Sana's Baby

04

Dahyun y Momo

La pequeña YooHye no estaba acostumbrada a dormir únicamente con su mamá Momo, por eso, se quedó despierta varias horas esperando que su Madre Dahyun llegara del trabajo y ya pudieran dormir las tres juntas, como todas las noches. Pero unas horas más tarde Momo le atrajo a su cuerpo y comenzó a dejarle suaves y estratégicas caricias para hacerle dormir, siendo consciente de que su novia no llegaría esa noche a dormir.

Cuando su pequeña retoño finalmente se quedó en su brazo, con sus pequeños ojitos cerrados y soltando suspiros entre sueños, ella con muchas dificultades levantó a la niña para pasarla a su habitación, verificando a su vez a las otras dos que dormían en habitaciones diferentes.

Paseó por la casa nueva, las cajas que los meses anteriores ella tuvo que cargar se encontraban dispersas por todo el salón y el resto de casa. Un suspiro pesado salió de sus finos labios al llegar a la cocina, tomando una Coca Cola y un bollo de chocolate para controlar al cachorro en su vientre, que no paraba de moverse y pegarle patadas. La mayoría podía afirmar que esa combinación de alimentos haría al bebé más imperativo pero ella conocía a su cría y con eso se quedaría dormido y le daria un margen de unas cuantas horas para dormir sin sentir como hace fiesta allí dentro.

Caminó nuevamente hasta su habitación, con la lata y un platillo en sus manos, abriendo la puerta con un pie, escuchó la cerradura de la puerta principal y supo que hoy no tendría un bonito sueño.

Algo resignada se metió entre las mantas, dejando visible su comida en la mesita de noche, se acurrucó bien y esperó a que su novia entrara. Un pequeño puchero se alzó en sus labios al escuchar más claros los pasos y cuando cesaron supo que había entrado ya, tirando su saco y zapatos al suelo se fue directo al baño, caminando de puntillas como si no hubiera marchado por la casa como un militar.

Alzó su cabecita por encima de las mantas intentando ver algo más allá pero había cerrado la puerta del baño, lo que le quitaba visibilidad.

Encendió la lámpara de noche y se sentó acomodando las almohadas en su espalda, colocó el plato en sus muslos y bebió de la lata esperando a su novia.

Podía hacer muchísimo frío fuera, capaz de congelar a cualquiera que no se abrigara debidamente, pero la Omega andaba por la casa con una camisa de Dahyun y unos pantalones cortos, andaría en calzoncillos pero tiene que cuidar de dos cachorras pequeñas y no quiere que su hija mayor le vea así.

Una vez más, Dahyun asomó sus azabaches cabellos por la puerta del baño, dejando ver sus ojitos gatunos ahora decorados por unas oscuras ojeras, lo que hizo a Momo sentir un poco mal.

—¿No dormiste bien? —Cuestionó preocupada apagando la luz del baño, ahora con su pijama puesto y listo para dormir con su novia hasta tarde pues mañana era fin de semana y se podían permitir dormir hasta más tarde, si su hermosa YooHye no se levanta temprano claro.

—YooHye te estuvo esperando... —Murmuró con sus mejillas llenas, a la vez que las comisuras de sus labios se mancharon de chocolate.

—Intentaré llegar más temprano, lo siento... —Casi se lanzó a la cama, abrazando a Momo desde su regazo, disfrutando con gusto el aroma de su Omega mezclado al de la leche, a su vez dejando su aroma en el cuerpo de la menor.

La Omega solo asintió sin escucharle realmente, bebiendo una vez más de su Coca Cola, sintió a Dahyun acariciar su vientre y después alzar su camiseta para dejar suaves besitos, hacia eso todas las noches antes de dormir así que Momo esperaba que terminara para tomar su turno, dejando que la Alfa llenara su rostro de pequeños besitos.

Colocó la lata roja vacía a un lado e hizo que el mayor se moviera para acomodarse ella, y como sabía, Dahyun comenzó con besitos en las mejillas, sonriendo a lo grande por lo esponjosas que eran, continuaba con su frente, dejando varios allí, luego sus ojitos, su nariz, una vez más en sus mejillas y para finalizar, un largo beso en los labios, éste era correspondido con mucha necesidad por la menor, que se degustaba esperando más pero su bebé allí abajo le impedía eso.

—Mh... —Sus ojitos iluminados se concertaron con los de Dahyun, que sonrió como boba envolviendo a la Omega en sus brazos, ahora los besos los daba en la cabecita azabache de su novia.

—Te amo mucho, mucho... —Susurró siendo vencida por el sueño y cansancio que recorría su cuerpo, cerrando lentamente sus ojitos y sintiendo a la menor olfatear su cuello, pasando sus manitas por su pecho para tomar su camiseta y mantenerlo apresado por el resto de la noche.

—Yo también te amo, Dahyun... —Suspiró acurrucándose en su pecho para poder dormir, pudo escuchar a Dahyun suspirar y pudo entender el porqué, parpadeando unas cuantas veces para relajarse, últimamente no encontraba muchos motivos para estar feliz por así decirlo, tenía a sus hijas y ellas le daban gran parte de su día a día.

Pero reconocía que su embarazo era el causante de su sensibilidad y llorar por todo era lo común en esos meses, pero ese no era el caso exactamente.

Ella y Dahyun se van a separar cuando nazca su bebé.

Es algo que Momo intenta asimilar todos los días desde que lo decidió, ella lo propuso pues no quiere seguir al lado de Dahyun, no es por falta de amor por su parte, cada una de sus células ama con locura a la pelinegra, aunque sea exagerado acepta que es así, no puede dejar de amar así como así a alguien que le ayudó en sus peores momentos y que bueno, le dio también unos momentos detestables.

Por posibles problemas, discusiones, peleas y entre otras cosas malas, quería evitar todo ello por el bien de sus niñas.

Así que básicamente lo que hacen ahora es teatro.

Fingir que se aman frente a sus hijas, hacer que son una pareja perfecta cuando en realidad están hechos pedazos.

Y cuando duermen se abrazan, se dicen cosas y se dan cariño... ¿porqué? Porque sí, ambas se aman pero no tienen una buena estructura para mantener la relación estable, los problemas llegan y ellas no son capaces de resolverlos juntas y lo que se puede resolver en nada, ellas hacen uno más grande.

Por el momento esos ratitos dónde se dan amor quedarán para el bien de su futuro cachorro. Porque por más que Momo desee que eso dure aún después del embarazo, tiene muy presente que no será así.