tengas hacia ti ninguna gratitud como de ninguna buena virtud, no pareces feliz.

Dudo de comprendas de mi grandeza bastante demostrada en ese pequeño acto porque a diferencia de otros yo trabajo mil veces más que otros en todo sentido, tengo que estar convencido de ello y no solo eso. De demostrarlo es necesidad. Y sobre mi gratitud aunque no creas yo conmigo estoy muy grato, me agradezco de ahora ser mucho más capaz de mucho más hasta de cosas que nunca creí hacer a tales puntos de la mierda en su máxima expresión. La mierda normal de otros para mí es como estar en el paraíso, me la paso divertido y bastante tranquilo. Y muy cierto, no confundas la descripción de sobre donde vino la fuerza de mi determinación como el trayecto del método ahora reconocido de mi nuevo destino. Y esta dicha para mí, me parece ser una de la más grandes virtudes porque no hay más buena virtud que de la que nadie tiene infundada. Todas las virtudes comunes, no deberían ser consideradas virtudes y en cambio habrían de ser consideradas solo por parte de lo común. 

¿Y sobre tu felicidad?

Uhmmm ¿Cómo te lo explico? Yo desde que cumplí los 12 me topé con la filosofía pareciendo paraíso escuchándolo con las vendas, pero cuando esta misma me las quitó de mis ojos solo pude observar la manifestación de un inmenso desierto. ¿Qué quiero decir con esto? Con lo pronunciado quiero que sepas que ahora me he inventado más ojos que quien sea para observar lo que nadie mas examina,  es decir, de la vida misma a los 13 le busqué algún sentido o alguna razón. En ese mismo sentido la cuestión frente al sentido mismo me lo quitó, aquella pregunta me quitó mi sentido de vida porque en función de cuestionármela me la quité sin estar verdaderamente consciente de que por inciertas razones el sentido de la vida ya la tenía. Ninguna palabra y ningún hecho tiene un sentido propio si no hay un ser con sentido para darle alguna subjetividad. De esta manera cuenta me di que creí saber de lo que ciertamente nunca supe, por lo que no quedó de otra que explorar de mi desierto. En aquellos años llegué al error del suicidio, 3 intentos y 3 fracasos. Pero yo no me quería suicidar por depresión o tristeza ni esas cosas raras, yo entonces pensaba que ya no tenía más nada que hacer en un mundo que de sentido y de un intelectualismo abismal carece. Quería conocer el mundo de los que viven o no existen más allá del a muerte.  

Oye, pero ¿Qué tiene que ver esto con tu felicidad?

Quizá de momento lo dicho no te parezca concluyente, pero yo busco en cada grandeza su excelencia y asimismo con la felicidad. Por lo que en esos dos años que estuve al borde del sin sentido y del suicidio por un nuevo conocimiento prometido, llegué al punto de sentir nada a sentirme mal por no sentir nada. De modo que quise regresar a mi mediocre inocencia analizando detalladamente qué sucedería de mi inteligencia a costo de ello, no me importó el costo una vez pensado y volví a sentirme pobre. Cuenta me di con más años disfrutando de esa pseudo-inocencia tratando de evitar a los pensamientos de que atrás nunca más se vuelve, como el tiempo todo es así que si crees que atrás te estás quedando te mientes. Avanzas siendo la misma webada y es ahí donde pierdes. Por esto último puse en marcha a rememorar mi memoria hervida de saberes, me quemé tanto que ya no podría volver a herirme en sus sensaciones y es ahí cuando algo nuevo descubrí. Si todo es una mierda consciente estoy que a veces no puedo cambiar su maniobra, pero si el sentir de ella. Ahí fue donde aprendí a vivir con el alma muerta, a sonreír con la tristeza presente y que ser feliz no es más distinto de mi infelicidad que de ella fue que aprendí a conocer la real felicidad.

¿De qué están hechas tus venas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora