Veintiuno:

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Cuando entraron en el despacho de Park Jinyoung, éste las saludó con abierto entusiasmo.

—¡Bien hecho! ¡Bien hecho!

El alfa estrechó la mano de Jeongyeon con fuerza en las dos suyas dejando un suave beso en una de ellas, luego se volvió hacia Nayeon y la abrazó con la efusividad reservada sólo para los cumpleaños y las navidades, plantándole un beso en cada mejilla. Si aquel viejo alfa no era igual de cariñoso con Jeongyeon, era porque ambas de sus ahijadas toleraban las muestras de cariño en intensidades diferentes.

Jeongyeon jamás había dudado del cariño que Park sentía por ellas dos, pero las demostraciones habían sido pocas y espaciadas. Lo cual sólo podía significar que su tutor, igual que ella, jamás había comprendido la satisfacción que le brindaba a Nayeon las muestras tangibles de afecto. Pero la alfa lo vió en ese momento en sus ojos y en la sonrisa que ensanchó e iluminó todo su rostro de un modo que le llegó al alma, en ese instante estaba más hermosa que ninguna omega que hubiera visto jamás. Se sintió extasiada ante la idea de que pudiera llevar a su bebé en su interior.

El cachorro de ambas. Una personita que las dos habían creado. Los sentimientos que el concepto produjo en ella, tanto mental como físicamente, estaban más allá de toda descripción y no pudo evitar que su aroma se desplegara por ello. Lo único que sabía era que Nayeon podía discutir todo lo que quisiera sobre que un matrimonio de verdad sólo podía existir si se basaba en el amor y que jamás se casaría de otra manera, pero de nada le serviría. Ella estaba muy segura del sentimiento de ambas y si llevaba a su bebé, también iba a llevar su anillo.

Si quería abrazar la fantasiosa ideología del amor y las almas predestinadas, perfecto. Jeongyeon nunca había creído en eso aunque en estos momentos luego de haber convivido esos días en Illusion Island, la habían hecho recapacitar y no podía negar que la idea de compartir su cama con Nayeon y abrazarla cada noche durante el resto de su vida ya habían enterrado su odio y aversión por el matrimonio, porque no podía dejar de imaginarse en todo aquello con Nayeon a su lado.

—De acuerdo, adelante, Jeongyeon —Instó el alfa mayor, sacándola de sus sueños eróticos con la omega. —Siéntense y pongámonos a hablar de nuestra última adquisición —Ordenó —¿Sabes, Jeongyeon? Eres una excelente negociadora. Como bien saben, ser propietario de una isla siempre ha sido mi mayor objetivo, pero me es imposible contarles lo que significa para mí tener el complejo de Illusion Island.

—No hace falta —Indicó la alfa —Tu sonrisa lo dice todo. Pero, como te expuse anoche por teléfono, no habría podido conseguirlo sin Nayeonnie.

—Exagera padrino, yo... —La omega comenzó a ruborizarse.

—No por lo que Kim Namjoon me comentó. —Intervino Daniel.

—¿Has hablado con Kim? —preguntó Jeongyeon, tras intercambiar una mirada alarmada con Nayeon. Esperaba que sólo fuera una alucinación.

—Sí, me llamó ayer a última hora, poco después de hacerlo tú. Parecía un poco alegre, aunque se rumorea que le gusta la bebida tanto como las omegas jóvenes. —Continuó —Al parecer va a venir a la ciudad en unos días y quiere que nos reunamos de modo informal —La expresión desesperada en la cara de Nayeon, reflejó la de Jeongyeon. —Naturalmente acepté... —Park calló, al observar a una desconcertada Jeongyeon y a una Nayeon demasiado pálida —¿Qué sucede? —Inquirió con tono cauto y ojos penetrantes —¿Hay algún problema o inconveniente con el trato, que no va a gustarme?

—Inconveniente es una palabra adecuada, ¿no crees Nayeon? —Comentó Jeongyeon, antes de aclarar la situación.

—Vamos, dejen esas miradas furtivas y respondan —Insistió el alfa —Es evidente que algo sucede y que yo desconozco. ¿De qué se trata?

𝑴𝒚 𝑺𝒆𝒅𝒖𝒄𝒕𝒊𝒗𝒆 𝑭𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅 ⊰ [2Yeon] G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora