COMO QUE NO SE SUPONIA QUE FUERA YO!? (T/n x Zelda)

CAPITULO 4: ¡UNA MAÑANA AGITADA!

— PROLOGO —

Eran las 6AM, los pájaros cantaban, el sol brillaba, las personas despertaban para iniciar su jornada y los distintos animales se empezaban a levantar.

El ánimo no había cambiado, las personas Vivian como siempre. La vida era tranquila en la ciudad... pero el castillo era distinto.

En el castillo, en ese mismo momento, cierto Rey llamo a traer al hombre responsable por la que un ex soldado con nulas habilidades con la espada fuera elegido por la espada maestra como su portador.

Tras un estudio medico por los micro infartos y paros cardiacos que sufrió la mañana anterior, que lo dejaron en camilla hasta esa mañana debido a la, recién descubierta, ineptitud del héroe que había enviado para proteger a su hija.

Aquella persona quien lideraba el escuadrón al que pertenecía en su momento aquel héroe, estaba de rodillas frente al trono, frente al rey.

El rey de Hyrule estaba intentando mantener la calma, miro con desdén al capitán del escuadrón P1, quienes se supone vigilaban la entrada principal al reino y de la protección de los hylianos que Vivian cerca de la misma entrada.

Por su lado, el capitán del escuadrón P1 estaba sudando frio.

Esa misma mañana, Ese capitán había sido levantado a gritos por soldados enviados por el mismo rey para traerlo, tumbaron su puerta y lo llevaron en ropas menores frente al rey.

Su aspecto era indigno de un soldado de tan alto rango, su nerviosismo dejaba visible su claro miedo y confusión por la situación.

Así pasaron tres minutos, minutos en los que el rey pensó en miles de maneras de castigar a aquel hombre. Tres minutos en los que el capitán del escuadrón P1 pensó que moriría.

El rey entonces tomo aire e inicio el "juicio".

—Entonces... seguro se pregunta el porque mande a llamarlo.

El capitán solo asintió con miedo ante esa declaración.

—Tienes algo que decir en tu defensa? Tal error es difícil de justificar, pero te permitiré un intento.

El rey estaba enfadado, su hija estaba sin ninguna persona en la que el confiara para protegerla en camino a un lugar peligroso como el desierto Gerudo, incluso si la ciudadela era un lugar seguro, hasta llegar a esa ciudadela se tardarían como minimo cuatro días... cuatro de días enteros en los que podrían ser asaltados o ser víctima de un secuestro por ser la princesa de Hyrule.

—M-mi señor! ¡Le juro qu-que eliminare esos rumores! ¡Le juro que esas prostitutas fueron enviadas a molestarme en la plaza pública por órdenes de alguien! ¡Lo juro! ¡Yo ni las conocía!

—... que?

—S-si! ¡Se lo juro! ¡Limpiare mi nombre! Encontrare a los culp-

—NO ES POR ESO QUE TE LLAME!

—... a no?... entonces?

—El soldado que seleccionaste para héroe, T/n.

—... a.

En ese momento, el capitán sintió como un balde de agua fría cayendo sobre el, estaba básicamente temblando de miedo.

—Aquel soldado que enviaste resulto ser un inútil! ¡No supero el entrenamiento mas básico! ¡¡¡Y lo que es peor, CUANDO LO DESCUBRI HABIA SALIDO COMO ESCOLTA DE MI HIJA HACIA EL DESIERTO GERUDO!!! ¡¡DEBIDO A TU ERROR MI HIJA ESTA BAJO PELIGRO!!

—...

El capitán simplemente cayo y bajo la cabeza, ¿Qué se supone que dijera alguien en su situación? ¿Cómo se excusaría? El ni siquiera sabía que T/n había sido elegido, el pensó que había muerto o escapado por miedo... ahora resulta que no solo fue elegido, sino que gracias a eso fue enviado como escolta de la princesa a un reino lejano con una de las rutas mas peligrosas existentes hasta la fecha.