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Buenos Aires, Argentina
8:00 a.m.
Abrí los ojos lentamente, todo estaba muy brilloso, mi cabeza daba vueltas, estaba acostado y tapado con unas sábanas blancas.
—Despertó.— alguien dijo a lo lejos, seguía tratando de acostumbrarme a la luz de la habitación, entrecerrando los ojos.
¿Qué mierda?
—¿Donde estoy?
—Señor Carrera, que bueno es que haya despertado.— sonrió la enfermera frente a mi
—Esa no fue la pregunta
—Está en el hospital, sufrió un accidente, un auto lo arrolló.— cambió unos sueros e hizo unas cosas que no se para que sirven, no soy doctor
—¿Que paso?— pregunte preocupado al no recordar nada
—Al parecer dicen los vecinos que iba con los ojos cerrados cuando salió de su casa y cruzó la calle
¿Qué?
—No, yo.. yo cruce la calle cuando salí de mi casa por que mi esposa me engañó.— fruncí mi ceño tratando de recordar que más había pasado
—Mhm, señor, su esposa murió hace 3 años.
Se sentía como un balde de agua helada cayendo sobre mi.
¿Muerta?
¿Violeta estaba muerta?
—No.. ella llegó con un hombre castaño a la casa, se besaban, ella salía de noche para verlo.— exclamé mientras mi voz se rompía, todo se sentía tan real
—Según su doctor, usted es sonámbulo.— sacó algunos papeles de una carpeta
No fue un sueño.
¡Todo era tan real!
—No...
—Pero tranquilo, ya está a salvo, según el doctor, lo daremos de alta el lunes.— y sin más, se fue
No podía ser un sueño, lo recuerdo tan bien.
Como ella se iba a la noche dándome un beso en la mejilla, como me decía "vos sos el único" como los veía por la ventana, como se abrazaban, como entraron a la casa, como ella me dijo que no se arrepentía de nada..
Como cruzaba la calle con mis maletas.
Ella estaba muerta.
Violeta estaba muerta.
