Gustabo García es una de las celebridades más importantes del país, y Jack Conway es el Superintendente de la ciudad de Los Santos.
Estos dos se conocieron gracias a un atraco en una joyería y desde ese momento han creado una relación cercana de ami...
Ya nos encontrábamos en mi coche, dirección hacia al Casino
-No me gusta nada mi outfit - me queje por milésima vez.
-Pero si te queda genial, no te quejes - me dijo Gustabo girando su mirada hacia mi.
-Ya, pero en mis planes de hoy no entraba el ponerme un crop-top por primera vez en mi vida - me volví a quejar -. Esto es humillante - dije en voz baja, creo que Gustabo no lo escucho, ya que no tubo ninguna reacción.
Vi de reojo como Gustabo encendía la radio, cuando empezó a sonar la música, me giré para mirar a Gustabo y empecé a reír mientras negaba con la cabeza.
- I'm a Barbie girl, in a Barbie world, life in plastic is the Conway - empezó a cantar mientras bailaba como podía en el coche.
-Eres un capullo - le dije intentando ocultar mi risa.
-Venga Conway, déjese libre. ¡Sientelooo!
-Si, si, ya te digo que lo siento - dije para que después empezará a cantar vigilando de no chocar. - ¡SE ME ESTA PONIENDO TIESA! - Solté de la nada. Pude escuchar como Gustabo empezaba a carcajearse aun más.
Vi como Gustabo sacaba el móvil y me empezó a grabar.
-Deja de grabar, hijo puta - le dije al darme cuenta de que me estaba grabando. Intenté tapar la cámara con la mano.
Nos pasamos el viaje de ida riendo y cantando. Cuando llegamos al Casino, nos encontramos con un gran pelotón de gente.
-¿Has dicho algo sobre que estaríamos aquí? - Le pegunté intentando aparcar sin atropellar a nadie.
-Yo solo he subido una foto tuya - me dijo sin tener idea de que hacia toda esa gente ahí.
-¿Qué has subido qué? - Le pregunté sorprendido.
Me enseñó la foto que había subido de yo enseñándole el dedo corazón. Yo al ver la foto me puse pálido.
-¡Pero que parezco un jodido anormal! - Me queje aun sorprendido mirando la foto que Gustabo me enseñaba con el móvil.
Mientras yo lo miraba mal, él empezó a reír. La gente empezaba a golpear los vidrios y, por la ventana del lado de Gustabo, pude ver como unos guardias de seguridad empujaban a la gente para hacer un pasillo hasta la puerta del casino.
Me baje yo primero del coche, para rodearlo y abrirle la puerta a Gustabo como si fuera alguien de la realeza. Él salió brindándome una sonrisa.
Él caminaba delante, a unos pocos pasos de mi, no quería molestar a sus fans.
Gustabo, mientras caminaba a paso lento, se iba girando para ver si yo seguía siguiéndole. En una de estas, se me quedo mirando y me hizo una señal con la mano para que fuera con él. Yo aceleré mi paso, hasta quedar a su lado. Cuando llegue, él me agarro de la mano con fuerza, yo me sorprendí por su acto, pero luego pude sentir como su mano temblaba, lo mire y pude notar que tenia la cara de cuando quería irse de algún lugar. Apreté nuestro agarre y lo lleve hasta dentro rápidamente, mientras las personas de fuera seguían atosigándonos con sus cámaras y flashes.
Al llegar dentro, lo mire fijamente, él me soltó la mano.
-¿Te encuentras bien? - Le pregunte.
-Si, solo que aun me agobian los flashes, las multitudes y los lugares llenos de ruido - me dijo restándole importancia.
Yo sabía sobre los problemas que él tenia con la gente y los ruidos, y sabía que realmente lo pasaba mal cuando hacía eventos y conciertos.
Le di un corto abrazo y caminamos en silencio hasta la planta VIP del Casino, que había reservado para el CNP. Le enseñe mi documentación a los guardias y nos dejaron pasar al ascensor que nos llevaría a la planta donde se encontraban todos.
Al llegar, las puertas del ascensor se abrieron y pudimos ver a un montón de gente hablando tranquilamente, con un baso o una copa de cristal.
Con la mirada, empecé a buscar entre la gente a Volkov. Lo divise en una mesa junto a Greco y un nuevo alumno. Le agarre la mano a Gustabo para que me siguiera hacia ellos.
Al llegar a la mesa, vi como el nuevo alumno, que llevaba una cresta, miraba con gran sorpresa a Gustabo, me gire para verlo y pude verlo con una expresión un tanto nerviosa.
-¿Os conocéis? - Les pregunté a los dos.
-Sí... Él es Horacio, es como mi hermano - me respondió Gustabo, aún evitando mi mirada.
Me sorprendí, porque, a pesar de todo lo que nos hemos contado, nunca me dijo sobre su "hermano".
Nos quedamos en un silencio algo incomodo, nadie parecía querer interrumpirlo. Hasta que Greco lo rompió.
-Por cierto, Conway, que pedazo de outfit - me dijo Greco con una sonrisa burlona, terminando con ese extraño silencio y creando un entorno más cómodo con su broma.
De repente todos giraron su mirada hacia mi.
-Vuelves a decir algo y te degrado con la porra - le amenace como de costumbre.
-Vale, tranquilo, solo era una broma - hablo Greco alzando las manos en señal de paz.
"-Son unos capullos" - pensé.
-Bueno... Gus, ¿Vamos a por más bebidas? - Dijo Horacio levantándose y poniendo su brazo entre el de Gustabo -. Ahora volvemos - finalizo, llevándose a Gustabo hacia la barra.
Cuando nos quedamos los tres solos, el silencio volvió a reinar.
-¿Y qué rollo os lleváis Gustabo y tu? - Dijo Greco volviendo a interrumpir el silencio.
-¿Cómo que qué rollo? - Le pregunté haciéndome el desentendido.
-Conway no se haga el bobo - habló poniendo cara de anormal, que insinuaba algo que ni yo sabia si existía.
-Que no nos llevamos ningún rollo de el que estas pensando, solo somos amigos - le dije ya un poco cabreado, este hoy terminara yéndose a casa calentito.
Pasaron unos 10/20 minutos, y Horacio y Gustabo no habían vuelto aún. Decidí ir a buscarlos, porque me parecía extraño que no hubieran vuelto ya.
-Voy a buscar a esos dos, aún se habrán perdido - avise a Greco y Volkov, para girarme e ir a buscarlos.
Cuando estaba a punto de llegar a la barra, veo un cúmulo de gente y un hueco en el medio, fui apartando a las personas para ver de quien se trataba.
Cuando lo vi, diría que algo broto dentro de mi. Sentí como si me hubiera subido a una montaña rusa. ¿Eso era lo que es conocido como mariposas en el estomago?
Pues probablemente.
Delante de mi, se encontraban los hombres que buscaba, estaban bailando con un baso en la mano, ahora ya sabia donde estaban nuestras bebidas, parecía que se lo estaban pasando en grande.
Estuve un rato mirando como los dos bailaban en su mundo. Horacio bailaba intensamente, y Gustabo intentaba imitarlo, se les veía felices, creo que empezaba a entender porque se consideraban hermanos.
En un momento, donde estaba observando a Gustabo bailar, él, por unos segundos, dirigió su mirada hacia mi, y nuestras miradas conectaron por unos instantes. Al notar como, inconscientemente, mis mejillas se tornaban de un color carmesí, mi corazón se aceleraba y una inocente sonrisa se formaba en mis labios, supe que ya estaba perdido.
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