Capítulo 3: Regresa un Dios.

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¿Qué onda? Carnavalitos tenemos el siguiente capítulo de esta historia, así que sin más ¡comenzamos!

Leyenda:

-blah, blah, blah- personaje hablando.

-blah, blah, blah- personaje pensando.

-blah, blah, blah- biju o entidad sobrenatural hablando.

-blah, blah, blah- biju o entidad sobrenatural hablando.

-Katon: ¡jutsu gran bola de fuego! o ¡Marioneta cósmica!- técnica o jutsu.

Disclaimer: los personajes pertenecen a Masami Kurumada y Masashi Kishimoto, solo soy dueño de la historia, tampoco lo hago con fines de lucro. Únicamente con fines de entretener.

Después del incidente Hyuga, Naruto se mantuvo lejos de la Aldea por motivos de seguridad, han pasado ya 6 años de ese evento y las cosas cambiaros en el Rubio Dios.

En un camino que se dirige hacía Konoha, se puede observar un chico rubio, su cabello frondoso hasta la altura de la espalda media, ojos azules que daban la sensación de inquietud, pues si se ven de cerca parecieran el fondo de un lago, lo más llamativo eran las marcas de bigotes en sus mejillas más finas. Iba vestido con un traje de entrenamiento griego, el cual consistía en una camisa de algodón azul celeste hasta la mitad del muslo, pantalón negro, sobre la camisa y el pantalón tenía cinturón, unos zapatos color café que se ajustan con una tiras de correa alrededor de las piernas y por debajo de las rodillas. Y un par de rodilleras. Llevaba una mochila de viaje color negro sobre sus espaldas.

Este joven es Naruto Uzumaki, conocido como la reencarnacion del Dios del Inframundo Hades.

-Regresar a la aldea después de tanto tiempo- fue su pensamiento que hizo que su huésped, amigo y maestro le respondiera.

-Tienes razón Kit, pero siento que vienes más por ella o ¿no?- el comentario del zorro hizo al Dios sonrojarse levemente, pues desde el incidente que no la veía.

Su camino era ameno hasta que llegó a las puertas de la aldea, solo para encontrar una escena bizarra. Los que se suponen son los guardias de la entrada estaban dormidos, uno de los guardias en una silla estaba roncando, con un hilillo de saliva que salía por las comisuras de los labios, el otro igual que su compañero, solo que decía cosas raras y con una sonrisa de estúpido marcado en su rostro.

Tan extraña escena tuvo una reacción en Naruto y Kumara, a ambos les salió una gota estilo anime en la nuca.

-¿No sé cómo con este par de idiotas no han invadido la Aldea?- fue el pensamiento del Zorro tuvo referente a los guardias.

-Es uno de los misterios que, ni siquiera siendo un Dios no he logrado descifrar- sin más fue al libro de registros y lo lleno de acuerdo a lo que pedía, posteriormente comenzó a seguir su camino hacia la torre Hokage.

Durante su trayecto las personas que lo veía pasar tenían diferentes pensamientos, las mujeres, sobre todo las más jóvenes, lo veían como un galán y, más cuando veían esos ojos, quedaban hechizadas. Más de una tenía pensamientos pervertidos, y una que otra ya quería violarlo. Por otro lado los hombres se sentían desplazados y celosos por captar la atención femenina, pensando que solo era un presumido.

No obstante dejo de lado las miradas y murmullo, siguió su camino hasta que alcanzo su objetivo, la torre del Hokage, al ingresar se dirigió hacia el despacho del Hokage, en el cual había un escritorio donde la asistente del Hokage lo veía con un sonrojo en su rostro por lo atractivo.

Renace un Amor OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora