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Buenos Aires, Argentina
22:00 p.m.
Hoy ella se fue más tarde de lo normal, se me hacía raro y tampoco ayudaba la curiosidad que me provocaba, entonces decidí sacarme la duda cuando se acercó a darme el característico beso en la mejilla de todas las noches.
—¿A donde vas?— pregunte parado me enfrente de ella, ella miro hacia arriba debido a la diferencia de altura y se relamió los labios
—Voy con Aurora.— sus palabras parecían seguras pero su lenguaje corporal decía lo contrario
—¿A su casa?— volví a interrogar
—Si, vos no te preocupes, nos vemos más tarde.— sonrió a medias y tomó las llaves del coche, saliendo de la casa dejándome ahí parado con las palabras en la boca
Esa noche fue igual, mi mente bombardeándome con preguntas y suposiciones sobre si de verdad estaba con su amiga Aurora, o estaba en otro lugar.
Regreso más temprano, por ahí de las 2:00 am, solo que esta vez me había quedado con la luz prendida y estaba sentando en la cama.
—¿que haces despierto a esta hora, vos?— ahora veía como venia, sus tacones en una de sus manos, la pintura roja cereza ya no existía en sus labios y tenía unas ojeras notorias bajo sus ojos avellana.
—no podía dormir, ¿te la pasaste bien con Aurora?— pregunte analizando a la mujer que se encontraba delante mío
—Si, fue... divertido.— asintió con seguridad
—Me alegro.— no espere respuesta y apague la luz valiéndome un carajo que estuviera ahí parada
Pronto me dormí.
