SayuriEstaba en el campo de entrenamiento, qué en realidad era el campo de fútbol americano, te preguntaras ¿Qué haces ahí?. Buena pregunta, estoy aquí para ver el entrenamiento de Koga ya qué me invito a ver lo, le dije que tenia una fascinación por los deportes lo que en parte era cierto y también mentira, toda chica sabe que los chicos lindos juegan algún deporte nunca perdería esa oportunidad de verlos, soy una mujer que tiene claro lo que quiere
- Ginta, ¿Conoces a Kagome? - vi como se sobresalto y miro a Hakakku - ¿Qué pasa?
- Uhm, bueno si la conocemos - se veía incómodo al decirlo, al parecer sabían la historia entre koga y kagome, sin embargo yo no estaba aquí para interrogarlo solo quería saciar un poco mi curiosidad
- Ya, imagino que a Koga le gustaba mucho por la forma en que la miro el otro día - dije y mire al frente donde koga había empezado a prácticar, la forma en que jugaban me hacia ver que eran chicos muy fuertes
- Pero eso forma parte del paso del Jefe, Sayuri así que no debes preocuparte por ello - de pronto ambos estaban frente a mi - Koga es un hombre diferente en este momento, la señorita Kagome fue una de las personas que le gustaba pero eso ya lo olvido
- Si Sayuri, Hakakku tiene razón, el jefe esta planeando nuevas metas
- Exacto - ver los tan imperactivos hizo qué soltara una carcajada
- Vale chicos, tranquilos, lo captó - vi como ambos se sentaban a cada uno de mis lados
- ¿Pero por que preguntas por ello Sayuri? - solo alce los hombros y seguí mirando a Koga quien traía el balón y hasta a centímetros de llegar al otro lado
- Curiosidad - dije despreocupada mente, pero algo en mi interior no estaba de acuerdo con ello
- Mm, ¿Pero usted no está interesada en el? - esa pregunta me tomo un poco desprevenida
- Eso.... No me lo había planteado - toque mis labios, asta donde estaba consciente me gustaba su apariencia, sus hombros anchos y su cintura delgada qué daban un aire muy varonil y fornido, su cabello negro brillante y sus hermosos ojos azules como lagunas qué hacían qué sus facciones resaltaran y lo hacían ver adorable, su sonrisa era linda y brillante, incluso sus demás expresiones faciales eran hermosas.
Pare de golpe al darme cuenta que ya no veía a koga solo como un amigo, yo gustaba de Koga, no podía ser, como era posible que mis pensamientos cambiaran tan rápido. Pude notar como mi corazón le decía a mi cerebro, asta que te das cuenta, no pude evitar sentirme avergonzada, ¿era tan tonta para no darme cuenta de mis sentimiento?
- Sayuri - escuche la voz de Ginta y lo volte a mirar un poco exaltada
- ¿Qué pasa?
- ¿Te encuentras bien?, estas algo roja - me toque las mejillas y las sentí calientes, me sople con la mano y asentí
- Si, es solo el calor de la tarde
- De ser así, podemos movernos un poco más arriba para que te llegue más el aire, no queremos que te desmayes y koga nos culpe por no cuidarte - eso solo hizo qué me sintiera avergonzada, tal vez me gustaba koga por que cuidaba de mi y debo abmitir qué me gustaba su atención y la forma en que siempre se preocupaba por mi, pero eso no quería decir que el también gustara de mi
- Estoy bien - pronuncia con algo de neutralidad, podría ser que no quería darme cuenta de lo que sentía por que sabía que koga no me veía de otra manera más que como una buena amiga y eso dolía
- Tal vez es por lo que dijimos de los sentimientos del Jefe, ¿Te sientes mal por ello?
- No debimos mencionar nada, Koga no estara contento si sabe que dijimos algo imprudente
- Lo se, la última vez no nos salvamos
- Estén tranquilos no es por eso, y tampoco mencionarle nada a Koga - dije despacio y ellos solo se limitaron a asentir
Mirábamos el partidos, qué más bien era un entrenamiento, se habían colocado de nuevo en dos líneas, qué consistían en el equipo de Koga y el equipo contrario, realmente no conocía a nada a más de ahí salvo a Koga. Escuche el silvataso qué daba inicio al juego pero algo paso, Koga se había alvalanzado sobre un chico del otro equipo, dirán que es algo normal en ese tipo de juego pero no era así, por que lo inmolizo en el piso y le quito el casco para luego golpearlo, me pare de golpe y acompañada por Ginta y Hakakku fuimos asta Koga
- Oigan señoritas dejen sus tonterías, Bankotsu sujeta a Koga - escuche la vos del entrenador, un chico se acercó asta koga y lo tomo por debajo de las axilas para empezarlo a separar, por su parte Koga no dejaba de revolverse, llegué junto a ellos, me quedé unos pasos atrás mientras Ginta y Hakakku lo trataban de tranquilizar. No me había quedado atras por como se comportaba Koga si no por la persona a la cual había golpeado Koga, ese chico era el que me había llevado a rastras a una de las habitación en la fiesta, sentí como mi corazón se aceleraba
- Maldita sea, suelten me, le romperé la cara a ese bastardo - escuchaba la voz llena de odio de Koga. Por mi parte aun seguía en shock, me sobre salte al sentir una mano en mi hombro, gire y vi a un chico de ojos negros y cabellos azules qué tenía el pelo sujeto en una trenza larga
- Te vez pálida, debiste sorprenderte por la actitud de Koga, no te preocupes estara bien, ¿por que no vas a sentarte y rejarte? - menciono el con una sonrisa que no tenía nada de amable, arugue el ceño, podía sentir sus vibras disgustadas
- Yo no.. - vi como Koga de puso frente a mi
- ¿Qué estás haciendo Bankotsu? - por su tono podía notar la molestia en su voz
- Nada, solo le estaba sujiriendo algo a la chica, después de todo verte actuar como un Lobo la hizo sorprenderse - Koga se tenso pero volvió a recomponerse
- Pues no deberías estar dándole "consejo", lo que deberías hacer es ir a hablar con tu hermano
- Lo haré así que no te preocupes, no necesito tener problemas con ustedes - no podía ver, sin embargo sabía que se había marchado, Koga se giro a verme y posó una mano sobre mi cabeza
- Vámonos de aquí, necesitas descansar un poco debiste sorprenderte - vi que estaba molesto todavía así que lo mejor que podía hacer era alejarlo de este lugar
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Luna Menguante
Fanfic🍀El creía que siempre sería el remplazo, qué siempre estaría segundo, qué no era necesario como pareja, qué valía más como un amigo. Decidido a no volver a ser un plato de segundo mesa, dejara de lado su corazón y se sentrará en cosas más important...