𝑴𝒚 𝑺𝒆𝒅𝒖𝒄𝒕𝒊𝒗𝒆 𝑭𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅 ⊰ [2Yeon] G!p

Tres:

—Oh vamos, por favor —Suplicó la omega. —Si consigues que Mina salga contigo, entonces Momo no se sentirá culpable por salir conmigo...

Incapaz de hablar por la audacia de su petición, Jeongyeon sólo pudo menear la cabeza, pero la castaña dominó incluso su pequeño logro, al enmarcarle la cara en sus manos. 

—¿No lo ves, Jeonguie? —Habló con voz ligera y amable, sin duda en deferencia a su estado de estupefacción. —Es la solución perfecta. De hecho, es la única. Y será fácil. ¡Mina no se resistirá a ti! Después de todo, eres una alfa inteligente, rica, atractiva, sexy... —Casi ronroneó esa última palabra. —Y, mejor aún, la siguiente en la línea para ser Presidente de Jyp Resort Corporation. Eres irresistible, reconócelo —Añadió con sonrisa confiada. —Por ser una omega dedicada a su carrera, aunque Mina te considere la idiota más grande de la historia, no salir contigo sería la peor decisión profesional que podría tomar.

Jeongyeon sintió una cierta dosis de satisfacción al agarrar sus muñecas, apartar sus brazos, inclinar y pegar la nariz a la suya, para al final responder a su ridículo pedido.

—No. —Fin.

—No, ¿qué? —La omega parpadeó, incrédula de asombro.

—No. No pienso caer ante tu sonrisa dulce, unos pocos halagos o alguno de los trucos de omega con los que acabas de intentar convencerme. Y no, no voy a pedirle a Hirai Mina que salga conmigo.

El intento de Nayeon de soltarse, hizo que pegara su torso al de Jeongyeon. Su furia era tan evidente como el subir y bajar de sus pechos contra su camisa y su rostro acalorado.

—Ella... se hace llamar... Myoui Mina, para que lo sepas. —Aclaró, extrañamente agitada ante ese acercamiento.

—Puede hacerse llamar como mejor le plazca, eso no altera el hecho de que está casada con Hirai. —Musitó cuando la castaña trató de soltarse con más vehemencia, algo que la más alta le negó durante unos segundos, tentada a meterle cierto sentido común en la cabeza. Pero cuando ese impulso benigno se vió dominado por uno más perturbador de hacerle perder el sentido con un beso, Jeongyeon la dejó libre. 

De inmediato lo lamentó, al darse cuenta de que Nayeon empleaba todo su cuerpo para soltarse. Sus esfuerzos fueron en vano, y un segundo después la omega terminó con el trasero en la alfombra. En el acto se puso en cuclillas a su lado.

—¡Nayeon! ¿Te encuentras bien? Cariño, lo siento —Extendió una mano para ayudarla a incorporarse. —No esperaba que...

—¿Cuánto lo sientes? —Los ojos le brillaron con una travesura y una expectación casi infantiles.

—No, no tanto. —Aseguró la pelicorta, meciendo la cabeza.

—Lo cual demuestra que hablar es fácil. —Le apartó la mano en un manotón. —Si de verdad lo lamentaras, aceptarías invitar a Mina. Es lo menos que puedes hacer por tirarme al suelo y lastimarme el trasero.

—¡No te tiré al suelo! —Jeongyeon apretó los dientes. —Y si pensara que serviría para algo y le daría algo de cordura a tu tonta cabeza romántica, te azotaría el trasero. —Ladeó una sonrisa.

—Y si yo pensara que serviría para algo... —Repitió con ardor, poniéndose de pie con una rapidez que le proporcionó a la alfa una tentadora visión de sus piernas. —, apelaría a tu gentil corazón y te pediría que lo reconsideraras ¡Pero es evidente que no tienes corazón, Yoo Jeongyeon!

—¿Sí? Bueno, otra cosa que no tengo es tiempo para quedarme contigo y correr, otra vez, el riesgo de que me manipules. —Dijo más enfadada que lo que justificaba la situación, recogió unas carpetas del escritorio. —Nos vemos luego, tengo una reunión a la que asistir.

—¡Jeongyeon, aguarda! —Le agarró el brazo. La expresión en su cara era una mezcla de súplica y cálculo. —¿Y si te prometiera cocinarte durante una semana por sólo invitar a Mina a comer? —Jeongyeon meció la cabeza nuevamente.

—Paso. Las dos sabemos que eres una paciente potencial de urgencias cada vez que entras en una cocina, lo mismo le sucede a cualquiera que coma tus platos. —Presionó la mandíbula, al ver la decepción con la que importaban sus palabras, pero es que era tanta verdad.

—¿Y si te contara que hace dos semanas empecé a tomar clases de cocina? —Musitó con un mohín tierno. Jeongyeon observó la mano de dedos largos que la sostenía de su brazo y tragó.

El anuncio la sorprendió bastante, ya que siempre había dicho que en cuanto encontrara a la "Alfa Perfecta" dejaría de ser autodidacta en la cocina y asistiría a clases de cocina. Pero, a pesar de las ideas equivocadas que giraban en su cabeza, Hirai, casada o no, no era su alfa perfecta.

—Diría... —Respondió ahora con los puños apretados, para intentar contener su aroma que comenzaba a destacar ante su creciente frustración. —, que si supones que con eso me vas a convencer, te equivocas. Ahora mismo la única lección que necesitas, Nayeon, es no jugar con alfas casadas. Un plato caliente no es lo único que puede quemarte los dedos.

—Jeongyeon, por favor. —Suspiró profundo, aquellas actitudes en aquella alfa comenzaban a exasperarla, ¿Acaso era demasiado pedir? Para Nayeon, era como pedirle que sumara dos, más dos. 

—Lo siento, Nayeon, pero ya dije que no. —Acentuó —Si lo que quieres es fastidiar tu vida, adelante, depende de ti. Pero no esperes que te ayude. —Se soltó de su agarre al fin.

Dejó a la omega sola en su despacho, sabiendo que no tenía más que dos opciones para tratar el asunto: Podía pasar por el departamento de diseño de camino a la reunión y darle un puñetazo a Hirai Momo por tontear de ese estúpido modo con Nayeon, o bien podía comportarse de una manera racional y mantenerse al margen hasta que Nayeon recuperara el sentido común ¡Y luego darle un puñetazo a Hirai por tontear con Nayeon!

No recuerdo cuando dejaban de ser tan cortitos los capítulos jajaja 

Luego publico uno más.

¿Acaso está tan interesante como yo lo veo?

Buenas tarde para ti, tu JazUnnie🌻