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Koga

Había llegado al lugar, muchos de los mercenarios y trabajadores me saludaban, yo seguí mi camino seguido por Ginta y Hakakku quienes miraban a todos lados algo incómodos

- Dejen de perder el tiempo y dense prisa

- Es lo que hacemos, pero eres demasiado rápido - objeto Ginta y lo mire ceñudo

- No te enojes Jefe, nos apresuraremos - mire adelante y justamente ayame se encontraba bajando las escaleras, al verme sonrió de lado y se irgio haciendo resaltar su nada natural cuerpo, no había cambiado nada o esperen, se había teñido el cabello de nuevo de negro, tenía el extraño fetiche de querer parecerse a mi

- Koga cariño, asta que te dignas a verme - dijo haciendo una sonrisa y mostrando sus perfectos dientes blancos, trate de morderme la lengua para no soltar algún insulto, no quería otro sermon por parte de mi padre, uno por día era más que suficiente

- No e venido para verte, solo vine a dejar un recado y me largo - la corte y ella me miró indignada, sin embargo camino hacia mi y se colgó de mi brazo

- No seas tan malo koga, después de todo aun sigue pensando se lo de nuestra unió - la aparte con algo de delicadeza

- No hay nada que discutír sobre algo que ya esta zanjado y no te acerques tanto - me cruce de brazos pero ella siguió acercándose a mi - mi padre quiere que sepas que no debes de darles ni un gramo a los rusos asta que te entrengue las armas y el contrato de paz de este año - aparte su mano de mi cabello y ella me miró ceñuda

- Ya lo se, lo tengo bien presente - tiro de su mano para que la soltara y eso hice - no soy idiota, se cual es mi trabajo por que no le dices a tu padre que tengo todo bajo control

- Dice lo tu, yo no soy tu recadero - gire sobre mis talones y comencé a caminar seguido por Ginta y Hakakku - por cierto tienes ojeras deberías de dormir más y dejarle el trabajo a alguien más capaz - escuche su bufido y salí de aquel lugar con grandes zancadas

Me subí a la motocicleta y me coloque el casco, escuche el rugido del motor y hizo qué todas mis preocupaciones se fueran

- ¿Koga a donde vas? - dijo Ginta y se paro frente a mi con los brazos extendidos - tu padre nos dijo que una vez terminaras de hablar regresaras a casa

- ¿Por que tengo que decírtelo? - dije disgustado - o ya se, quieres ir corriendo a decírselo, Ginta ten muy presente que no trabajas como espía de mi padre, trabajas para mi como ayudante después de todo el vejete me dejo a su cargo - vi como se encojia

- Jefe no quisimos hacer eso, pero ya sabe que el líder nos tiene con usted para cuidarlo, solo hicimos parte de nuestro trabajo

- Pues dejen de hacer eso, estoy arto de que mi padre tenga que saber que hago y que dejó de hacer, no necesito una niñera tengo 20 años - solté malhumorado, al ver las expresiones de Ginta y Hakakku me sentí algo mal, es como si me reflejará en ellos y viera que yo un día cometí errores iguales, apreté los dientes y arranque mi motocicleta saliendo a toda velocidad de ese lugar

(....)

No se acuantos kilómetro por hora iba, sin embargo no era lo suficiente rápido para que mis recuerdos se fueran de mi mete, tenía que acelerar más y así lo hice

Estaba llegando a las calles concurridas de la ciudad pero por lo visto no había ni autos ni personas, como esta pasando por una pequeña interseccion no había razón para bajar la velocidad, estaba apuntó de salir de la interseccion cuando alguien salió de la esquina, solo tuve tiempo para oprimir el clapson y tratar de frenar

Cuando volteo a verme la reconocí, era la chica de esta mañana su mirada de sorpresa y miedo y no era para menos, qué un loco con motocicleta conducirá asi de rápido no se veía todos los días, vi como se lanzaba al otro lado de la acera.

Solo escuche las ruedas de los neumáticos chillar, si ella no se hubiera lanzado a un lado la podría a ver matado, coloque el seguro de la motocicleta y me quite el casco dejándolo sobre mi asiento. Corrí hacia ella para ver como estaba y solo escuche que soltaba quejas, estaba boca abajo y trataba de incorporarse, me arrodillé junto a ella

- Maldito loco, desquiciado - volteo a verme y su cara de enfado se convirtió lentamente en una de perplejidad, pude notar el raspón qué se había hecho en la mejilla - ¿Koga?

- Si, lo siento, saliste de la nada y no te alcance a ver, ¿estas bien? - ella iba a decir algo cuando soltó un improperio y toco su brazo

- No lo estoy, creo que me doble la muñeca y tengo el brazo mallugado - me volteo a ver y por un momento nuestras miradas se conectaron, me levante rápido del suelo y mire mi motocicleta, no podía llevarla ahí, gire a verla y me sorprendió como trataba de ponerse de pie

- Dejame ayudarte - toque su brazo pero lo retire rápidamente cuando escuche un quejido - perdón

- Creo que me e rotó el brazo - decía con una mueca en la cara - mejor llama una ambulancia y vete de aquí, no quiero meterte en problemas

- No puedo hacer eso, asumiré la responsabilidad por haberte lastimado - dije con firmeza, me acerque a ella y la cargue en brazos - disculpame un momento, te llevaré al hospital no queda tan lejos de aquí

- Oye - chillo sorprendida, me miró alzando una ceja, solo me límite a acentir y paso su brazo bueno por mi cuello - Gracias

- Es lo menos que puedo hacer después de lo que hice, en serio lo siento - ella solo negó con la cabeza

- Tranquilo, tengo una muy mala suerte, además de que no vi a los lados antes de pasar así que en parte fue mi culpa - hizo un puchero

Luna MenguanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora