Darling... | Steve Harrington

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"18..."

Dos meses después...

_______ Byers

Hace tres semanas salí de la preparatoria oficialmente, me sentía feliz y al final no reprobé por la materia de inglés... En éstos dos meses me sentí muy querida, Steve estaba cumpliendo su palabra de curar todas mis heridas internas... Ya no tenía problemas con la comida, ya no me autolesionaba y salí de la depresión que me tenía atada... Siempre le agradeceré éso. Ahora la familia está más unida que nunca, mamá y papá ahora creo que quieren más a Steve que a mí.

Hoy estoy cumpliendo 18 años, al fin, esperé tanto éste momento... El patio trasero de mi casa está lleno de globos color blanco y verde, mis favoritos, solo seríamos mis padres, los chicos, Steve, Danielle y por supuesto yo. Danielle me ayudaba a decidir que ponerme ella estaba sentada en mi cama mientras me veía revisando mi closet.

- Por favor, _____, vamos a comprarte un vestido. - Suplicó.

- No, estoy segura que aquí está. - Buscaba un vestido que guardé cuando tenía 15 años, me lo regaló mi abuela que falleció, cuando lo miré dije "Éste vestido lo usaré cuando cumpla 18" y quiero cumplir mi promesa.

Seguí buscando por todo mi closet, dejaba ropa en mi cama, Danielle solo me miraba con cara de "¿Desde cuándo tienes tanta ropa?" Llegaba al fondo de mi closet cuando miré una tela color blanco, la tomé y ahí estaba, era el vestido.

- ¡Lo encontré, Danielle! - Lo dejé caer y me llegaba a la mitad del muslo.

- _____, es hermoso. - Danielle lo miró asombrada. Era un vestido blanco con pequeñas múltiples flores de color verde; era bellísimo.

Me terminé de arreglar, Danielle me ayudó a colocarme una pequeña tiara de diamantes, me coloqué unas zapatillas algo altas de color blanco y un maquillaje muy sutil.

– Estás lista... Te miras bellísima _____... – La sonrisa de Danielle era inexplicable...

– ¿De verdad? – Pregunté y ella asintió.

– ¿Vamos?

– Ve bajando tu, quiero hacer algo.

– ¿Segura? Si quieres te espero. – Contestó mi mejor amiga con una mirada dudosa.

– No te preocupes, baja, ahora voy yo. – Le sonreí cálidamente y ella asintió con duda todavía.

Esperé hasta que la puerta de mi habitación se cerró, caminé lentamente al baño y me miré al espejo. Alcé mi vestido y ahí estaban... Las nuevas cicatrices de hace tres días; había recaído, llevaba limpia desde que conocí a Steve, pero... La razón de por qué volví a lo mismo era fácil... Me sentía insuficiente para una persona como Steve, me sentía un asco. Así que ese día, tomé una navaja y comencé a autolesionarme, mientras me decía "Te lo mereces" "Eres un asco" "¿Crees que te ama?" Ahora me sentía mal... Las marcas no eran tan prominentes como lo pensaba, eran algo sutiles lo que me ayudaba a que no se miraran por el largo del vestido. Suspiré por última vez y comencé a caminar a las escaleras, se escuchaba que mi familia estaba en el patio trasero; salí y ahí estaban, riendo y divirtiéndose... Buscaba a alguien con la mirada, pero simplemente no lo encontraba.

– Julieta, allá está tu Romeo. – Bromeo Danielle. Apuntó a donde estaba Steve y yo caminé hacia él, buscaba su mirada.

Él hablaba plácidamente con Dustin, amigo de Will. Amaba a ese niño, era como mi pequeño bebé que tenía que proteger... Steve alzó la mirada y me miró por unos segundos para después levantarse de su lugar y correr hacia mi dejando a Dustin.

– Te ves bellísima... – Me tomó de la cintura y me abrazó.

– ¿Sí?

– Sí. No hay palabras para decir lo que siento al ver a mi chica más linda de lo normal... – Contestó. Una chispa de emoción se formó en mi al escuchar la palabra "mi chica"...

Nos acercamos a dónde estábamos todos, mi madre sacó un lindo pastel color blanco con flores, cantaron el típico "Happy Birthday", me entregaron mis regalos uno por uno. Me sentía la más feliz del mundo... Tenía al hombre que amaba, a mi familia reunida, a mi mejor amiga y a las personas que siempre estarán para mi...

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