Hoy era 20 de diciembre, es decir, el último día de clase antes de las vacaciones de navidad.
Estaba emocionada y a la vez nerviosa. Sabía que me había ido bien ese trimestre. Me puse un jersey apretado blanco de mangas largas con una camiseta de manga corta por encima. Además un pantalón negro roto y mis Dr Martens. Para completar me puse un colgante de plata que me había regalado mi madre hace años.
-¿Cuánto te queda?-Dijo mi madre impaciente.
-Ya estoy lista.
-Vamos.
Entré en el coche y llegué allí en menos de 3 minutos. Al primero que divisé fue a Ethan con la camisa blanca que se había comprado. Sonreí.
-Nos vemos en casa. Te quiero.- Le dije mientras cogía mis cosas y salía.
-¡Chao!
Al bajar pensé en darle un susto al chico pero puede que me odiase toda su vida y sinceramente, no quería eso.
-¡Hola Ethan!-Saludé.
-Hola, estás muy animada, ¿no?
-Claro, podré estar un poco de tiempo sin tener que aguantar a nuestra profesora de solfeo.
-Pero tampoco me verás a mí, zanahoria-Dijo haciendo un puchero.
Entrecerré los ojos animada.
-Vamos a quedar igualmente- Contesté.
Sonrió y me frotó la cabeza con su mano.
-A ver si en estás navidades creces un poco más.
-Que gracioso eres.
-Lo sé.
-Que raro, tu siendo sarcástico-Curvé los ojos.
-¿Que te esperabas?- Dijo riendo-.Venga, entra.
Entramos a la clase.
"Hazel, ¡me encanta tu pelo!", "Pienso lo mismo, te queda super bien", "¿Te lo teñiste tú?" fue alguna de las frases que escuché. Miré a Ethan.
-¿Ves?, no me queda mal.
-Nadie dijo que te quedase mal, zanahoria- Susurró.
Su susurró produjo una pequeña electricidad en mí.
La profesora de solfeo entró y empezó a decirnos las notas. Estaba preocupada ya que el último examen me había salido pésimo.
-Hazel Murphy, tienes un 8.
Asentí y orgullosa con mi nota, miré al chico sacando la lengua.
-Ethan Wilson, tienes un 8.
Abrió la boca y me miró sorprendido. Sonreí.
Fueron dándonos a todos las notas, igual que con nuestro tutor, que saqué un 10 en su materia.
-¡SAQUÉ UN DIEZ!
-Yo también Murphy.
-Callate, tu trabajas con él.
Se rió.
-Ven conmigo.
-¿Y si no quiero?-Contesté.
-Pues no vengas, pero que yo sepa, no tienes muchos amigos aquí.
-Vale Ethan, cállate.
Le seguí sin saber a dónde íbamos. Realmente, en lo que llevo de curso, nunca había salido más de ir a mi clase y al recreo.
-¿Que esto?
Dijo al ver un aula que no había visto en mi vida.
-La clase de guitarra eléctrica.
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Mi primer amor
Teen FictionMucha gente a tenido su primer amor lleno de ilusiones. Menos ella. Hazel empieza su primer año en Estados Unidos para cumplir su sueño, tocar la batería. Allí , conoce a Ethan Wilson, alumno de la escuela, que pone su vida patas arriba. ¿Será su p...