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Me recosté a su lado, su colchón se sentía claramente más rígido que el mío.
El poco tiempo que podía haber estado allí, supuse en esos momentos, no era realmente algo molesto pero si se notaba al simple tacto.Junte mis manos justo como solía hacerlo cuando las terapeutas me hablaban, ya era un simple reflejo de aquello.
—Mamá comenzó a notar que me cansaba hacer actividades normales de un niño de 5 años- Comence a hablar, sus ojos oscuros buscaron mi mirada lo cual hizo que inconscientemente me avergonzara -Entonces se preocupo por mi. Papá anteriormente había sufrido de algo igual pero no llegue a conocerlo para saber que hacer
Pude ver su sorpresa en esos momentos. Oh, la gente siempre se ponía así cuando les contaba esa parte.
—Entonces, mamá estaba preocupada de lo que podría tener y me llevo al hospital- Mi mirada fue dirigida de nuevo al techo del lugar, me sentía un poco adormilado en esos momentos. -Afortunadamente no es lo que papá tuvo, entonces solo me han dado vitaminas.
—¿Entonces que haces aquí?- ¿Podría llamar preocupación a lo que expresaba?
—Me desmaye hace un par de meses, los doctores dijeron que solo me tendrían así hasta que mi sangre volviera a lo normal- Explique, una sonrisa de forma inconsciente salio de mis labios -No sé cómo se le llama exactamente a ello pero no es nada grave.
Volví a verle, su mirada dejo de verse preocupada a volverse una tranquila y hasta incluso avergonzada.
—Owh, Musikato se preocupa por mi- Pude reír, su rostro se coloreo de un color carmesí mientras su mirada bajaba algo avergonzado. -Fuera de broma, es muy lindo que alguien se preocupe por uno... Lo tomaré como halago, en cierto modo.
Una mueca de molestia se presentó en su rostro, no pude evitar reír ante ello pues se notaba a plena vista que aquello solo era por estar avergonzado. No pudo soportar mi estilo así que también comenzó a reír al tiempo que se me arrojaba encima mío, aplastandome en el proceso.
No podía jugar así con otros pacientes ni con las enfermeras, eso fue un momento que me hizo sentir de nuevo un niño pequeño, uno que reía con cosas así de banales. Un niño feliz, sin sentirme enfermo de nuevo.Musi y yo nos volvimos más cercanos de lo que ya éramos, nos contábamos de todo en todos momentos mientras buscábamos la forma de reconfortarnos por lo que nos pusiera mal... Generalmente el a mi. De ambos yo era la persona que rompía a llorar ante cualquier sentimiento de tristeza aún si era pequeño, de ambos el siempre busco cuidarme de aquello.
Era como si quisiera cuidarme de toda la maldad del mundo, fuera de si era correcto o no me sentía querido, me sentía importante para el y eso me hizo sentir muchas cosas nuevas.Apenas y tenía 15 años, pero sentir aquello fue el cariño más profundo que alguna vez pude sentir por alguien en algún momento.
¿Eso era el amor? ¿Así se sentía?
Me sentía muy bien al sentirlo, me sentía amado y sentía que amaba también.
Se sentía tan bien juntarnos en un simple abrazo que llega a durar horas, sin necesidad de que estuviera llorando, sin necesidad de que nada malo pasará para que se me concedieran esos abrazos.
Juntar nuestras mejillas, sentir su respiración escondida en mi cuello o mi pecho, quedarme dormido en su regazo.Se sentía mágico, se sentía como algo nuevo y muy mágico, me llenaba de vida, me llenaba en todos los sentidos. Mi corazón saltaba de alegría con el hecho de pensar que ambos podíamos compartir algo así, con pensar que solo conmigo lo llegaba a expresar y yo solo con el llegaba a esa demostración de cariño. Amor, era eso.
Son palabras de solo un niño enamorado, pero puedo jurar que lo que siento es lo más puro que alguien pudo sentir.
Puedo jurarlo hasta por mi propia vida.
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—@zackraccoon adora el yogurt.
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El paciente de al lado || Flexkato
FanfictionTras un intento fallido de suicidio, Sebastián termina internado en una clínica para reabilitar su salud mental. No sabía que en aquel lugar las cosas serían importantes, ni tampoco sabía porque el chico de al lado era tan ruidoso. Las casualidades...