Miró su celular por quinta vez en la mañana mientras esperaba alguna presencia de Duxo, puesto a que su trabajo culminaba ya en unos minutos.
Había estado la mayor parte del día en la casa de su amigo por temas de...adaptación si se podría llamar, por alguna razón tenía la necesidad de acompañar a Duxo al menos por la mitad del día, además, salir un momento de su casa no le haría daño, ya llevaba mucho en su hogar.
Suspiro aburrido, levantándose del sofá para ir a la cocina y prepararse algo que se le antojaba, tal vez hacer el desayuno no era mala idea. Decidido abrió la nevera seleccionando todo lo que necesitaba, por suerte no tendría que ir al supermercado. Colocó los ingredientes en la cubierta colocándose un delantal de cocina que colgaba de un broche.
Batió y agregó los ingredientes dentro de un recipiente, quedando después una masa espesa que colocó en un sartén precalentada con cuidado y paciencia de no arruinar algo y tener que pagarlo. Bufó con calor en su rostro por la llamarada azul y naranja que brotaba de la estufa, limpiando su frente con un paño en seco, continuando con la labor hasta terminar la masa.
Limpió sus manos llenas de harina y gotas de masa, llevando en un pequeño plato de loza los panqueques recién hechos con tal suavidad que se veían al tope. Los colocó en la mesa del comedor esperando la presencia del chico propietario del departamento, y como si fuera magia, alguien abrió la puerta de entrada logrando ver a un azabache llegando de su trabajo, se le notaba algo cansado.
—¿Cómo te fue en el trabajo? —preguntó sonriendo a medias sentándose en el sillón cómodo de la sala.
—Si te soy sincero, fue mejor que otras veces —suspiró dejando sus cosas tiradas en una silla, ser economista no era nada fácil, aunque su trabajo era algo menos cortos que otros, igual era agotador—. Solo quiero dormir.
—¡Ey, ey! Ni se te pase por la cabeza que aceptaré de nuevo dormir contigo —reprochó mirando los ojos levemente cansados pero conservando su esencia.
—Entonces, solo déjame abrazarte —el castaño quedó perplejo viendo como en casi cuestión de segundos era aprisionado por los brazos del azabache sin ningún escape que pudiera realizar, solo se podía quedar ahí.
Reprochó entre dientes con una mueca que parecía un tierno puchero en su rostro. Se quedó quieto sin decir ni hacer nada, después de todo, también disfrutaba el contacto, no es que él era muy cariñoso ni nada por el estilo, todo lo contrario, pero recibir tal tacto con suavidad de su amigo de años era agradable, tenían mucha confianza así que no les incomodaba pasar momentos como estos.
Después de unos minutos, el castaño suspiro, ya se sentía un poco sofocado por el cariño largo que recibía.
—Por favor no me digas que te dormiste en mi hombro.
—No, solo estoy descansando mi mente, nada más, Aquinito..
—¿Puedes “descansar tu mente” en otro lado? Ya mucho cariño me demuestras, no soy tu pareja Duxo.
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❗³⁰ 𝘿𝙖𝙮𝙨 𝙤𝙛 𝙇𝙤𝙫𝙚❗ ❖୧𝘿𝙪𝙭𝙞𝙣𝙤୨❖ ❗+18❗
Fanfiction━━━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━━━ ↑𝗧𝗼𝗽: 𝗗𝘂𝘅𝗼↑ ↓𝗕𝗼𝘁𝘁𝗼𝗺: 𝗔𝗾𝘂𝗶𝗻𝗼↓ ¡𝗔𝗰𝗹𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗮𝗹 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗶𝗽𝗶𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰! ︴ ★∻∹⋰ ☆∻⋰⋰ ★∻⋰ ☆∻∹★∻⋰⋰ ☆∻∹⋰ 𝗖𝗿𝗲𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗼: 25/08/22 𝗜𝗻𝗶𝗰𝗶𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗹𝗶𝗯...