Dan's Secret (Jinx)

Siete /Segunda Parte/

¡IMPORTANTE LEER LA NOTA FINAL! Necesito saber sus opiniones sobre algo. 

Dos días antes de su celo, Kim Dan había hablado con Gyun y Jiwon para que pudiesen cuidar de su cachorro, lo cual ellos accedieron sin problema alguno pues querían muchísimo al pequeño Byeol. Así que se encontraba arreglando la mochila de su hijo mientras el infante realizaba su tarea.

― ¿Otra vez me tengo que ir con el tío Gyun? ―preguntó Byeol.

―Sí, mi amor. Sabes que cada cierto tiempo tengo que tener un tiempo para arreglar toda la casa y que permanezca bonita―mintió Dan.

― ¿Y esta vez Jaekyung te ayudará? ―cuestionó de nuevo el pequeño.

―Ehh, sí ya que él tiene buen gusto para ordenar lugares―respondió Kim ignorando a su imaginación que había creado imágenes placenteras.

―Esta bien, papi. Aunque el tío Jiwon ronca mucho, pero el tío Gyun me da helado y dulces, por eso lo soporto―comentó Byeol con una sonrisa y Dan solo soltó una pequeña risa.

Al siguiente día, Jaekyung y Dan estaban en la puerta de sus amigos, para dejar al pequeño. La puerta se abrió revelando a Jiwon, los saludó con una sonrisa y los dejó pasar.

― ¡Tío Gyun! ―gritó el pequeño al ver al castaño bajar las escaleras.

― ¡Mocoso, ya llegaste! Te tengo preparado un helado de chocolate, dulces, frituras y muuuchas películas―dijo Gyun muy feliz mientras cargaba a Byeol.

Lo cierto era que el ojiverde siempre deseó ser padre, sin embargo, aún no podían concebir, por algún problema u otro, Jiwon omitía ese tema.

―Ya saben, usen condones, aún no queremos otro mini Jaekyung corriendo y gritando por aquí―dijo Jiwon riendo un poco.

―Cállate, Byeol te puede escuchar. Ese niño es más inteligente que tú―regañó Dan. ―Por favor, cuiden mucho a mi niño y...

―No le demos mucho dulce, que duerma temprano y nada de películas de terror. Kim, ya nos sabemos las recomendaciones, tranquilo―interrumpió Ahn y les sonrió.

Joo y Kim se despidieron no sin antes darle un gran abrazo de oso a su pequeño y un beso en su frente, prometiendo que unos días vendrían por él. Byeol sin problema se despidió y entró otra vez al hogar de la pareja. Kim Dan sabía que pasarían muchas cosas durante su celo, no iba a decirlo en voz alta, pero estaba ansioso.

Por otro lado, Jaekyung había comprado dos cajitas de condones y un lubricante, sin embargo, sabía que el último producto no lo iba a usar, ya que recordaba muy bien que Dan lubricaba bastante estando en celo.

Ambos, alfa y omega se encontraban en la cama de Kim, en el ambiente se podía apreciar la combinación de los aromas de ambos hombres. Los ojos de Dan cambiaron a un tono ámbar, ya que estaba más que excitado y deseando ser tocado por Jaekyung, en cambio, los ojos del alfa estaban de un color carmesí. Sus lobos habían deseado tanto estar en este momento, que harían que sus humanos sintieran mucho placer.

Jaekyung se encontraba sentado con la espalda recostada en el cabezal de la cama, mientras que Kim Dan estaba ahorcajadas del alfa besando su cuello y acariciando todo a su paso. Ambos, estaban solo en bóxers y la tela ya comenzaba a ser incómoda. El alfa metió su mano dentro de los calzoncillos del omega para tantear su entrada, la cual ya estaba muy húmeda, así que con cuidado y facilidad metió uno de sus dedos, logrando que Dan soltara un gemido placentero.

―Quiero montarte―expresó Dan entre jadeos.

―Te dejaré hacer lo que quieras―respondió Jaekyung.