— ¿Entonces después se le pone encima trozos de chocolate? — Pregunté viendo a la señora Catalina cocinar en pastel favorito de mi novio.
— Sí, hija. Es todo. — Me dió una cálida sonrisa para después entregarme un trozo de ese pastel del que tenía antojo desde ayer que me contó que lo haría.
— ¡Dios mío, es delicioso! — Exclamé comiendo un pequeño pedazo.
— Eso mismo me dice el niño Steve... — Dijo con una sonrisa.
— Oh... Me tengo que ir, nana, Steve me dijo que fuera a su estudio.
— Claro, hija, aquí te guardaré más pastel porque si lo encuentra éste niño querrá comérselo todo. — Reí por el tono de voz que utilizó.
Dejé un beso en su mejilla y caminé hacia el estudio de mi novio... Desde que venía seguido a casa de Steve, yo y la señora Catalina nos habíamos hecho muy cercanas, ella me enseñaba a cocinar un poco más, me daba consejos, me ayudaba en todo, si tenía mucha presión ella me cuidaba; éramos como un mamá e hija.
Llegué al estudio de mi novio, toqué la puerta y escuché un "Adelante" del otro lado, abrí y ahí estaba él revisando papeles que creo que son importantes...
— Llegué, estaba con Nana preparando un postre. — Alzó la mirada y me sonrió. Palmeo sus piernas y entendí el mensaje, caminé un poco más y llegué con él, tomé asiento sobre su regazo y recargué mi cabeza en su hombro, Steve dejaba pequeñas caricias en mi espalda.
— Necesito contarte algo importante. — Dijo. Me separé de donde estaba y lo miré.
— ¿Qué sucede? — Pregunté.
— Ya sabes que... Tenemos ya años juntos, como te lo dije una vez te lo repito, eres la mujer con la que quiero estar y... Yo la verdad te quiero preguntar si... ¿Quisieras venir a vivir conmigo oficialmente? — Lo miré atónita. Su mirada reflejaba sinceridad...
— ¿Estás bromeando? — Pregunté con una sonrisa de emoción. Steve negó soltando unas pequeñas risas.
— ¿Crees que haría alguna broma con algo así? — Reí un poco y lo miré. — ¿Entonces?
— Claro que sí, Harrington. — Pronuncié para después besar sus labios, él aceptó gustosamente y subió sus manos a mi cintura.
— De hecho... Tus cosas ya están en nuestra habitación. — Lo miré sin entender. Steve me levantó en sus brazos y me cargó en su espalda, caminó hacia la habitación y cuando entramos fue directo al closet donde efectivamente toda mi variedad de ropa y zapatos ya se encontraba bien organizada...
— Pero... ¿Cómo? — Dije bajando de su espalda para comenzar a caminar por el inmenso closet.
— Digamos que... Mis pequeños hijos me ayudaron. — Bromeó y yo solté una risita. Cuando él decía"Mis pequeños hijos" se refería a Danielle y Will.
— ¿Oficialmente vivo contigo? — Di una media vuelta y lo miré.
— Oficialmente. — Contestó. Solté un pequeño grito y corrí hacía él formando un bello abrazo...
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