Capítulo III

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Charlotte siguió contándole todo, cómo había llegado, lo que había pasado con su madre (que a Elijah no le gustó mucho que su madre le hiciera daño a la chica), y cómo había conocido a Kol

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Charlotte siguió contándole todo, cómo había llegado, lo que había pasado con su madre (que a Elijah no le gustó mucho que su madre le hiciera daño a la chica), y cómo había conocido a Kol.

—Entonces, eres de otro mundo y sabes todo sobre nosotros. —Asimiló Elijah.

—Ajá. —Ella asintió. Charlotte miró a Elijah para sonreír ligeramente. —No me crees.

—Nunca había visto un caso como el tuyo. —admitió.

—Dentro de... —Miró su reloj. —diez segundos aproximadamente, Damon y Kol caerán por el balcón frente a nosotros, y Damon le romperá el cuello. —Aseguró la chica.

Tal y como prometió, ambos vampiros cayeron y el Salvatore mayor le rompió el cuello a Kol. Elijah se levantó rápidamente, aún mirando a la chica. Stefan y Elena aparecieron por la gran puerta.

—Damon —Llamó el pequeño Salvatore —¿Estás loco?

Segundos después, todos los Mikaelson restantes salieron por la puerta asesinando al vampiro con la mirada.

Damon, le dió una rápida mirada a la pelinegra, aún parada al lado de Elijah, antes de salir con su velocidad vampírica.

Elena miró confundida a Charlotte, pues no sabía quién era esa chica y por qué Damon la había mirado.

—Charlotte —Elijah la llamó. —¿Tienes donde quedarte?

A la pelinegra le daba pena decir que no, nunca le gustó este tipo de situaciones pues sentía que era una carga para las otras personas.

Antes de que pudiera contestar, un perro negro salió de la casa, saltando el cuerpo temporalmente muerto de Kol, haciendose camino hacia su dueña.

—¡Aramis! —Ella gritó feliz agachándose para abrazar al animal.

Charlotte tenía una conexión increíble con los animales. Muchos decían que era magia, que era imposible como ella se comunicaba con ellos.

—Entonces, ¿te quedas con nosotros? —Volvió a preguntar.

—Yo... puedo irme a un hotel. No quiero ser ninguna molestia.

—De eso nada, amor. —El híbrido intervino en la conversación. No quería que ella se fuera. Quería hablar con ella, no había tenido oportunidad con sus hermanos robando la atención de la chica.

Una vez dentro, Elijah y Fin fueron llamados por Esther. Rebekah, mientras tanto, acompañó a la pelinegra a la biblioteca y estuvieron hablando. La rubia estaba contenta de por fin tener a alguien que la comprendiera de verdad.

Klaus entró justo después de haber dejado el cuerpo de Kol en un sofá.

—Entonces, mañana vamos a dar una vuelta, te enseñaré Mystic Falls. —Aseguró la rubia alegre.

Charlotte asintió entusiasmada. Rebekah Mikaelson era uno de sus personajes favoritos de la serie y le hacía ilusión ser su amiga. Esperaba que ella no fuera como sus antiguas amigas. Por un momento, se olvidó completamente del problema que tenía.

—Madre está enfadada con nosotros. —Aseguró Elijah.

Justo entonces, Charlotte recordó.

—¡Vuestra madre! —Todos los Mikaelson la miraron confundidos. —¡Se me había olvidado!

—¿Qué pasa, amor? —Klaus preguntó.

—Os ha unido. Y ella va a... en fin, ya sabéis... mataros.

Miró como todas sus caras pasaban de tranquilos a furiosos en cuestión de segundos.

—¿Cómo sabes eso, Elskan?—Elijah era el más tranquilo.

—Para eso me trajo. Necesitaba mi sangre así qué me arrastró desde mi mundo.

Aramis ladró triste. Charlotte sabía que él también extrañaba su mundo.

—Era de ella de quién huías cuando nos chocamos. —Dijo Kol entrando a la sala y sentándose cerca de ella.

—Sí, bueno, salió volando contra la pared por algo que no sé cómo hice. Y luego me caí al suelo porque me choqué contigo. Por cierto, eres como un muro andante.

Kol sonrió por el "cumplido" de la chica. Charlotte se acomodó más cerca de Kol una vez que él ya se había sentado en el gran sillón. Aramis rápidamente se acomodó a su lado, robándole el sitio a Niklaus que planeaba sentarse al lado de su compañera. El híbrido miró mal al animal antes de resignarse y sentarse en otro sillón más apartado de ella. Elijah, por otro lado, pensaba en lo que su compañera le había dicho.



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