~Famous~ INTENABO

~Capítulo 11~

*Perspectiva Gustabo*

Parecía que la misión de ir a por bebidas se había ido a la mierda a la hora de volver a la mesa, pero que podemos decir, era la Tusa.

Cuando estábamos volviendo, empezó a sonar la Tusa por los altavoces, Horacio y yo nos miramos y los dos sabíamos lo que eso significaba.

Inmediatamente, los dos fuimos hacia el centro de la pista y empezamos a bailar al ritmo de la Tusa. La gente empezaba a rodearnos, pero nosotros estábamos en nuestro mundo. Horacio, como siempre, estaba sacando los pasos prohibidos y yo intentaba seguirle, lo de bailar nunca fue lo mío, pero lo intentaba, obviamente, quien captaba más la atención era Horacio, no hay nada más que añadir, simplemente, es Horacio, él capta la atenció ahí donde va con su brillo y forma de ser.

Cuando terminó la canción, seguimos bailando, ya ni nos acordábamos de que los demás nos esperaban en la mesa. Hasta que, en un punto, mi mirada se cruzó con la café, sentí como un choque eléctrico recorria todo mi cuerpo. Conway tenía la mirada fija en mí y en mis movimientos, y, por una vez en todo lo que llevábamos bailando, me sentí nervioso.

Yo tampoco apartaba mi mirada de la suya, él se mantenia quieto con una sonrisa de lado. Le indique con un movimiento que viniera a bailar con nosotros, a lo que él se negó rotundamente, pero yo no me rendiria tan fácilmente. Fui hacia él y le tomé del brazo, estirandolo hacia el centro de ese círculo que se había formado, él forzejeaba, mientras la gente a nuestro alrededor animaba a Conway a bailar. Al final se dejó, agarro el baso que tenía en la mano y se lo bebió de un trago, se lo había bebido como si fuera agua, joder con el abuelo.

Conway empezó a moverse al ritmo de la música muy levemente, se veía a kilómetros que le daba mucha vergüenza. Para su suerte, la gente empezó a mezclarse entre nosotros mientras bailaban. Conway aprovecho eso para agarrarme de la muñeca y llevarme hacia la barra, pidió dos wiskis y un vodka.

-¿Tu qué quieres ? - me pregunto girandose hacia mi.

-Una coca-cola zero - le respondí, no tenia permitido beber mucho y a demás tengo muy poco aguante.

Conway me miro extrañado, pero no pregunto nada y solo pidió mi coca-cola. Nos lo sirvieron y entre los dos llevamos las bebidas a la mesa, de camino a la mesa avisamos a Horacio para que viniera con nosotros.

Ya en la mesa, me senté entre Horacio y Conway, ya que no conocía a nadie más.

-¿Donde estabais? Ya pensábamos que os había pasado algo - pregunto Greco dándole un trago a su bebida.

-En la pista, dándolo todo - hablo Horacio divertido.

-Pero hombre, eso se avisa, que hubieron ido con vosotros - se quejo el de abundante barba.

-Fue de imprevisto - dijo Horacio levantándo los hombros en señal de un  "se siente".

Estuvimos hablando todos durante un rato, hasta que una pregunta de Greco me desconcertó.

-¿Y vosotros como os conocisteis? - nos pregunto a Conway y a mí.

-Bueno, me cogieron de rehén en un atraco y nos hicimos buenos amigos - le conteste yo con simpleza.

-Que guay, normalmente es difícil llevarse bien con el cascarrabias de Conway - dijo Greco bromeando.

-Si, jaja - me rei con nerviosismo.

Nose si fue por el tiempo que llevaba fuera de mi zona de confort o si era porqué había bastante ruido, pero mi pierna empezó a temblar como lo hacía cuando estaba nervioso. Yo intenté mantener la calma y centrarme en la conversación.