—PROLOGO—
El castillo Hyrule, donde habitaba la familia real, descendientes directos de la reencarnación divina de la diosa que fundo el reino.
En ese momento, aquel reino, por más normal que pareciera ese día, era uno realmente especial. Pues ni más ni menos que el mismísimo rey de Hyrule estaba angustiado.
La intriga y la preocupación en su interior se había acumulado desde el momento en que mando, a los que los capitanes de su ejército enviaron como candidatos, al Bosque de Hyrule.
"Me pregunto que pasara... ya está por anochecer y no volvió ninguno de los soldados... abre cometido un error?"
El rey había estado pensando en los jóvenes que envió, la mayoría eran caballeros comunes, enviarlos a un lugar tan lejano y peligroso.
Previamente el rey en persona había visitado ese lugar, personalmente experimento lo que es estar perdido en el bosque perdido... sabía perfectamente lo que se podía esperar de ese lugar.
Recordando los días enteros que paso dentro de ese bosque hasta que encontró la salida... y también recordando lo que encontró una vez fue capaz de ingresar el bosque perdido.
Antes de enviar a sus soldados, él había apostado algo que la familia real cuidaba con sus vidas.
La espada maestra.
Una espada legendaria, la legenda de un héroe que traería paz empuñando esa espada se había transmitido de generación a generación... y ahora esa espada había sido incrustada en el lugar donde se suponía debía estar desde hace mucho tiempo.
A pesar de saber que nadie que no se la mereciese podría portarla, sentía preocupación... no solo por la espada, sino que también por la salud de los "participantes".
Pero aún tenía una esperanza en el... esperanza de que alguien llegara con la espada, pues sabía que, a partir de ese momento, su papel como rey cambiario por completo... y el de su hija comenzaría.
Y asi hubiera seguido, perdido en sus pensamientos... si no fuera porque un soldado entro por la gran puerta.
Corriendo se aproximó, se inclinó y seguido comenzó su noticia.
—Mi señor! ¡Vengo a informarle acerca de los candidatos enviados esta mañana! —
—Perfecto, entonces, ¿qué noticias me tienes? —
El rey sonaba preocupado... y era normal, la mirada del soldado que entro era de preocupación, se notaba tan cansado como si hubiera corrido por todo el reino... no eran buenas noticias.
—Mi señor! ¡Informarle que 11 de los 14 soldados enviados acaban de regresaron! 5 de ellos con heridas graves! 2 de ellos con heridas leves! 2 de ellos incapacitadas y retirados de las fuerzas armadas de Hyrule! ¡Y por último se confirmaron 2 bajar por parte de los enviados por parte del capitán del sector de vigilancia C externo y B interno! ¡Ya se notificó a los capitanes de los escuadrones sobre el estado de todos sus soldados! —
11 de 14 no lo habían logrado, 2 tienen la vida arruinada y otros dos habían perdido sus vidas.
"ya veo... realmente es una lástima... espero que sus familias logren perdonarme algún día..."
—Es... un verdadera lástima escuchar esa noticia... personalmente me encargare de que los dos caídos tengan todos los honores en un entierro digno... también de compensar a sus familias por tal sacrificio y honor, me encargare de que los dañados de por vida reciban una compensación de por vida, y a los heridos les daré una recompensa por haber cumplido con su misión. —
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COMO QUE NO SE SUPONIA QUE FUERA YO!? (T/n x Zelda)
Fanfictionun heroe nacio... de cabello oscuro y de pobre moral, miedoso y con ganas de salir corriendo ante el peligro. Ahora que hay un espacio vacio en la legenda, el rey de Hyrule se vio obligado a buscar alguien que encajara en ese destino... y aunque lo...