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El manto de la noche había caído. Me acababa de despertar. Había estado tomando una siesta porque últimamente me encuentro mucho peor. Bajé las escaleras, buscando al peli-naranja, cuando lo vi a punto de salir por la puerta. Me acerqué rápidamente.

     —Kaito, ¿a dónde vas a estas horas?

     —Voy un momento a mi casa a por ropa más abrigada.

Corrí hacia él y me aferré a su cuerpo. Comencé a temblar. Tenía mucho miedo de que si Kaito salía por esa puerta, no volviera a entrar.

     —No tienes que ir a por ropa. Mi hermano puede prestarte la suya.

Aparta mis brazos con delicadeza y toma mis mejillas, me mira directamente. Sus ojos me derriten, pero siento que no tienen toda la sinceridad que tenían cuando los conocí.

     —No te preocupes, volveré enseguida.

     —¿De verdad?

     —¿Por qué iba a mentirte? —me dice, acariciando mi cabeza—. Bueno, me voy ya.

     —Regresa pronto, ¿vale?

     —Sí, sí.

Apoyé mi mano en el marco de la puerta mientras veía como su cuerpo se iba haciendo más pequeño a medida que se alejaba de mí.

Antes siempre estaba conmigo. Siempre. Pero cada vez más, se va alejando. Y cuanto más se aleja, peor me siento.

[ . . . ]

Aunque dijo que volvería pronto, habían pasado ya más de dos horas y seguía sin aparecer. Haciendo creer a Lixto que yo estaba dormida en mi habitación, cogí mi rebeca y salí de casa con sumo cuidado y silencio.

Sé que le dije a Kaito que no volvería a salir sola de esa forma, pero tenía un sentimiento muy feo dentro de mí. Algo me decía que él iba a alejarse de mí. No podía quedarme tranquila si no iba a buscarlo. Fue peligroso, sí, pero era como si una fuerza mayor me empujara a hacerlo.

Conseguí llegar cerca de la casa del peli-castaño, cuando veo a Luchia salir de esta corriendo.

     —¿Qué hacía Luchia saliendo de la casa de Kaito...?

De pronto, sentí un fuerte dolor de cabeza. Deslicé mi espalda por la pared hasta sentarme en el suelo.

¿Es posible que Kaito haya venido a su casa para poder verse con Luchia en secreto?

Lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.

Me miente... poniendo excusas de todo tipo, cuando en realidad queda en secreto con ella...

Me sentía tan mal que sentía que podía desatar una tormenta.

Cuando me empecé a sentir mejor volví a casa y me acosté en mi cama. Lixto no sospechó nada en ningún momento.

De nuevo tuve pesadillas. Creo que no he tenido un buen sueño en años.

Kaito... No me dejes... Quédate conmigo...

Kaito...

【Renacer】» Mermaid MelodyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora