Cap42: El Puño y Maña en combate.

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                                                                Narrador



En el famoso Hotel, el sol salía para dar comienzo el día antes de los siguientes enfrentamientos del convento. Yalena fue la primera en percibir sus sentidos, parpadeando seguidamente mientras inclinaría la cadera lentamente, se relamió la boca por la sequedad y levantó las orejitas para después desviar la mirada, sus ojos interceptaron a Raúl enredando cariñosamente su extremidad mientras dormía plácidamente. Su sorpresa la llevó a tumbarse nuevamente, llevando colgada una alocada sonrisa. Continuo viendo yacer al Primate, su picardía empezó a manifestarse al no aguantar la ternura y vulnerabilidad de Raúl cuando dormía, acercándose a la cabeza para lamer lasciva sus mejillas, provocando que su novio temblara, pero no retuvo su juego, hasta finalmente abrir los párpados, fijándose a la desenfocada Yalena que iba tomando foco en su vista.

Raúl: B-buenos... diahs. (Sacando al proceso un largo bostezo que lo llevo a enterarse de los besos de su novia.)

Quito un brazo y toco la zona mojada, tanteando con pequeños toques, pero no dio tiempo en analizar mas ya que su amada se lanzo a su boca, se oyeron varios gemidos y ruidos de sus lenguas jugar, en segundos la Loba Azulada rompió el beso, llevándose consigo de manera provocante. 

Yalena: ¿Dormiste bien? (Cuestiono la Pokémon atrapando a Raúl del cuello en un sugerente y provocante abrazo.)

Sonrió cálidamente al saber que no estaba en ningún tipo de sueño por esta peculiar mañana.

Raúl: Jamás dormí tan bien en una noche, además que tus caricias me hierva el cuerpo. (Confeso el siguiendo los deseos de Yali en provocarla.)

Ella procede en restregar su pecho contra el de Infernape respondiendo de cierta forma a su comentario, su cara en parte lo decía. 

Yalena: Hah, eres de tipo fuego tonto, ¿Abrasarte te molesta? (Pregunto Yali atrayéndolo hasta muy cerca del otro sin llegar a un beso.)

Al hacerlo pudo ver que su pareja emanaba un cálido calor de su cuerpo, haciendo que el pelaje se erizara. 

Raúl: No me molesta, me hace sentirme vivo. (Respondió el Mono Flameante acercándose para morder y estirar juguetonamente el labio de su pareja.)

La Loba desplazó sus extremidades a los hombros de su amante para poderlo complacer masajeando sus protuberancias doradas. El placer vino solo a su mente, sintiendo varios cosquilleos interiores que provocaron que Raúl dejara lo que hacía y se fuera contra la boca de Yalena en un beso. Ambos refunfuñaron sensualmente durante el morreo hasta finalmente lo rompieron lentamente, teniendo los ojos brillosos mirándose fijamente.  

Yalena: Estas mas atrevido de lo usual, sigue. (Provoco ella picara desplazando ahora las garras al pecho de Raúl.)

Inesperadamente fue detenido por Raúl que tomo sus muñecas nerviosamente. 

Raúl: Me gustaría ducharme antes de seguir con la batallita, espérame para seguir. (Ideo Raúl desplazándose con unos giros para poder sentarse.)

Se oyó un refunfuño por parte de su pareja que levanto la boca, mostrando los filosos colmillos molesta por el educado rechazo de Raúl, entiende que no llevan un día y han demostrado mucho afecto en poco tiempo, pero sus hormonas pedían hacérselo suyo sin importar el momento, esta en celo. Los pasos se oían en el habitáculo, el Simio empujo la puerta y entro al baño sin haber echado el ojo a su novia que observa todo lo que hacia con las manos puestas a sus mejillas.

Reencarnando en un Chimchar (Rescribiendo 2.0)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora