Old Ways - Jenlisa G!P

Capítulo 51: Burn out

Eran las cinco de la mañana cuando apenas note el sol por la ventana de mi oficina y quise ponerme de pie para ver por la misma pero el temblor en mis piernas me hizo tropezarse un poco y fue entonces cuando note que había pasado toda la noche trabajando, comencé a sentir como mis párpados buscaban cerrarse del cansancio lo que significaba no trabajar más por lo menos dentro de unas horas.

Tome mis cosas y con cuidado conduje a casa igual pensando en trabajo ya que como Rosé no está hago parte de la ayuda que ella y Jisoo me dieron, la pelinegra puso su empresa junto a la mía mediante un contrato que nos hacía socias, Rosé ayudaba con la parte de hacer crecer ambas empresas ya que algunas personas no vieron con buenos ojos que Jisoo me ayudara a que Rubyblocks no desapareciera en su totalidad así que les debo mucho lo cual les pagare cuando nos lleve alto.

Estacione mi auto como pude y a paso pesado entre a la casa sintiendo como esas escaleras parecían ser más altas aún sin rendirme llegue a mi habitación y me quite el saco junto a los zapatos y me deje caer en la cama para dormir automáticamente sintiendo todos mis músculos relajarse, pero como si solo hubiera cerrado los ojos unos segundos la puerta de mi habitación fue tocada y no tuve más opción que levantarme a ver.

— Dime... — Pregunte soñolienta.

— Señorita sus hijos esperan abajo —

— Gracias por avisar Minerva... ¿vienen solos? —

— No, la señorita Manoban espera abajo para hablar con usted —

— Entiendo... —

— ¿Qué paso con la señorita que hablaba por ambas? —

— Está de vacaciones —

— Oh...pensé que usted había querido romper barreras —

— ¿Piensas que está mal? —

— Sabe que yo no puedo opinar de su vida...pero pienso que es incensario una intermediaria y solo la separa más de sus hijos —

— ¿Tú crees? —

— Si, solo hacen ver que su distancia con la señorita Manoban también afecta a sus hijos —

Tal vez tenga razón, pero esas barreras están puestas por mi seguridad, aunque como dice Minerva tal vez alejo a mis hijos también.

— Lo pensaré —

Asintió con una sonrisa y yo con esfuerzo me dirigí al baño a lavar mi rostro y poner ropa cómoda para bajar mientras miraba mi teléfono, apenas eran las seis, debí dormir una hora a lo mucho, pero eso no me importaba sino la cantidad de correos que tenia de trabajo.

— ¡Mamá! —

Mis dos amores corrieron a abrazarme y yo los recibí con gusto.

— Hola mis niños ¿Cómo están? —

— Bien — Se limitaron a decir contentos y les di un beso en la frente a ambos para luego dirigir mi mirada a Lisa.

— Hola... ¿podemos hablar un momento? — Dijo con voz suave.

— Hola...si —

Indique que fuéramos a la cocina mientras mis niños iban a la sala de estar y una vez separados y ambas solas habló.

— Lamento llegar de improvisto, pero dijeron que querían pasar tiempo contigo —

— Si no hay problema, me gusta tenerlos aquí —

— Además necesito pedirte un favor, donde trabajo tendrán varios eventos esta semana lo que significa no llegare por las noches así que quería saber si podías cuidarlos, vendré por ellos en cuanto salga de trabajar lo prometo —