una historia triste

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En algún momento de mi vida cuando era niña me llegue a imaginar con un vestido blanco y grande o al menos con una diadema muy brillante,  yo entrando a una iglesia o una sala llena de personas que vinieron a ver cómo daba un gran paso en mi vida.

Mientras me moría de nervios mi papá y mi abuelo me miraban con amor y cierto orgullo luciendo un traje de hecho a su medida, el cual me hizo darme cuenta de lo estaba apunto de pasar. Ambos me abrazaron fuertemente mientras yo intentaba no llorar de alegría.

Juntos salimos de la habitación asta la entrada de lo que podía llegar a ser la nueva etapa de mi vida, mientras de fondo suena una melodía muy familiar que había escuchado varias veces antes; asta que llegó el momento y los dos me comenzaron a guiar dentro de aquel altar lentamente asta estar enfrente de el.

Mientras el tiempo se detenía y los latidos de mi corazón eran lo único que escuchaba veía al la persona con la que pasaría el resto de mis días por toda mi vida. Mis dos padres se sentaron con mis mamás en la primera fila y logré mirar por un segundo toda mi vida mientras los veía a todos aunque pocos para mí eran todo lo que necesitaba .

Entonces llegó el momento de mirarlo y no pude evitar sonreír de la manera más feliz e sincera el enfrente de mi con un traje de vestir negro o azul, sus ojos marrones y su cabello negro.

Luego de una media hora y las palabras de el juez y nuestros votos llegaba el momento del beso, entonces el me acerco a el en un abrazo y unimos nuestras labios por un minuto sin importar lo que pasará después, mientras la gente gritaba nuestro apellido salíamos asta el carro y el conducía mientras nos alejavamos del lugar mientras el viento nos soplaba en la cara gritaba lo hicimos y ninguno de los dos dejo de reírse.

Cuando sobre imaginaba todo esto, mientras crecía jamás imaginé que llegara a pasar, entonces aquel hermoso sueño se convirtió en solo un fugaz recuerdo de algo que ya  jamás paso. me di cuenta que el amor verdadero no existe para mí ni tampoco un vestido blanco en un altar para ser más realista, la vida me dice que antes de que eso pase antes tendría que hacer un pacto con el diablo para que sucediera.

Con una sonrisa triste y un gran futuro solo mente me despido lentamente de aquél sueño imaginado por aquella niña que soñaba con ser princesa.

Nota: plis sigan leyendo mis poemas y pequeñas historias. Muchas gracias

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