Capítulo 29: Te quiero

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— Me gustas... — Dijo en un susurro mientras besaba mi hombro luego jugaba con su nariz en mi cuello.

— ¿Qué tanto? —

— Lo suficiente para pensar que tres días es poco tiempo —

— Mañana vienen los pintores así que es culpa tuya —

— Quería remodelar la pintura de la casa, pero ahora no quiero... — Dijo en un leve berrinche.

Me di la vuelta y acaricié su rostro para luego jugar con su cabello.

— ¿Te gusta despertar conmigo? —

— Reservaré esa respuesta —

— Aburrida —

Giro los ojos y me robo un prolongado beso para luego mirarme.

— Si, me gusta —

Comenzó a jugar con su dedo índice por mi cuerpo trazando a través de mi piel garabatos en forma de caricias.

— También me gusta despertar contigo —

Paso de sus caricias y me sonrió así que le di un corto beso y me tomó de la cintura.

— Ya ves...soy un buen partido — Dijo presumida.

— ¿Qué te hace creer eso? — Bromee.

— Te hago reír, soy atenta, soy atractiva, tengo dinero y te doy placer...mucho placer — Dijo lo último desviando su mirada a las marcas de mi cuerpo que dejó anoche y haciendo memoria de como las formó.

— Mírame — Respondí alzando su mirada para que dejase de desviarse. — Si...pero de todo una de esas es mentira —

Claramente todo es cierto, pero me gusta jugar con su ego.

— Dime cual — Dijo seria.

— Eres...sumamente atractiva... — Hable en voz baja jugando con mi mano por su cuerpo en suaves caricias.

— Si... —

— Eres muy atenta tanto que me preocupas —

Rio un poco y comenzó a arreglar mi flequillo.

— Ajá... —

— Eres divertida cuando te lo propones...puedo escucharte hablar durante mucho tiempo —

— Continúa... —

Parecía extasiada por los cumplidos mientras jugaba con mi cabello.

— Y como negarlo...si me das mucho placer...tanto que quiero ser tuya en todo momento —

— Me gusta eso... — Dijo con una sonrisa triunfante.

— Pero...lo del dinero queda en duda —

— ¿Qué cosa de qué? — Dijo sorprendida saliendo de su nube.

— He conocido a personas con más dinero — Explique.

Su cara era un jodido poema que me gustaría enmarcar, claramente era una mentira, pero me gusta molestarla un poco.

— No me gusta presumir sobre todo el dinero que poseo, pero soy capaz de hacerlo porque me ofendes con ello ¿de quién estamos hablando? ¿algún tipo ramdon de Dubái? —

— No te lo diré, tendrás que vivir con esa duda — Dije girándome para ponerme de pie, pero no me dejó.

— ¿Estas jugando conmigo? —

— Para nada —

— Suena muy falso —

Lo es.

Old Ways - Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora