❖08-𝗕𝗹𝗼𝘄𝗷𝗼𝗯!-❖

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El silencio oportuno en el lugar, la oscuridad obscena acompañada de maldiciones incoherentes, la fricción de sus cuerpos al juntarse

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El silencio oportuno en el lugar, la oscuridad obscena acompañada de maldiciones incoherentes, la fricción de sus cuerpos al juntarse. Todo era perfecto para ellos.

Su cuerpo exigía más, su mente quería profundizar todo, y sus labios querían soltar las cosas más profundas que sentía. Todo era un desastre para él, plantar sus manos en los muslos de su novio lo hacían sentir muy bien, tan bien que deseaba tenerlos en sus manos todo el día.

Sus ojos eran bendecidos por la figura fina de su pareja, expuesta con sensualidad, junto con marcas de amor que amaba hacerle. Sentía su tacto quemar, de una manera increíble y satisfactoria.

Maldijo con el ardiente tacto de su novio en su pene, tan maravilloso que podría jurar que estaba en el paraíso.

Aquino era increíble con sus movimientos y provocaciones, y le encantaba.

Subió a su regazo, provocándole, con pequeños brincos que se le hicieron adorables y atrevidos. Y atacó su cuello, para desahogar sus ganas de tomarlo y hundirlo ante el deseo de manera ruda.

Estaba perdiendo el control de sí mismo, pero no podía evitarlo. Aquino era completamente su debilidad encarnada.

—Estás jugando sucio —escuchó una risa que lo hizo murmurar—. Pensé que te gustaba jugar limpio.

—Hay excepciones, cariño —oh Dios, lo había llamado por un apodo—. Vamos, mi amor. Sé que ahora mismo estas conteniéndote para seguir con esto, pero hoy no quiero nada de eso.

—Como ordenes, Aquinito —hundió sus labios en su cuello, marcándolo como su propiedad. Como suyo.

Porque eso era, Aquino era suyo, y solo suyo.

Empuñó su cabello y jaló de él, con fuerza y satisfacción. Duxo gruñó en su cuello, ejerciendo presión con sus dientes.

—Oh, mierda… —brincó en su regazo, sintiéndose increíble con la fricción—. T-te amo, te amo Duxo.

Murmuró en respuesta, con desinterés. Pues lo que más le interesaba era hacerlo gritar su nombre hasta que no pueda.

Hasta que se canse, y maltratar su cuerpo de manera exquisita y placentera, sentir su cuerpo ardiendo mientras que con cada movimiento lo haga gritar de lo bien que se sentía.

Quería sentir sus cuerpos chocar, su interior apretar su pene con satisfacción y necesidad, con maldiciones que le encantaba. Quería sentir todo de él esa noche.

Besó sus dulces labios suaves y maltratados con brusquedad. Estrujó sus muslos y jugó con el apretado pantalón que tenía. Y que marcaba su sensual figura que lo hacía volver loco.

Hizo suaves toques por encima de la tela, suspirando en sus labios después de besarlo hasta quedarse sin oxígeno.

—Aún no es tiempo, Duxito —posó su mano en la ajena que sostenía el cierre de su pantalón, oyendo una queja—. Ahora es mi turno de satisfacerte, cariño.

❗³⁰ 𝘿𝙖𝙮𝙨 𝙤𝙛 𝙇𝙤𝙫𝙚❗ ❖୧𝘿𝙪𝙭𝙞𝙣𝙤୨❖  ❗+18❗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora