Dámelo, dame lo que quiero

Un don tenebroso. Los Omegas Min

— El Omega Park contrajo matrimonio con los Jeon de Busan. En aquellos tiempos habían tres omegas poderosos con dones excepcionales, Jung Hoseok, Park Jimin y Kim Dongpyo, nuestra manada Min se enlazó a la descendencia del Hijo de Park Jimin y la hija de Jung Hoseok. .  Así que por siglos nuestros Omegas y Alfas han nacido con dones excepcionales. — Contaba Min Hee-Seok a sus tres pequeños Omegas y al bebé Soobin de dos años. Los cuatro veían a su madre con aquellos ojos emocionados y llenos de curiosidad, lo cual animaba a su madre a seguir con los relatos. — Estos tres Omegas vivieron tiempos Oscuros, pero nadie sabía el don de Jimin hasta que le contó a Hoseok de como sus ojos se transformaban en púrpuras y podía hacer desangrarar a sus enemigos. Pero no le hacían daño a los que amaba y Jimin era tan puro que no odiaba a nadie, excepto cuando alguien lastima a quien amaba. Hoseok era el más poderoso y de quién heredamos la fortaleza contra cualquier Alfa, excepto a quien amamos y que este sea un Alfa puro, el don de la sanación rápida y de Dongpyo el don de controlar a los Alfas.

— ¡Mamá! Yo quiero ese don...

— SeokJin todos los Jung lo tienen, como yo. Ustedes también lo tendrán.

— Yo quiero el don de Jimin para acabar con los criminales. — dijo Jimin mientras hacía movimientos de Judo. Pero su madre ya sabía el Don que despertaría en su hijo, pues ya se le veía un fragmento de este.

Hee vio a Hoseok quien jugaba con Soobin, sus ojos desde siempre habían Sido tan puros que suponían que su don sería algo hermoso.  SeokJin sabían que tendría el don de la visión pues había adivinado cada uno de los partos de ellos algo sencillo, pero con el tiempo serían visiones más claras. Hoseok sonreía estando al lado de Soobin quien parecía siempre querer estar a su lado y cuidarlo, pese a solo tener dos añitos. Hoseok se quedó fijo en las mejillas de su hermanito y  preguntó. — Madre ¿Cuál es el don de los susurros?

Hee se tensó al escuchar aquellas palabras de su hijo, dejó el libro a un lado, se levantó de la cama  y se acercó a él tomándolo en brazos, sus hijos se sorprendieron al ver así a su mamá. Soobin sollozó al ser alejado de Hoseok y Jimin lo tomó en brazos.

— Dime ¿Cómo sabes de eso? ¿Has escuchado algo?— dijo viendo a Hoseok con horror, este se sintió cohibido y asustado, empezó a soltar su aroma temeroso y en ese instante su padre entró a la habitación mostrando una sonrisa que se fue al ver la escena corrió a tomar a Hoseok en brazos y este se aferró a él. Hee empezó a llorar al ver su reacción.

— ¡Lo siento mami, lo siento! ¡No te enojes conmigo! ¡Perdón, perdón!

— ¿Qué te pasa? Bebé no llores. Hee ¡Responde!— dijo Yoongi molesto creyendo que su esposa había Sido poseída por un ser maligno. Soobin se acercó a su padre y este comprendió que necesitaba de Hoseok. Hoseok vio a su hermanito, pidió ser puesto en el piso  y dejó de llorar. Lo abrazó y luego se sentó junto a él. — Responde, amor.

— Lo siento, Hobi. Solo me asusté.─ Dijo Hee-Seok sintiéndose mal por asustar a su hijo. ─ Yo debo disculparme contigo por asustarte. ─ Jimin y SeokJin estaban preocupados, pero Jimin fue quien le respondió a su madre. 

— Hoseok leyó aquel libro, supongo que por eso preguntó. Sabes que es muy independiente padre.─ dijo viendo a Yoongi, Hee levantó la mirada hacia donde estaban los estantes con libros que ella leía. 

— Los susurros tenebrosos, un don que podía incluso terminar con la vida de su portador.─ Respondió Yoongi. SeokJin de diez años, Hoseok de ocho, Jimin de seis y Soobin de dos, siguieron a su padre a un sofá que estaba en la habitación, se sentaron y como siempre Soobin sobre Hoseok. ─ Ese don fue algo que sorprendió a todos los de la manada, cuando Kim Siyoung se casó con una Omega de la aldea Jung decidió tomar el apellido Jung para su primer hijo, su padre Kim Hoseok le visitó cuando su padre le visitó este pequeño que llevaba el nombre de su abuelo tenía cinco años. El niño decía que podía escuchar susurros que le hacían hacer cosas malas.