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Notaba a aquel chico de cabellos castaños algo extrañado por mi presencia. Probablemente otra vez, la sorpresa de ver a alguien "tan frágil" como yo capaz de levantarse y estar por cuenta propia como algunas otras personas me habrían dicho antes.

- Claro, llámame Musikato o solo Musi- Se veía alguien de pocas palabras, aunque en ese momento solo asumí que era el nerviosismo por estar allí.

- Un gusto Musi- Intente dar la sonrisa más sincera que pude ya que en esos momentos también me pude sentir nervioso -Mi nombre es Carlos pero varios me conocen como Flex.

Intente hacerle sentir lo más bienvenido que pude en esos instantes, aunque su mirada de "no quiero hablar" provocó que se me helara la piel. Aún así, la emoción nadie me la quitaría: era la primera vez que tendría un compañero en ese lugar.

-Bueno Flex- Indico Nana al momento de quitarme aquel suero ya vacío del brazo -Has sentir a Musi como si este lugar fuera un nuevo hogar ¿Si?

-Lo prometo!

No paso mucho tiempo para que nos dejarán solos, una emoción se arremolino en mi estómago al tiempo que pensaba como podría iniciar una conversación.

¿Estaba bien con un simple saludo?

-¿Tu que haces aquí Flex?

La voz ronca (y casi podría decir aburrida) de Musikato me saco de esos pensamientos. Agradecí interiormente que lo hiciera.

-Ohm, me trajeron del hospital general para aquí porque notaron que tenerme allí solo me tendría deprimido- Musite con tranquilidad al tiempo que me senté en mi colchón -Y me gusta estar más aquí, la gente es linda y eso.

-¿No tienes nada malo en tu cabeza entonces?- Sus ojos castaños me juzgaron de forma interior, casi imposible de ignorar.

-No que yo sepa, es temporal en lo que me curo de mi enfermedad- Su rostro de confusión se convirtió en uno de calma, casi podría jurar que de alivio -Puedo preguntarte... ¿Que haces aquí? Aunque puedes no contestar, está bien!

-Meh, nada que no hayas escuchado tal vez- Me respondió al tiempo que le perdía de vista por aquella cortina que dividía en dos el cuarto -No me encuentro bien de ninguna forma más que la física y mis padres creyeron que sería un buen momento para remediar lo que hicieron.

-Entiendo...

Ahora el confundido era yo. No entendía en que o como los padres de el podrían haberle generado ese daño que admitía, pero no pregunte más. Después de esa plática Musikato y yo no cruzamos más palabras.

Primero solo fueron un par de horas, luego unos días que eventualmente se convirtieron en semanas.

No había otras palabras para ambos que no sean los buenos días o noches de mi parte y las preguntas de las terapeutas a ambos, más que nada preguntando por si no había visto nada malo en el. Realmente a duras penas podía verle ya que esa cortina siempre nos cubrió del otro, durante las comidas y las sesiones de los cuentos el solía verse... Aburrido. Parecía que de verdad estaba completamente vacío como había dicho en algún momento.

No quería molestarle, así que tampoco busque una forma de hablarle como tal. Nunca me costaría nada decir los buenos días o noches, era parte de intentar hablarle pero parecía que entre más lo intentaba más se alejaba.

—¿Crees que le agrado?- Pregunté al final en el comedor mientras Nana anotaba unas cuantas cosas.

—No lo sé- Me respondió con su tono de sinceridad -El chico es bueno pero callado.

Bueno pero callado...
Las palabras resonaban en mi mente. No encontraba forma de acercarme a el, no sabía bien que o por qué razón no le... ¿Agradaba?
¿Acaso no le agradaba o algo así?

Me mantuve pensativo ese día, no encontraba la forma de como preguntarle eso o... Arriesgarme a perder la poca confianza que tuviera en mi.

¿Porque no hablas como sueles hacerlo otras veces?

De pronto, escuche tras de mi. Me había sentado dándole la espalda a la cortina, eso parecía haberlo... Desconcertado.

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@zackraccoon debe dejar el café.

El paciente de al lado || Flexkato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora