𝑴𝒚 𝑺𝒆𝒅𝒖𝒄𝒕𝒊𝒗𝒆 𝑭𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅 ⊰ [2Yeon] G!p

Ocho:

Por la noche, Nayeon se distrajo mientras le daba los últimos toques a su maquillaje, cuando la toalla pasó volando junto a ella para aterrizar a medias sobre la silla delante del tocador. Se volvió y encontró a Jeongyeon apoyada con gesto negligente en la puerta. Llevaba una elegante blusa de seda negra y pantalones negros, pero tenía el pelo mojado y sin peinar y los pies descalzos. Nayeon abrió la boca, pero rápidamente se obligó a cerrarla al notarlo.

—Por favor, no tires cosas cuando me estoy aplicando máscara para pestañas. Al padrino no le gustaría que demande a la empresa por dejarme ciega. —Dicho eso, prosiguió con aquella acción de rizarse las pestañas. Como si no hubiera estado perdiendo sus ojos en la humedad de su cabello corto y de las gotas que se perdían por debajo de la blusa en dirección a su espalda, no, eso no había sucedido.

—Lo siento. —Se acercó al armario y sacó unos tacones —¿Te molesta que termine de vestirme aquí? —Para evitar la especulación y los rumores de los empleados de servicio, acordaron compartir el armario del dormitorio y dejar cosas por la habitación para que diera la impresión de que la ocupaba una pareja feliz. Pero la omega había insistido en que Jeongyeon usara el cuarto de baño para vestirse.

—Creo que mi corazón soportará que te pongas unos tacones junto a mi. —Le sonrió a través del espejo.

—Estamos en un hotel de vacaciones. ¿Crees que es necesario el tacón? Pensaba que bastaría unos converse, me duele el talón desde hace unos días... —Se quejó, esperando su opinión.

Dado su atractivo, su cuerpo atlético y su inconsciente sentido de la elegancia, Nayeon sospechaba que la aceptarían en una boda real incluso con unos jeans rotos y una camiseta de Metallica. Pensó en sugerir sandalias bajas porque temía que un vistazo de esa espectacular altura, haría que Irene se pusiera a babear, aunque cualquier cosa en ella parecía hacer babear a cualquier tonta omega.

—¿Tienes una de esas sandalias bajas? —Preguntó la castaña con interés y Jeongyeon bufó al asentir

—¿Cómo ésta? —Se dirigió al armario y sacó unas, se veían cómodas.

—Genial, funcionará —Se volvió hacia el espejo para continuar con el proceso de maquillarse, cuando toda su concentración se desvaneció al ver reflejada la imagen de su pecho femenino totalmente expuesto frente a ella, otra vez. Se le disparó el pulso.

—¿Qué haces Yoo, hablamos de zapatos no de...? —Exclamó, girando para verla, ahora, con el torso descubierto. Internamente, Nayeon se pidió a sí misma correr los ojos de su abdomen.

—Lo que me sugeriste. Cambiarme los zapatos, pero esa blusa no queda con los zapatos Nayeon. Dejaré la formalidad, pero no iré como un payaso —Indicó, mostrándole la prenda entre sus manos.

—Pe-pero... se supone que debes vestirte en el cuarto de baño. —Le dijo sin poder evitar recorrerla con la mirada. El sostén oscuro contrastaba en su clara piel, Nayeon se obligó a mirarla al rostro de nueva cuenta, o se perdería en su escote por segunda o tercera vez en el mismo día. Eso no era buena idea.

—Por el amor del cielo Nayeonnie, me cambio de blusa, no de sostén. Cuando hemos salido a navegar, me has visto con mucho menos. —Le recordó con una risita divertida.

Al notar que la alfa tenía razón, Nayeon concordó que la convertía en la omega más idiota y desconcentrada de toda la historia. ¿Cómo pudo no fijarse en ese par de pechos tan impresionantes como los que en ese momento tenía a unos metros de distancia? Era una de las cosas más tentadoras de tocar que había visto. No, no debía pensar de ese modo, no debía.

—Mira, si tanto te molesta, me daré la vuelta. —Jeongyeon acompañó las palabras con la acción, mientras se prendía unos botones —¿Mejor? —Consultó, pero Nayeon contuvo un gemido, al ver su espalda a través del espejo. Abrir la boca otra vez era arriesgarse más. El modo en el que esos pantalones ceñían su trasero y como la tela abrazaba sus omóplatos ¿Cómo no iban a caer las mujeres ante ella? Era tan atractiva de ver. —A propósito... —Continuó la alfa, mientras acababa de meter la prenda dentro de su pantalón y se ajustaba el cinturón —, tienes una línea de maquillaje que te cruza la mejilla. —Musitó, burlona.