DOS

12.4K 1K 208
                                    

Dan se encontraba encerrado en uno de los baños más cercanos que pudo encontrar. Se sentía caliente y desesperado por encontrar la calma. Había llamado a Dog-Gyun por teléfono, pero el chico no respondía. El castaño se tapaba la boca para no dejar salir los gemidos que inconscientemente generaba. Se sentó en la tapa de la taza y trató de respirar profundamente, sin embargo, en ese mismo instante, el mismo aroma a pino y bosque se hizo presente.

―Si estabas en celo, no debiste de haber venido―escuchó la voz profunda de Jaekyung. ―Hasta en el pasillo se percibe tu aroma a gardenias, omega―agregó el pelinegro.

Dan bajó la mirada y notó que frente a la puerta se podían apreciar unos tenis blancos.

―No estaba en celo, fue por tu culpa, idiota―respondió Kim Dan haciéndose el fuerte y tratando de no gemir ante la varonil voz del jugador.

― ¿Mi culpa? Yo debería culparte, también estoy entrando en celo―respondió Joo.

Ambos chicos estaban empezando a desesperarse. Jaekyung regresó hasta la puerta principal de los baños y la cerró con seguro, para que ningún otro alfa entrara. Kim al escuchar tal acción, no lo pensó dos veces y abrió el cubículo del que se encontraba. La realidad era que no quería verse, pero el ardor en el cuerpo se hacía más fuerte.

Joo al ver el rostro del omega sintió como su lobo despertó completamente. Es nuestro, susurró la conciencia licántropa.

―Debo sacarte de aquí―dijo el pelinegro.

―No aguanto. Me duele y tengo mucho calor―le respondió Dan.

―Estás demente si crees que voy a tener sexo aquí―contraatacó Jaekyung.

Lo siguiente que hizo fue quitarse la sudadera y se la puso encima al omega.

Minutos más tarde, ambos iban en el auto del pelinegro. Kim Dan estaba desesperado por poder liberarse, no obstante, no quería tocarse frente al alfa. Unos instantes más tarde, los cuales fueron una eternidad para Dan; ambos se encontraban en el departamento de Joo. Por más que Jaekyung se contenía por sacar su celo a relucir, no pudo y terminó sosteniendo las caderas del castaño para luego darle un gran y apasionado beso, Kim le respondió pasando sus brazos por el cuello del alfa. Joo, no perdió el tiempo llevando sus manos a los glúteos de Dan para darles un pequeño apretón haciendo que el castaño gimiera en medio del beso. El pelinegro le dio una pequeña señal al omega para que diera un brinco y enrollara las piernas en su cintura. Mientras, los besos continuaban, dándose pequeños espacios para respirar.

Jaekyung lo cargó hasta su habitación para posteriormente acomodarlo en la cama. El alfa se alejó un poco de su acompañante para apreciarlo. Kim Dan se encontraba con ojos llorosos, pupilas dilatadas, mejillas sonrojadas y de sus hermosos labios rosas salían pequeños jadeos.

―Ya no aguanto, Jaekyung. Estoy muy mojado―comentó el castaño soltando un pequeño gemido y moviendo sus caderas para poder sentir el miembro despierto de su acompañante.

El pelinegro soltó un gruñido al escuchar las palabras de Kim, por lo que se despojó rápidamente de sus ropas para posteriormente también quitar la ropa del omega que soltaba gemidos y jadeos. Por otro lado, Dan nunca había tenido un celo tan caliente como el de estos momentos, su conciencia lobuna le susurraba que Joo era el indicado.

El alfa abrió las piernas de su acompañante, observó que de su ano comenzaban a salir fluidos, lo cuales ayudaban a lubricar la entrada del chico.

No lo pensó dos veces y hundió un dedo sin avisar, lo que ocasionó que el omega soltara un gemido alto.

―Veo que ya estás listo para recibirme―comentó el alfa mientras tomaba su propio miembro y rozaba la punta en la entrada del chico.

―Solo métela, ya no aguanto―le respondió Dan moviendo sus caderas, creando una deliciosa fricción.

Joo Jaekyung lo penetró de una sola estocada haciendo que Dan arquera la espalda. Primero comenzó con lentas y tortuosas estocadas para posteriormente tomar un ritmo mucha más rápido. En su rato de lucides, Dan recordó que Joo no se había puesto preservativo, sin embargo, ya era muy tarde y sabía que no podría parar al alfa que estaba arriba de él.

Jaekyung cambió posiciones haciendo que Dan quedara arriba. Le proporcionó una nalgada en modo de alentar al omega para que empezara a saltar encima de él. No más de cinco minutos estuvieron así hasta que ambos sintieron que llegaban al clímax. El pelinegro se vino dentro de Kim anudándolo, mientras que el castaño mordía el hombro del alfa, pues que el dolor era muy fuerte, nunca nadie antes lo había anudado.

―Jaekyung, no usamos preservativo―dijo jadeando Kim Dan.

―Mierda. Solo toma la pastilla y listo―dijo desinteresado el chico.

Kim solo rodó los ojos, pues sabía que el alfa no iba a ser cariñoso. Sin embargo, no sabía como diablos iba a comprar la pastilla, pues necesitaba recita médica y claro, dinero que su madre no le daría a menos que fuese para algo escolar. Por suerte, una vez Dong le había hablado de unos tés para poder abortar. Esos sí los podía comprar.


NOTA: Hola

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

NOTA: Hola. Ya empezamos rápido y fuerte, hermanas. Y eso es porque probablemente esta será una historia muy pequeñita, pues solo quiero sacar lo que ronda por mi mente. Espero les esté gustando. Lamento si las escenas sexuales no son muy buenas, apenas ando practicando mi escritura en el ámbito erótico jaja. Gracias por votar y leer. :3  

Dan's Secret (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora