XXVI. Reliquiario

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Los labios de Shisui temblaron ligeramente en los bordes hasta que finalmente se despegaron y soltó una gran carcajada mientras arrullaba tiernamente a Elise y besaba melosamente todo su rostro avergonzado.

Elise, su dulce Elise, le había regalado un pequeño reliquiario con forma de corazón exquisitamente tallado con las iniciales de su nombre.

-¡S-si no te gusta...!

-¡Me encanta! -exclamó Shisui besando todo el rostro de Elise y apretándola aun más en su abrazo para que no escapara-. Un lindo collar que contiene alguna foto nuestra es todo lo que podría pedir -depositó un suave beso en el cuello de Elise la cual se estremeció.

-¿R-realmente te gusta...? -murmuró avergonzada Elise con las mejillas sonrojadas- ¿N-no es demasiado cursi para ti?

-No, es un lindo recordatorio de que estás conmigo -se calmó lentamente Shisui y puso una sonrisa amorosa en sus ojos-. Saber que puedo tener una parte de ti en todo momento me hacen muy feliz.

Para demostrar su punto, Shisui tomó suavemente el reliquiario de plata que le ofrecía Elise y se lo colocó en el cuello con delicadeza. Una vez puesto, Shisui depositó un suave y pequeño beso en el intrincado corazón y lo ocultó debajo de su camisa de cuello alto.

-Ahora siempre estarás conmigo incluso cuando voy a una misión -sonrió suavemente Shisui mirando a una sonrojada y avergonzada Elise.

-T-tonto... no hacia falta besarlo -murmuró avergonzada Elise.

-Claro que sí, todo lo que Elise me da es muy apreciado e importante para mí -Shisui tomó suavemente las manos de la niña y acarició sus manos tiernamente-. Porque para mí, Elise es lo más importante del mundo.

-¿Incluso que la aldea? -preguntó en un susurro apenas audible Elise.

Ella realmente quería preguntarlo, pero no se atrevía a hacerlo.

Lastimosamente para ella, Shisui la escuchó.

-... la aldea podría arder en llamas por lo que a mi respecta, siempre y cuando estés conmigo, en mis brazos y estás a salvo, estaré feliz de protegerte, cuidarte y amarte -habló Shisui con dulzura y calma, pero interiormente estaba entrando en un caos.

¿Ella también retrocedió?

¿O ve pequeños recuerdos del futuro como él en fragmentos distorsionados que no le pertenecen?

¿Sabe lo que hizo? -¿Qué la abandonó?-

¿Recuerda su suicidio? -¿La razón de por qué no podía quedarse con su familia y ser feliz?-

¿Recuerda a Kagami, su hijo? -¿La razón de porque abandonó todo y saltó a lo desconocido?-

¿Recuerda su muerte? ¿La razón de porqué murió tan joven? -si es así, ¿Por qué no le dice ahora para que él se encargue de que ese futuro nunca suceda?-

-S-Shisui... -Elise lo miró sorprendida, pero dio una pequeña sonrisa resignada.

Ella había visto su muerte por Danzo y su lealtad ciega hacia Konoha.

Shisui era un ninja antes que pareja.

Ella nunca sería su prioridad si es que la aldea o su clan estaban involucrados.

Incluso si Elise quisiera autoengañarse pensando en que Shisui la elegiría en un hipotético escenario, sabía que nunca sería así, no cuando Shisui del manga y anime estaba tan decidido a velar por la aldea y su clan casi con un amor obsesivo como la mayoría de los Uchiha.

Él había sido entrenado para amar a la aldea y una vez que un Uchiha ama, no hay manera humana que sea capaz de interponerse entre ese amor y el Uchiha.

Ya se lo había dicho a Shisui con anterioridad, si quería ser la segunda opción, sería la pareja de un ninja.

La aldea siempre sería la prioridad de los shinobis.

Todos estaban programados para que sea así.

Pero por un instante, por un pequeño momento, Elise quiso creer que Shisui realmente la elegiría a ella, que si con el tiempo formaban un vinculo lo suficientemente fuerte, él cumpliría lo que dice y la vería como su prioridad.

Claramente el mundo de Naruto era diferente a lo que había visto a través de la pantalla y cada personaje tenía su propio ser, era su propio mundo, pero... no podía olvidar las trágicas historias de los Uchihas que se quemaron por amor.

Izuna, por su Clan, por el intenso amor que no le permitía perdonar cada muerte.

Madara, por Izuna, por el ideal de un mundo de paz sin guerras en donde los niños no se sacrificaran.

Obito, por Rin, por un mundo perfecto en donde todos sean felices.

Itachi, por Sasuke, por su clan, para que su hermano se libre de la muerte de su clan y su aldea no sufra una guerra civil o sea atacada por otras aldeas.

Sasuke, que por amor a su clan pasó años siendo consumido por el odio para vengar toda y cada una de sus muertes, solo para que cuando cumpliera su objetivo, viera su mundo desmoronarse y luego se dedicó a vengar a su hermano que dio todo por Konoha, para que luego este reviviera y le dijera que él, Sasuke, era más importante para Itachi que su aldea y lo alejase un poco más de ser consumido por el odio.

Y finalmente... Shisui, que por amor a su clan trabajó hasta los huesos, que por amor a su aldea no habló de los perjurios que sufrió y decidió quedarse en silencio soportando el peso de amar demasiado.

Decidiendo cargar con todo para ver si su muerte lograba algún cambio en la mentalidad Uchiha.

-Eres mi mundo, Elise -continuó suavemente Shisui apretando su abrazo-. Sin ti, es como si cada uno de los colores del mundo se apagase, como si la luz del mundo se esfumara y como si el suelo en mis pies se desmoronase. Eres mi luz, mi vida, mis colores, mi ser. Eres tan importante para mi como el aire que necesitamos para respirar, como cada latido de mi corazón.

Elise cerró sus ojos apoyándose en Shisui mientras las tiernas palabras de Shisui la tranquilizaban.

-No hay nadie más que pueda impactar tanto en mi vida, nunca serás comprable en nada para mi porque tú simplemente eres lo mejor que me ha pasado en esta vida, en la pasada y en la siguiente.

No sabía que tenía una labia tan dulce.

-La aldea o tú, la respuesta es simple porque no hay punto de comparación. Te elegiré a ti una y otra vez -habló Shisui sintiendo un latido oscuro en su pecho.

Porque ya te perdí una vez.

-Elise es lo más importante para mi corazón -las ramas se extendieron por su cuerpo, las llamas de oscuridad lamieron contra su piel intentando salir, los brotes tentativamente crecían en sus huesos-. Nunca te dejaré ir, Elise, te amo demasiado para ello.

«Que lindo es el amor infantil», pensó Elise.

-Yo también te amo -respondió suavemente la niña.

«Que ni siquiera sabe el significado real de la palabra amar.»

-Yo te amo más.

Porque soy un Uchiha.

Las llamas negras consumieron a Shisui mientras el árbol crecía sin control por su cuerpo, asentándose en lo profundo de sus huesos.

Ojos rojos destellaron en la oscuridad provocada por el descenso del sol.

El primer fruto nació del árbol.

Los tomoes empezaron a girar y girar hasta que el negro se extendió por su pupila carmesí y el negro y rojo empezaron a pelear por el dominio hasta quedar en un cincuenta-cincuenta.


So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora