Amybeth.
El tiempo pasa y aprendo a apreciarlo, aún más cuando estoy junto a Robin o Daphne. Mi bebé ha aprendido a gatear y ya se sostiene de pie durante algunos segundos, aquello me hace sentir muy orgullosa.
Ahora estoy en el parque junto a la pequeña, las personas a veces suelen vernos y hablar, pues la mayoría de veces estamos las dos, con Lilith o Daphne, aquello tal vez los ponga a dudar sobre mí. Pues nunca estoy acompañada de un hombre, como se supone que debería de estar, aún más si es en las calles.
Frunzo el ceño cuando veo a aquella linda bruja acompañada de un hombre, están caminando juntos a una distancia muy corta. Robin la reconoce, empieza a gritar sílabas y emitir sonidos que aún no son comprensibles para nadie, pero sin duda alguna se nota que está emocionada por verla.
No tengo idea si es porque la escucha o siente nuestra mirada, el punto es que Daphne parece buscar a alguien hasta que nos ve entre la gente. Me doy cuenta de que intenta acercarse y mi primer instinto es salir corriendo con mi bebé, sin embargo, no quiero verme sospechosa frente a nadie, ya he estado escuchando bastantes habladurías por hoy.
Mi enojo va creciendo cuando ella antes de llegar junto a nosotras me habla, mis emociones alborotadas no me permiten concentrarme para escucharla solo a ella, al contrario, escucho a todo el mundo hablar al mismo tiempo y cada vez más alto, es desesperante.
—¡Amybeth! Que alegría verte por aquí, y con tu pequeña.
—Lo mismo digo, además de que pocas veces te he visto tan bien acompañada.
Estoy sentada en el césped y prácticamente me toca arrastrarme de manera poco delicada para alcanzar a mi bebé, pues la presencia de Daphne le es bastante familiar.
—Cierto, te presento a Colin, es un caballero que decidió ir a buscarme hasta mi hogar para sacarme de ese encierro.
¿Encierro? Si estos últimos días se la ha pasado andando en las calles de otros pueblos junto a mí.
—Mucho gusto, señora Amybeth.
¿¡Señora!? Ah, es verdad. Estoy casada.
—Es un placer conocerlo, señor Colin.
—¿Nos permite acompañarla en su picnic junto a su hija? —pregunta ella y la miro mal, no es de mi agrado estar cerca a alguien que la anda cortejando frente a mis ojos y peor aún, sin poder hacer nada.
Durante este tiempo Daphne ha aprendido más sobre magia gracias a su madre, aunque le prohibió usarla fuera de casa, según ella no es conveniente y lo mismo piensa Lilith. Veo como se quita la pulsera de protección y se concentra con cierta discreción.
Mientras tanto, el tal Colin está bastante entretenido haciéndole caras a mi hija para que ella se ría, por cierto, su risa es hermosa sin embargo el hecho de que sea justo él el causante de ello me pone nerviosa.
«Acepta la propuesta, él me corteja porque mi padre le dio su aprobación, pero yo no» escucho el molesto susurro de la bruja en mi cabeza. Desde su casa hemos aprendido a comunicarnos por medio de la mente, no solo gracias a que ella es mágica, pues es más fácil conmigo gracias a que le he permitido entrar en mi mente tiempo atrás.
«No, sigue en tu dulce caminata con él y déjame sola con mi hija» la miro a los ojos.
—¡No seas infantil! —se altera.
Colin la mira, bastante sonrojado y cuando siente la mirada nuestra aún más. Suelto una carcajada cuando entiendo el porqué de su reacción.
—Oh, lo siento. No me refería a usted —intenta explicarle—. Es que estaba teniendo una conversación con Amybeth y...
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BESTIA PELIRROJA
FantasíaMi humanidad fue arrancada de una manera feroz Pues mi homicida sin saberlo me inmortalizo Yo no iba a permitir que una vez más callaran mi voz Espere a torturarlo y tragarme su corazón. La bruja que conocí maldijo mi camino Probé su sangre y aquell...