Capitulo 5: Huesos faltos de calcio

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Suzuki Satoru no sintió emoción alguna. Estaba impaciente, esperando el sonido en su cabeza que le notificaría que había sido expulsado de Yggdrasil, pero esto nunca sucedió.

'¡Malditos desarrolladores! No esperaba nada de ellos, pero aun así me decepcionaron', suspiró.

Abrió los ojos lentamente, mirando a su alrededor, notando que ya no se encontraba sobre los pantanos que rodeaban Nazarick. En cambio, estaba de pie en una caverna medianamente iluminada por unos cristales en el techo.

La caverna era bastante espaciosa, cubriendo varios kilómetros de esquina a esquina. No contaba con vegetación, solo roca tallada, lo que le otorgaba un aspecto majestuoso aunque infinitamente inferior al de la sala del trono.

'¿Mnnn... qué es esto?' miró su cuerpo, confirmando que aún tenía su avatar de overlord, Momonga.

'¿Es esta la beta de Yggdrasil II?' Recordaba haber escuchado sobre la presentación de un nuevo juego de la compañía propietaria de Yggdrasil, pero nada estaba confirmado.

Algunos decían que se estaban preparando para lanzar Yggdrasil II, mientras que otros pedían nuevas IPs. Claramente, Momonga se sentía más atraído por la primera opción. Yggdrasil fue su hogar durante muchos años y había desarrollado una cierta dependencia hacia él.

Incluso después de que sus amigos abandonaran el gremio, él nunca permitió que sus hazañas quedaran en el olvido. Aunque no todos los días podía darse el placer de conectarse, siempre encontraba tiempo para volver a ese mundo de fantasía que llamaba hogar. Era un hecho, sus preciosos momentos habían quedado en el pasado, pero la atmósfera de Nazarick aún perduraba.

Sentarse en el trono y tomar un breve respiro, recordando todas sus memorias, le permitía recuperarse un poco de los extenuantes días trabajando para una megacorporación de corazón negro.

Claro, también había días en que salía y completaba misiones, derrotaba jefes o simplemente exploraba los nueve mundos. Eso era lo más hermoso de Yggdrasil; después de tantos años, aún encontraba algo nuevo que hacer. Era un mundo lleno de maravillas y en su corazón esperaba que nunca llegara a su fin.
-Fue gracias a tu compañía que pudimos disfrutar al máximo de este juego... La próxima vez que nos veamos, sería agradable si fuera en Yggdrasil II- recordó las últimas palabras que pronunció Herohero-san antes de desconectarse.

'Tal vez nos volveremos a reunir...' Ahora estaba completamente decidido, sin saber si eso sucedería, pero una nueva esperanza comenzó a formarse en su corazón.

Reconstruiría Ainz Ooal Gown a su antigua gloria, no, lo elevaría a nuevas alturas y esperaría el regreso de sus antiguos compañeros.

"¡Graw...!" Fuertes gritos comenzaron a resonar a su alrededor, interrumpiendo sus pensamientos. Grandes cantidades de monstruos morían con poco esfuerzo, y el familiar sonido de su barra de experiencia llenándose lo hizo volver a la realidad.

No necesitó pensar mucho sobre lo que estaba sucediendo. Antes de que cerraran los servidores, activó todas sus habilidades con efectos de aura, junto con el báculo del gremio.

Su casi enterrado lado chunni salió a relucir, deseando ser visto como un verdadero señor de la muerte en sus últimos momentos.

Lo que provocaba la caída de tantos monstruos era su habilidad pasiva [Despair Aura V], la cual podía causar muerte instantánea.

En una situación normal, sería bastante difícil lograr este resultado si los monstruos no fueran lo suficientemente débiles. Pero en estos momentos, su habilidad estaba siendo reforzada por múltiples habilidades pasivas que amplificaban sus efectos.

La última gran misiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora