Darling... | Steve Harrington

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"Un verdadero ángel..."

Steve Harrington

Sentía un ligero peso en mi pecho, abrí los ojos y ví ese lindo cabello marrón casi negro... Era ______, mi querida ______, dormía profundamente, alcanzaba a escuchar su tranquila respiración. Me sentía mal por ella, había estado tendiendo demasiados problemas; me preocupaba, y Danielle me dijo que no había descansado bien... Estaba nervioso, lo admito, Hopper me intimidaba un poco pero yo no lo demostraba, me sentía tranquilo al saber que nos apoyaba... Joyce es quién me preocupa, ______ no dejó de llorar en toda la noche al no sentir el apoyo de su madre. Quizá la entiendo, su hija le dijo que está en una relación con una persona 10 años mayor que ella... Ahora mi pregunta es, ¿Le diremos la verdad de cómo nos conocimos? ¿Le contaremos que yo soy el profesor de inglés y ella mi alumna...? Carajo, tendré que hablar de ésto con ______...

_______ Byers

Abrí mis ojos poco a poco, sentí una mano sobre mi cabello, voltee y miré a Steve, soltó una sonrisa y yo hice lo mismo, me acerque y dejé un beso en sus labios...

- Buenos días, darling... - Habló con una voz algo ronca, lo que ocasionó que me pusiera un poco nerviosa...

- Buenos días... - Contesté.

49 minutos después...

Me terminé de arreglar, me coloqué una playera de Steve, junto con un short negro y mis sandalias, Steve tenía puesto lo mismo pero su short era suelto... Salimos en dirección al pasillo, reíamos de las cosas que decía hasta que Steve habló.

- Oh, darling, iré por algo a mi oficina, si quieres ve llendo a la cocina. - Dejó un beso en mi cabeza y yo asentí, comencé a caminar a la cocina; llegué y ahí estaba la señora Catalina.

- Buenos días, señora Catalina. - Sonreí amablemente y la miré.

- Buenos días, mi niña, ¿Cómo amaneció? - Me sonrió.

- Muy bien, ¿Y usted? - Dije con una sonrisa tomando asiento en la isla de la cocina.

- Quisiera decir que bien, hija, pero no es así... - Su sonrisa se borró y yo la miré preocupada.

- ¿Está bien? Me puede contar lo que sucede si usted gusta... - Me acerqué a ella.

- Ay, hija, he tenido muchos problemas... Mi hijo mayor acaba de enfermar, está en el hospital y al parecer es de alto riesgo su operación, está en el hospital Stwarth Franklin... - Se desanimo y bajó la cabeza...

- ¿Y por qué vino, señora Catalina? Él ahora lo necesita mucho... - La miré y ella suspiró.

- Porque necesito el dinero, mi niña, la operación es cara y si no se la aplican puede empeorar... - Sus manos temblaron un poco y yo solo la abracé, escuché unos sollozos en mi hombro, sentía que mi corazón se hacía cada vez más chiquito...

- ¿Sabe qué? Tranquila, vaya con su hijo, yo le diré a Steve que le dé un aumento, sé que su hijo la necesita... - Ella me miró con un toque de ilusión y negó con la cabeza.