COMO QUE NO SE SUPONIA QUE FUERA YO!? (T/n x Zelda)

CAPITULO 8: UN REENCUENTRO SORPRESIVO

— PROLOGO —

¿Que podría ser mejor que una caminata despues de un viaje tan largo? Despues de estar tanto tiempo sentado, una caminata tranquila servía mucho para poder relajarse. Tal vez el lugar no era de lo mas lujoso, ni de lo mas limpio... de hecho, los vientos hacían que la arena del exterior de la ciudadela entrara y terminara en algunas ocasiones dañando los ojos de las personas... pero quitando eso y caminar sobre básicamente tierra, poder caminar era realmente relajante.

Zelda había entrado a la ciudadela y estaba siendo guiada por dos soldados gerudo hacia el palacio de la matriarca, estaba esperando por una audiencia, ese era el propósito de su viaje despues de todo.

"Cuanto tiempo paso desde la última vez que estuve aquí? Parece que no cambio mucho, las gerudo siguen siendo enormes y musculosas... ¿tal vez deberia hacer ejercicio yo también?"

A lo largo de la caminata hasta el palacio, Zelda estuvo mirando los alrededores, veía los comercios y las cosas que vendían desde lejos con curiosidad, deseaba poder acercarse y ver que vendían en esos puestos, lamentablemente no podía desviarse en ese momento.

El sol era intenso y el calor era notorio, y con ese calor la princesa Zelda llego al palacio.

—Disculpe princesa, entrare a avisar sobre su llegada a la matriarca. — Dijo la soldado que la escoltaba, dejando a la princesa junto a las guardianas de la entrada al lugar.

"Me pregunto cómo estará Urbosa, paso tanto tiempo desde la ultima vez que la vi."

Zelda ya había estado anteriormente en la ciudadela gerudo, la primera vez que fue a ese lugar fue cuando era una niña recién nacida, a partir de ahí solo había visitado ese lugar en otras dos ocasiones por razones políticas.

Siendo una princesa, incluso siendo una niña tenia que actuar de una manera cordial, no podía solo salir a jugar en todas las ocasiones y tampoco podía salir explorar como tanto le gustaba, siempre terminaba siendo escoltada por guardias o retenida por su padre para que se presentara y diera presencia.

"Una vez termine de hablar con Urbosa, podre salir y por fin tener algo de tiempo para mí misma. Este lugar tiene tantos lugares que no conozco, ¡cambio bastante desde la última vez!... ¿dónde iré primero? ¿Tal vez a la sala de masajes? ¡OH! ¡Puedo ir al mercado de frutas! ¡O tal vez la panadería! ¡Escuche que se está haciendo popular una dona hecha de flor bomba!"

Mientras que Zelda se perdía más y más en sus pensamientos, no podía evitar sonreír nerviosamente por lo emocionada que estaba de experimentas cosas nuevas, cosa que dejo bastante extrañada a la guardiana de la entrada al palacio, quien miraba de forma rara a Zelda.

"A-ademas, ¡también quiero intentar surfear con una morsa del desierto! ¡Oh! ¡¡También puedo explorar las ruinas de los alrededores!! ¡Quien sabe que podría encontrar!... ¡OH! ¡ESPERA! ¡CIERTO! ¡EL SANTUARIO! ¿¡COMO SE ME OLVIDO!? ¡ESTAMOS AQUÍ PARA ESO! Vamos Zelda, ¡no te pierdas en el turismo! ¡¡¡Tengo que ir al santuario lo antes posible!!! ¡Quien sabe que pueda encontrar!"

... Entre tantas cosas en su lista de deseos, se estaba olvidando de lo que realmente le importaba, de lo que deseaba mas que nada... investigar el santuario, tal vez pueda incluso encontrar la forma de abrir este.

Para antes de que pudiera terminar de aclararse a si misma, la soldado que fue a solicitar la audición con la matriarca regreso.

—Princesa, tenga mis mas sinceras... ¿disculpas? —

"Jejejejeje ¡ahora sí! ¡Esta vez si lo lograre! Jaj-eh?"

—A-ah, ¿disculpas? ¿Por qué? —Dijo la princesa reincorporándose y quitando las muecas que estaba haciendo para mostrar de nuevo un rostro sereno y sonriente.