Capítulo 1: la verdad y la partida

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¡Qué onda! a todos los que siguen mi historia, espero que les haya gustado el prólogo, una disculpa por mis horrores ortográficos, pero hacerlo en la madrugada es cansado, a parte realizar un informe psicológico es pesado, sobretodo en mi país que estamos pasando los terremotos y estoy tratando a personas con estrés postraumático, sin más ¡Comenzamos!

Leyenda:

-blah, blah, blah- personaje hablando.

-blah, blah, blah- personaje pensando.

-blah, blah, blah- biju, dios o entidad sobrenatural hablando.

-blah, blah, blah- biju, dios o entidad sobrenatural hablando.

-Katon: ¡jutsu gran bola de fuego! o ¡Marioneta cósmica!- técnica o jutsu.

Disclaimer: los personajes pertenecen a Masami Kurumada y Masashi Kishimoto, solo soy dueño de la historia, tampoco lo hago con fines de lucro. Únicamente con fines de entretener.

Han pasado cerca de 6 años desde el ataque del Kyubi a la Aldea, las cosas iban poco a poco reconstruyéndose. Los aldeanos enterraron a sus caídos, la economía estaba en decadencia, no había ninjas que realizaran misiones, pues casi una cuarta parte murió por el ataque del Biju.

Héroes como Minato Namikase, se sacrificaron para detener a la bestia, la cual era controlada por un enmascarado que se autodenominaba "Madara Uchiha". Aun así la aldea salía poco a poco de su depresión.

Hoy es 10 de octubre, un día especial, ya que se conmemora la derrota de Kyubi no Yoko a manos de su héroe, el Yondaime Hokage Minato Namikase, además de la honra de los caídos ese día, por lo que se realiza cada año un festival, amenizado siempre por el Sandaime Hokage Hiruzen.

Sin embargo, no todo era alegría y felicidad, ya que para un niño de 6 años era diferente. Ya que hoy es su cumpleaños, pero en lugar se ser felicidad, regalos y pastel como cualquier otro niño, eran golpes, quemaduras, ser perseguido cada año por los aldeanos. Su pecado, haber nacido el mismo día que el ataque del Biju.

Naruto Uzumaki, un niño pelo rubio, tez algo bronceada, tiene tres marcas de bigotes en cada mejilla. Mas, lo que destacaba del niño eran esos ojos azules, los cuales si una persona se fijara bien, tenía esa mirada que tranquilizaría a cualquiera, esa mirada que es tan inquietante y que es como el fondo del lago. Pero en este momento el niño corre por su vida.

Una turba de aldeanos armados de palos, antorchas y cualquier otro elemento para dañar, acompañados de algunos shinobis que perseguían al chico. Desde que recuerda cada año siempre ha sido así; por lo tanto los aldeanos le pusieron de nombre "la caza del niño-zorro demoniaco", pues corrió el rumor que Naruto era el propio Kyubi. Su ropa ya había sido rota por los constantes jaloneos de los aldeanos, presentaba golpes en su rostro, cortaduras en sus manos, debido a que tenía que defenderse de las armas que arrojaban los Shinobis.

-¡Déjenme en paz! ¿Qué les he hecho?- pregunto el niño con lágrimas en los ojos, pues el cansancio y el dolor eran ya perceptibles.

-Haber nacido ¡maldito Demonio!- dijo un aldeano que tenía un cuchillo empuñando en la mano derecha.

-¡Tu matarte a mi bebé!- grito una mujer, la cual sostenía un palo.

Naruto corrió hasta que dobló en una equina de la calle, mas, encontró ser un callejón sin salida. Un shinobi se acercó con una sonrisa demencial en su rostro.

-¡ahora si maldito demonio! Vamos a terminar lo que el Yondaime inició- dijo para posteriormente trazar uno sellos manuales rapidos.

-Katon: ¡Justu gran bola de fuego!- dijo y exhalo una enorme bola de fuego que se dirigía a Naruto. El niño cerró los ojos esperando lo inevitable, sin embargo no ocurría nada; por lo que decidió abrir los ojos.

Renace un Amor OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora