Llegando al aeropuerto de la isla, Jeongyeon la recibe con una sonrisa que la omega reconoció como nerviosa y desesperada. Y no solo su extraña expresión de horror, sino aquel su impregnante aroma a canela, quien la evidenciaba demasiado alterada de lo normal.
—¡Será mejor que tengas una buena excusa, Yoo Jeongyeon! —Soltó la castaña, mientras caminaba a su encuentro.
—¡Dame un abrazo! —Demandó ella fingiendo un extraño ánimo en su voz y bloqueándole el paso, cuando la omega se dirigía a buscar sus maletas al área designada.
—¿Qué? —Nayeon se vió emboscada por la alfa.
—Rodéame el cuello con los brazos. —Musitó la pelicorta, cuando la acercó a su cuerpo.
—Me gustaría ponerte una cuerda en el cuello... ¡Jeongyeon! —Exclamó, sin entender tanto cariño de su parte.
A Nayeon le costó mucho describir la sensación que la invadió al encontrarse envuelta en un abrazo de oso, con la cabeza apoyada contra su pecho. El intento de liberarse se vió impedido por la fuerza de la alfa, quien la ciñó contra su cuerpo con más presión.
—Actúa como si me hubieras echado mucho de menos, por favor —Le indicó en un susurro al oído. —Nos están mirando.
—¡En tu caso, sin duda te vigilan los loqueros! —Gruñó la omega, insistiendo en querer soltarse de sus largos brazos. —¡Jeongyeon, ya déjame! ¿Estás loca o qué sucede contigo? — Se removió entre sus brazos.
—Maldita sea, Nayeon —Siseó, rozándole el cuello con sus manos para sostener su mirada en la suya. —Sígueme. Actúa como si me hubieras echado de menos. ¡Pon algo de convicción! —Le pidió entre dientes.
—Lo único a lo que voy a poner convicción es a mi rodilla, cuando te golpee en la entrepierna alfa tonta. Ahora... —La mano que tenía en la nuca le echó la cabeza hacia atrás, dejando que al menos pudiera verle la cara. —¿Te importaría decirme...? —Ni siquiera tuvo tiempo de terminar la frase cuando lo que menos se iba imaginar que sucedería, sucedió y Yoo Jeongyeon tomaba su boca con la suya de modo intempestivo.
La alfa en cuestión, saboreaba los labios con demasiada efusividad, dejándola en estado de perplejidad. Así como no era nada halagador para el ego de Jeongyeon que una omega quedara petrificada en sus brazos, se consoló pensando que sólo se trataba de Nayeon, y que al menos había dejado de retorcerse. Lo único que le quedaba era esperar que estuviera demasiado aturdida, como para empujarla y abofetearla en cuanto la soltara, porque eso arruinaría su historia y cualquier posibilidad de asegurarse la transacción y el negocio con Kim.
Y si pensaba soltarla... en cualquier momento.
Sólo prolongaba el instante porque sabía que Kim Namjoon e Irene , en especial Irene, las estarían observando. El futuro inmediato de Jyp Resort Corporation dependía de un beso, de ese beso y era su responsabilidad hacer que pareciera convincente. Se comportaba así para exclusivo beneficio de su audiencia, no se trataba de nada personal, se recordó mientras sus labios saboreaban el gusto asombrosamente placentero del lápiz labial de Nayeon y percibía ese dulce y maravilloso aroma a frambuesas desde su fuente.
Su incansable dedicación a favor de los mejores intereses de la compañía se vieron frenados por una insistente presión en sus hombros, por lo que alzó la cabeza despacio y abrió los ojos para contemplar unos ojos muy abiertos que la miraban sorprendidos y atónitos. En realidad, en ese momento eran más oscuros, jamás había visto que los ojos de Nayeon tomaran esa profundidad de tono, o sí, quizás cuando caía la tormenta o cuando se enfadaba tanto, que parecía querer hundirla en lo más profundo del océano y abandonarla allí.
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𝑴𝒚 𝑺𝒆𝒅𝒖𝒄𝒕𝒊𝒗𝒆 𝑭𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅 ⊰ [2Yeon] G!p
Fanfic"Casi todas las mujeres no importa que fueran alfas, omegas o betas, todas encontraban irresistible a la alfa Yoo Jeongyeon, pero para Im Nayeon simplemente era la chica con la que había crecido. Una chica agradable, estupenda y sexy, aunque nada má...