Capitulo 11: Separación

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La mujer de cabello rojo esquivó el golpe del caballero de la muerte en el último momento, justo antes de que una cadena de rayos negros impactara con el escudo de su invocación, reduciendo en un solo aliento una cuarta parte de los puntos de vida que poseían.

Momonga suspiró aliviado.

Cuando vio a la elfa recitar un canto tan largo, por un momento pensó que lanzaría un hechizo de súper nivel sobre su cabeza. Estaba preparado para usar [Teletransportación] y escapar lo más lejos posible si ese era el caso.

'Debe ser un tipo de magia diferente a la de nivel que usaba en Yggdrasil. Su poder no está mal, alrededor del quinto y sexto nivel', pensó mientras volaba a una altura segura, aumentando su distancia con el campo de batalla. No quería exponerse todavía; primero, quería recopilar más información.

"Lo siguiente sería... [Mana Essence] [Life Essence]," murmuró mientras evaluaba al único individuo que no se había movido desde que comenzó la batalla.

"¿Pervertido?" susurró al notar la expresión en el rostro del hombre, que dejaba totalmente al descubierto sus emociones. Miraba la batalla con ojos hambrientos.

Esto hizo estremecer a Momonga. "No importa el lugar que sea, siempre habrá sujetos como Peroroncino", rió recordando a su buen amigo.

Su habilidad se activó, mostrando dos barras de estado frente a él. Las miró durante unos momentos antes de descartarlas. 'Está usando una habilidad para ocultar su estado', fue la conclusión a la que llegó después de analizar los parámetros que había obtenido.

Incluso si la posibilidad era ínfima, no aceptaría el hecho de que una persona con puntos de salud menores al nivel 1 estuviera en la mazmorra, especialmente después de ver que su maná estaba prácticamente en 0.

Recordó casos en los que jugadores falsificaban sus parámetros con [Dato Falso: Vida] y [Dato Falso: MP], elevándolos hasta el punto en que serían equiparables a los estados de un jefe de incursión. Algo imposible en la mayoría de los casos.

Cada vez que miraba su estado, algo en su cabeza le gritaba que no estaba bien.

Llevó sus dedos a su sien y activó el hechizo de [mensaje]; "Señor del Abismo, si el hombre se mueve o hace algo extraño, quiero que lo detengas bajo cualquier costo", comunicó, apartando la mirada.

"Es el mayor honor dar mi vida al Señor Supremo", respondió su invocación, que esperaba en el piso anterior el momento de entrar y acabar con los enemigos de su amo.

Momonga asintió antes de volverse hacia las chicas, que habían comenzado un nuevo intercambio con los caballeros de la muerte.

Para su fortuna, lo que vio fue menos alarmante. Sus estados eran relativamente normales, situados entre el nivel 35 y 40, lo cual estaba muy lejos de ser peligroso para él. Sin embargo, solo una cosa le causó curiosidad; el arma y la armadura de la guerrera pelirroja poseían su propia barra de HP. Esto solo podía significar que ambas tenían vida propia.

En Yggdrasil, solo una raza era capaz de utilizar monstruos como equipo. La carrera de los insectos, e incluso entre ellos, debían estar especializados en esa forma de combate, lo cual era bastante inusual. Al igual que Momonga, las clases ultra especializadas no resultaban tan potentes como uno esperaría.

Touch Me tuvo la opción de seguir ese camino, pero finalmente decidió continuar por la senda de un "Héroe", como solía llamarlo. Solo "Entoma" vino a su mente después de buscar entre sus recuerdos a algún NPC con esa capacidad.

Lo más extraño para él no era que el equipo tuviera vida propia; lo que realmente llamaba su atención era que la pelirroja, desde todos los puntos de vista, parecía ser humana. ¿Acaso los humanos en este mundo utilizan ese tipo de equipo?

La última gran misiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora