Ella miró el despertador, luego se dió la vuelta y se negó a responder a los golpes en la puerta. Los pensamientos sobre la alfa que dormía en la otra habitación la mantuvieron despierta casi toda la noche, y Jeongyeon estaba loca si pensaba que la dejaría sacarla de la cama a esa hora tan intempestiva. Aunque la ola que de repente ondeó en el colchón de agua estuvo a punto de tirarla al suelo.
—¿Qué demonios...? —Una mano le tapó la boca.
—¡Shh! —El susurro de Jeongyeon sonó apremiante, su rostro aún recién despierto, alarmada ¡Y su magnífico cuerpo semidesnudo! Bueno, al menos de la cintura para abajo. Nayeon no se atrevió a mirar más abajo. —No subas la voz. —Le advirtió.
—¿Cómo entraste aquí? —Le agarró la muñeca y le apartó la mano. —Anoche puse el cerrojo.
—Lo sé. Tuve que entrar por el cuarto de baño —Frunció el ceño de solo recordarlo. —¿Por qué cerraste...? Olvídalo, hay alguien en la puerta.
—Pues ve a abrir. —Dijo como si fuera el paso más obvio a seguir.
—Escucha... —Maldijo cuando los golpes se hicieron más sonoros. —¿Hirai te vió anoche? —Ella sacudió la cabeza, más para despejarla que otra cosa, aunque la pelicorta lo tomó como una negativa. —De acuerdo, entonces nuestra mentira no ha sido descubierta, así que demos por hecho que es Irene quien...
—¿No podríamos empezar el día con una nota positiva y suponer que es la muerte? —Ironizó la omega, volteando los ojos.
—¡Ha, Ha! Ya he cerrado el sofá, —Se levantó de la cama, y gracias a la Luna llevaba short debajo de esa gran camiseta—, pero será mejor que salgas tú a ver qué quiere.
—¿Es que aún no lo has deducido? Chica, eres lenta. —Comentó aunque, sabía lo que esa omega estaba haciendo allí.
—Ponte esto —Hizo caso omiso del sarcasmo, la miró con desaprobación y alargó la blusa que se había puesto la noche anterior. —Una camiseta larga de un equipo de fútbol no sugiere una noche de pasión, ¿no lo crees?
—Es gracioso —Le quitó la blusa de la mano y le aclaró —, pero su dueña no pensaba lo mismo cuando me la regaló.
Nayeon observó satisfecha la mueca que provocó en la alfa con su comentario, se metió en el baño y rápidamente se cambió, decidida a no prestarle atención a la fragancia a canela imponente de aquella tonta alfa. Efectivamente el largo de la blusa le llegaba hasta poco debajo de los muslos y cubría menos que la camiseta.
—¡Date prisa, Nayeon! —Exclamó desesperada, aunque con la voz baja.
—¡Lo intento, maldita sea! —Abotonó la prenda y levantó el cuello para parecer sexy. —¡Ya voy! —Anunció, saliendo del baño. Al llegar a la puerta de la cabaña, se obligó a hablar con voz alegre. —¿Quién es?
—Irene —Fue la seca respuesta, desde el otro lado.
—Buenos días, Irene —Abrió y esbozó una amplia y falsa sonrisa. —¿Cómo estás? Cielos, ¿no es un día maravilloso? —Comentó Nayeon al taparse los ojos, ante los rayos de maravilloso sol que le iluminaban el rostro. Y si era un hermoso día.
Cuando la omega pelinegra la inspeccionó con descortesía de arriba abajo, Nayeon le devolvió el insulto y decidió que debía ser una de las raras ocasiones en que iba demasiado vestida. Así como el bodysuite y los pantaloncitos de la omega no dejaban mucho a la imaginación, no resultaban tan sugerentes como la blusa que utilizó la alfa la noche anterior, sin nada más debajo que unas bragas.
—¿Está Jeongyeon? Tengo que hablar con ella. —Se limitó a responder y Nayeon se recostó en el marco de la puerta, fingiendo pereza por una larga y agitada noche de pasión.
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𝑴𝒚 𝑺𝒆𝒅𝒖𝒄𝒕𝒊𝒗𝒆 𝑭𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅 ⊰ [2Yeon] G!p
Fanfic"Casi todas las mujeres no importa que fueran alfas, omegas o betas, todas encontraban irresistible a la alfa Yoo Jeongyeon, pero para Im Nayeon simplemente era la chica con la que había crecido. Una chica agradable, estupenda y sexy, aunque nada má...