Hook Me - Español

Encuentro

- Bueno, bueno, bueno... Que agradable sorpresa - Dijo el pirata mientras acercaba su garfio al pelo de la chica, acariciándolo.

-¿Qué te sorprende tanto?- preguntó ella mientras acariciaba el garfio con sus dedos.

- Lo fácil que ha sido encontrarte, y mejor aún, sin protección.

El pirata se rió de una manera fría e insensible, su garfio siguía enredándose en su pelo, tomando uno de sus rizos castaños.

-Parece que te he pillado desprevenida. Eso hace que mi trabajo sea mucho más fácil...

El pirata apuntó su garfio hacia ella, una luz helada brillaba en el metal.

-¿Qué te hace pensar que no puedo protegerme sola? - dijo ella de forma seductora, se aproximó a él, estaban muy cerca- ¿Uhm? - Entonces la chica puso una daga en el cuello del pirata.

-Oh. De verdad crees que ese cuchillo te salvará, ¿verdad? - el chico dejó escapar una risa fría y siniestra, a la vez que burlona.
- Dime cariño... ¿Qué hará tu cuchillo contra un garfio? - Dijo en tono sugerente, con un brillo travieso en los ojos. - Estoy esperando...

Ella lamió sus labios, mientras no dejaba de mirarle a los ojos.

- Quizas mi daga pueda hacerte una fea cicatriz en tu bonito cuello, pirata.

- Ah, ¿Enserio?

Sus ojos se iluminaron, y esbozó una pequeña sonrisa en la comisura de su boca mientras la observa lamerse los labios.

-¿De verdad te arriesgarías, cariño? ¿Solo para dejarme una cicatriz? - Sus cejas se levantaron con interés.

- Bueno, tú me amenazaste primero.

Harry pasó los dedos por su cintura y ella se estremeció.

- Pero tú sacaste tu daga primero, ¿no?

Su voz se vuelve fría una vez más, su mano desciende lentamente por su cintura, arriba y abajo, acariciándola.

- Si sigues así... ¿Quién sabe lo que podría pasar amor...?

Su voz se vuelve más amenazante, un brillo frio inunda sus ojos azules, que ahora eran del color de las profundidades del océano.

- Lo que va a pasar, - Ella movió suavemente la punta de la daga desde el cuello del pirata hasta su mejilla, acariciando su piel, él cerró los ojos por un momento - es que, si no dejes de amenazarme, voy a cortar esta bonita cara.

Su aliento se unió al del pirata, olía a ron, y su cuerpo a humo, y también a sal marina.

La respiración del pirata se cortó, mientras miraba la daga presionada contra su mejilla. Su mano cayó de la cintura de la chica mientras el calor invadía su cuerpo.

- Parece que tienes en tus manos mi mejor atributo, quizás el segundo - Dice, con una leve risa. - Y dime, ¿qué me harás, cuando estoy en una posición tan indefensa?

Paseó la daga a por su mejilla, lentamente, mirando sus ojos, con sus labios muy cerca de los de él, mezclando sus respiraciones. Mientras su otra mano acariciaba el pecho del pirata.

- Nada. - La chica se dió la vuelta y empezó a correr en dirección contraria.

- ¡Oye! ¡Vuelve aquí!

Él levantó el brazo en protesta porque ella lo dejara allí plantado.

- ¿Cómo te atreves a calentarme de esa manera y luego salir corriendo? ¡¡Deberías estar avergonzada!!

Volvió a bajar la mano antes de suspirar.

- ¡Ni siquiera sé quién eres!