DOS /Segunda Parte/

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Joo Jaekyung se encontraba en su oficina, pues se encontraba terminando unos reportes sobre la nueva línea de ropa que sacaría su empresa. Sin embargo, no toda su atención se encontraba en el trabajo, ya que no podía sacar de su mente al omega y a su pequeño. Sentía y aún recordaba los olores mesclados de las dos personas, pues reconocía esos dos mismos aromas desde la preparatoria, ya que era sabido que Kim solo había asistido a las últimas clases y él más que nadie reconocería a kilómetros el aroma a gardenias.

Por lo tanto, esa vez en el kínder de su sobrina, sintió ese delicioso olor, pero trató de ignorarlo, hasta que vio al castaño junto a él. Dejó de redactar en su computadora y decidió recostarse un poco en su silla, sabía que necesitaba hablar con Dan y saber todo, una gran necesidad inexplicable le hacía querer correr hasta el omega y su cachorro. Eres tan tonto, humano. Jaekyung escuchó la gruesa voz de su lobo, solo pudo rodar los ojos ante el comentario.

Últimamente, su lobo no lo baja de tonto, imbécil e idiota. Pero sabe que se lo merece.

―Lily, por favor llama a Ahn Jiwon, dile que lo veré hoy en la noche para cenar, tengo que hablar con él. Que no falte―habló el pelinegro por el intercomunicador a su secretaria.

―Claro que sí. ¿Hago la reserva en el restaurante italiano de siempre? ―respondió la secretaria.

―Sí, por favor―dijo Jaekyung.


Por la noche, el alfa le dio sus llaves del BMW al valet parking del restaurante. Cuando entró, lo dirigieron a su mesa donde ya se encontraba su querido mejor amigo tomando una copa de vino.

―Ya que tu vas a pagar, pues no me detengo en pedir lo que quiero―dijo Jiwon ante la mirada de Joo.

―Qué abusivo eres―respondió el pelinegro mientras llamaba a un mesero.

―Hermano, estás forrado en dinero. Dale las gracias a papi―dijo en tono de burla el otro alfa.

―Cierra la boca―dijo Joo rodando los ojos.

Jaekyung pidió su cena y otra botella del vino que Jinwo había ordenado.

―Ya dime para que me quieres. Se me hace raro que me invites a cenar―habló el alfa con aroma a café y chocolate.

―No te estoy invitando, tu vas a pagar tu parte―dijo Joo casi riendo al ver la expresión del chico. ―Como sea, hace unos días vi a Kim Dan y a su cachorro, ¿qué sabes de eso? Y no me niegues nada, eres el novio del mejor amigo del omega― agregó el pelinegro.

―Jaekyung, ese tema es algo que no me concierne. Sí, soy novio de Gyun, pero no amigo de Dan y aunque lo fuese, no te diría nada, no es mi responsabilidad.

―Ahn Jiwon, quiero saber que pasó.

―Si tanto quieres saber, ve a buscar a Kim Dan. Te la pongo fácil. El chico trabaja en la cafetería donde amas los pasteles y donde una vez nos peleamos con otros comensales. Solo en eso te puedo ayudar.

La seriedad con la que Jiwon habló, le dejó claro a Jaekyung que no le daría más información y que le costaría mucho hacer hablar a Dan. Te lo mereces. Habló su conciencia lobuna, estaba empezando a odiarla.


Para el día viernes por la mañana, Joo se encontraba indeciso si entrar al recinto o mejor alejarse y pensar mejor las cosas, no obstante, su mirada se encontraba en Kim Dan, quién estaba muy concentrado partiendo rebanadas de pastel. El alfa dio un respiro profundo y se animó a entrar. La campana sonó alertando un nuevo cliente, pero Kim no volteó.

―En un momento lo atiendo, puede tomar asiento―habló el omega sin ver a la persona.

No obstante, ese olor a pino y bosque le hizo subir su mirada. Ahí estaba otra vez, el padre de su hijo. Joo iba vestido con un traje color gris hecho a la medida y zapatos italianos perfectamente lustrados. Se veía muy guapo.

― ¿Qué haces aquí? ―preguntó Kim tratando de no sonar sorprendido.

―Me gustaría hablar contigo―habló Joo por primera vez.

―Estoy en horario laboral, no puedo atenderte―dijo Dan viéndolo a los ojos.

―No veo a ningún cliente―respondió el alfa.

―Pero tengo otras cosas que hacer―contra atacó Kim. Ambos se quedaron viendo a los ojos. El ambiente se sentía pesado y los aromas se mesclaban.

―Solo dame una oportunidad―dijo Joo.

―No tengo que darte ni una oportunidad cuando tu claramente dijiste que no querías saber de mí, después de que nos acostamos―expresó su molestia Dan.

―Lo sé, maldita sea. Pero quiero hablar del cachorro que tienes―Jaekyung comenzaba a desesperarse.

―No tiene porque importarte. No es tu asunto―Kim trataba de no sentirme mal por las feromonas que el alfa estaba soltando.

Jaekyung sacó una de sus tarjetas de presentación.

―Esta es la dirección de la oficina donde trabajo, quiero verte ahí mañana por la tarde. Vamos a hablar, Kim Dan― dijo severo el pelinegro, y sin recibir respuesta salió del lugar.

Dan por fin pudo soltar todo el aire que estaba reteniendo. Tomó la tarjeta que el alfa dejó en el mostrador y después de darle un pequeño escaneo la rompió en pedazos para después tirarla a la basura. Si Jaekyung quería saber de su hijo, le iba a costar. Una cosa era no haberle dicho que estaba esperando un hijo y otra era que lo haya tratado indiferente después de que ambos pasaron su celo juntos.

Dan sabía perfectamente que el alfa había sentido el ligero cambio de aroma en él cuando estaba embarazado y, sin embargo, no hizo ni un movimiento por querer saber que más pasó. Si Joo Jaekyung pensaba que iba a correr detrás de él para explicarle todo, estaba muy equivocado, él tendría que venir a buscarlo otra vez. 

NOTA: Holaaaa

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NOTA: Holaaaa. Querían ver al Jaekyung sufrir, pues aquí lo tendremos, hermanas. Y Dan, empoderado, hermanas. Oigan, no puedo creerlo, hace unos días que publique la segunda parte y tenía 2k de lectores, y ahora ya somos el dobleeee. Hermanaaaasss, mil gracias, no sé que pasó, pero gracias por leer y apoyar la obra. Las amoooo <3. 

¿Se imaginan al Jaekyung con traje? Yo sí, y me enamoro jajaja. 

Dan's Secret (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora