LXXX. Fiesta

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Elise miró seriamente a sus mucamas las cuales la estaban vistiendo con las pesadas telas interiores ante de siquiera pensar en ponerse el hermoso, pero formal y simple Kimono irotomesode, para luego simplemente suspirar y negarse a seguir poniéndose todas las capas porque al paso que iba, sería imposible amamantar a su lindo Kagami-chan y luego volver a ponerse todas esas capas de kimono por su cuenta.

—Shisui, tenemos un problema —habló Elise desde la puerta mirando a su marido el cual estaba vestido solo con unos simples, pero elegantes hakamas, mientras se ponía las capas interiores de su kimono.

—¿Mmm? ¿Qué sucede? —preguntó preocupado Shisui acomodándose la primera capa del kimono y dándose la vuelta para mirar a su esposa.

—No me pude poner todas las capas del kimono —continuó seriamente Elise, pero sus mejillas estaban tenuemente sonrojadas por haber tenido un vistazo de la espalda musculada de su adorable esposo.

—¿Hum? Eso no es un problema muy grande, seguramente no se nota mucho —Shisui se acercó a su linda esposa que solo asomaba la cabeza por la puerta.

¿Por qué se estaban cambiando en habitaciones separadas te preguntarás? Shisui se hace la misma pregunta, pero las criadas de Elise le dieron una patada en el trasero echándolo de la habitación para vestirla correctamente.

—Eh... bueno, la relación caderas, pechos, cintura no ayuda mucho a cómo debería de verme normalmente con un kimono —Elise hizo un puchero y Shisui tomó su rostro entre sus dedos y besó tiernamente sus labios.

—No importa se vea, siempre serás hermosa a mis ojos, anda, muéstrame —Shisui besó la frente de su linda Elise y abrió la puerta para dejarla a la vista de sus ojos.

—¿Ves? Se supone que un kimono debería ocultar la silueta del cuerpo —Elise cruzó sus brazos mientras hacía un ligero puchero.

—...

—¿Me veo muy mal? —preguntó preocupada mirando a su esposo en silencio.

—...

—¿Shisui?

—¿Puedes darme cinco hijos más? —soltó estúpidamente y Elise se sonrojó hasta el cuello.

—¡Shisui! —se quejó Elise y su esposo la abrazó por la cintura antes de besar sus labios.

—Te vez simplemente divina, ¿Estás segura que no eres una diosa? —preguntó Shisui mientras besaba las mejillas de la mujer y lentamente iba descendiendo por su cuello.

—Shisui... —habló tímidamente Elise hasta que sintió unos dientes rozar su cuello y le dio un sape a su esposo— ¡Hombre, que les costó una eternidad cubrir las marcas para que vengas a repasarlas! Estuvieron poniéndome cremas de acción rápida para quitar tus chupetones y mordidas de mi cuello —se quejó Elise haciendo un puchero.

—Hum, los hubieras dejado, de otra forma, ¿de qué manera podrían saber que eres mía? —Shisui hizo un puchero y luego besó los labios de su esposa— ¿Realmente me casé con esta diosa? Te vez demasiado guapa para mi —Shisui gimoteó ligeramente mientras la apretaba contra él.

—Estamos casados, Shisui, nuestro anillo es más que prueba de ello —Elise mostró su dedo anular y lo besó frente a su esposo el cual la miraba apasionadamente.

—¡Mmm~! Elise~ —gimoteó y la besó con hambre mientras se inclinaba un poco sobre ella haciéndola dar un paso atrás—. No sabes lo linda que te ves, como quisiera arrancarte ese lindo kimono formal y follarte de la forma más primitiva posible, mi linda y virtuosa esposa —gruñó en un murmullo bajo mientras repartía besos por su rostro.

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora