Darling... | Steve Harrington

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"Con tal de estar a tu lado..."

________ Byers

Mis ojos comenzaron a doler, el causante era el sol que entraba por la gran terraza de la cabaña, los abrí y miré todo detenidamente, me senté sobre la cama y me miré el cuerpo, tenía puesta sobre mi una gran playera de hombre, escuché un ruido y voltee para encontrarme a un Steve saliendo del baño con una toalla en la cintura.

- Oh, ya despertaste, buenos días, linda. - Steve volteo a verme y empezó a caminar hacia donde yo estaba.

- Buenos días. - Solté una sonrisa y beso mis labios.

- Es hora de que vayas al baño y tomes una ducha para desayunar porque lamentablemente es martes.

- Aghhh, ¿Es necesario ir? - Steve asintió. - ¿Y no sería mejor que nos quedaremos aquí? - Sonreí y tome su mano para hacer un pequeño puchero, Steve rio y se sentó por un lado de mí.

- Créeme que me encantaría, pero tenemos que ir porque tienes que regresar con tu familia, acuérdate que Danielle mintió solo para que estuviéramos juntos. - Sonreí y lo abracé, beso mi frente y me levanté para caminar al baño...

Comencé a bañarme para después de 15 minutos salir, me miré al espejo y recordé que no tenía nada de ropa, abrí un poco la puerta del baño y miré a Steve que se estaba terminando de arreglar...

- Amm... Steve. - Me miró. - Te recuerdo que no tengo ropa limpia... - Caminó hacia un lado de la cama y tomo una pequeña mochila entre sus manos, era la mochila que usaba cuando salía al centro comercial con Eddie.

- Lo bueno, es que tienes una mejor amiga que piensa en todo y que nos apoya, entonces le tenemos que agradecer a Danielle. - Me entregó la pequeña mochila y me sonrió.

- Gracias. - Le sonreí y cerré la puerta del baño, tomé la mochila y la puse encima de una pequeña mesa donde había productos personales.

La abrí y lo primero que miré fue una pequeña nota.

"Espero que te la hayas pasado de lo mejor, señora de Harrington - Reí sutilmente - Te puse en la mochila ropa que normalmente te pones y el perfume que te regaló Eddie que casi siempre lo usas. Te espero en mi casa, y ojalá que hayan usado condón, no quiero sobrinos todavía, te amo, guapa.

Atte: El amor de tu vida, Danielle."

Reí y guardé la nota detrás de mi celular, ya tenía algunas cartas ahí, creo que cambiaré el lugar de donde están porque algún día de estos mi celular ya no soportará tantas cartas. Saque la ropa y era mi queridísima sudadera de Nirvana, estaba mi pantalón holgado y mis Vans negros, junto con mi ropa interior, me coloqué rápidamente todo, saque mi perfume y me apliqué sin exagerar, cepille mi cabello y salí del baño. No miré a Steve así que salí de la habitación y lo miré que estaba de espaldas revisando su celular.

- Volví. - Dije y lo abracé por la espalda, volteo y dejó su celular en el sofá para después abrazarme.

- Está listo el desayuno, no soy el mejor cocinando pero hice mi mejor esfuerzo... - Tomó mis mejillas entre sus manos y beso mis labios, caminamos hacía el comedor y miré la elegante mesa con dos platos con waffles y fresas, lo acompañaba un café que se notaba que estaba algo caliente porque se alcanzaba a mirar un poco el humo que salía.