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Koga

Subí de dos en dos las escaleras, sabía que debía seguir a ese par, era bastante obvio que ellos no podían cuidar de Sayuri por su cuenta.
La mayor parte de las veces en las fraternidades los invitados siempre mezclan sus drogas con las bebidas o los alimentos, Sayuri debió a ver tomado alguno, ya le e dicho a Ginta qué no consuma nada de eso y al parecer se le olvido a esos idiotas decirle a Sayuri

Habri cada una de las puertas del segundo piso con una fuerte patada, pero ninguna de las que había abierto era la correcta, estaba empezando a deseperarme, tenía que encontrarla rápido o podría pasarle algo malo, a pesar de que la había conocido esa misma semana esa chica había ofrecido a escucharme y aun que no habíamos convivido tanto se había vuelto una de las personas a quienes tenía confianza

Solo quedaban dos puertas en el pasillo, si no la encontraba en alguna, no, no quería pensar en ello, golpe la puerta y ahí estaba ella en el colchón con su cabello exparcido en la cama y sobre ella estaba renkotsu no me sorprendía, si ginkotsu esta aquí el también tenía que estarlo, esos dos siempre andan pegados es algo bastante extraño, y no, no tengo el pensamiento cerrado

Corrí asta la cama y empuje a Renkotsu haciendo caer en el piso

- Maldito idiota, ¿Qué les estas haciendo? - me senté a un lado de la cama y tome entre mis manos el rostro de Sayuri quien tenía la vista desenfocada y tenía la cara caliente y una sonrisa boba pintaba sus labios - Tranquila estarás bien Sayuri

- Lobo entrometido, sabes no deberías entrar de esa manera a un lugar ajeno - lo mire de reojo lo suficientemente feroz para que se callara - esa chica es mía - solte una carcajada seca

- No, no lo es -coloque mi suradera sobre ella y la tome en brazos despacio - ella esta bajo mi cuidado y si veo que tu o alguno de tus hermanos le pone un dedo enzima te atare los pies y las manos y te tirale al río dentro de una bolsa con piedras - el retrocedió un paso y su sonrisa desapareció

Salí de la habitación y baje las escaleras despacio, fui por la puerta trasera y cuide qué la cabeza de Sayuri no se golpeara con nada, vi mi motocicleta pero sería una gran irresponsabilidad subirla ahí en su estado, mire a través de la calle y divisé el auto de Ginta, fui hacia allá y baje delicadamente a Sayuri recargando la en la puerta del auto, busque las llaves de mi motocicleta

Habri el auto y después abrí la puerta, coloque a Sayuri delicadamente en el haciento mientras ella murmuraba cosas inentiligibles, me quedé observándola un momento, ella seguía con su vista desenfocada y cuando me miró dibujo otra sonrisa

- Koga es lindo, jaja, ay me duele el cuerpo y se siente caliente - se recargo hacia mi lado y estuvo apuntó de salir del auto, la atrape y la coloque en el haciento de nuevo, pero ella enrosco sus brazos en mi cuello y me abrazo - aquí estoy no te pasara nada - me sorprendi un poco cuando pronunció eso, quise apartarme pero ella no cedía, me quedé en esa posición y empecé a acariciar su cabello, era ondulado y sedoso, podía pasar mis dedos y se deslizaban rápidamente

Escuche como su respiración se tranquilizó y su agarre se aflojó, la acomode despacio para no levantarla y la observe un par de minutos, tenía la cara y mejillas rosadas y sus labios estaban entre abiertos, su vestido estaba algo desaliñado y su cabello no se veía tan increíble como la primera vez, pero me alegraba de que se encontrára bien y que la haya encontrado a tiempo, acomode un mecho tras de su oreja y rose su mejilla era suave y sus pómulos eran algo marcados

En ese estado no podía llevarla a su casa, pero tampoco podía quedarse en la mía, mi madre estaba lo bastante nerviosa por lo de conseguirme una novia que ver a Sayuri hará malos entendidos. Decidí que la cuidaría un rato más por si la droga le causaba alguna síntoma, no era la primera vez que cuidaba a alguien bajo los efectos de una sustancia ilícita, tampoco era un profecional en estos casos pero sabía lo básico y podía asegurar que Sayuri estaba bien

Estuve cinco horas cuidando de ella y cuando vi que se levantó parecía más en si, así que la lleve a su casa lo cual ella aceptó algo somnolienta y volvió a dormirse en el trallecto

- Oda hemos llegado - toque ligeramente su hombro, ella parpadeo y asintió, para luego mirar al rededor

- Gracias por traerme - dijo y abrió la puerta del auto

- ¿Quieres que te ayude a llegar la puerta? - pregunte delicadamente, esta no había sido su mejor noche

- No, estoy bien, tengo la suficiente fuerza para llegar asta allá - bajo del auto y se quito mi sudadera - gracias por cuidarme, lamento a ver estado en un estado bastante malo - nege con la cabeza

- Sayuri - parece que eso la sorprendió - no es tu culpa que te allán drogado, debí a verte acompañado tal vez así por lo menos no hubieras agarrado nada de la mesa

- Tampoco fue tu culpa koga, me alegro de que estuvieras ahí, de no ser por ti - tomo una pausa y apreté el volante sabía lo que estaba pensando - ni siquiera quiero pensar en ello, te lo agradezco sinceramente - volvió a materse al auto y se acercó a mi, me quedé quieto y volvió a abrazarme solo le di unas leves palmadas en la espalada

- Estas bien - fue lo único que dije

Cuando se separó de mi tenía unas pequeñas lagrimas en los ojos, eso hizo que mi corazón se encojiera, vi como salio del auto y caminaba con paso firme asta su casa, llego a la puerta y antes de entrar por ella volteo hacia atrás y se despidió con la mano

Luna MenguanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora