Otro día más, en el que emprendía camino al parque, pero estaba resignada, no iría a esperar que Tom apareciera de nuevo, sabía que eso no pasaría.Suspire pesado, mientras tomaba asiento bajo mi árbol, recordé ese día que lo conocí y sonreí melancólica, mientras abría y releía el mismo libro, pues no había tenido ganas de conseguir otro, no tenia ganas de nada, solo de volverlo a ver.
¿Que pasará? ¿Por que no puedo dejar de pensar en él?
Me invaden unas ganas enormes de verlo y no entiendo muy bien el motivo.
Suspire, ya tenia horas allí, rendida me puse de pie para irme, caminando hacia la misma dirección por donde días atrás lo había visto irse.
Caminaba cabizbaja, mi vista clavada en mis converse sucias y desgastadas, hasta que escuché su voz.. ¿Tom? ¿Era el?Mi corazón dio un vuelco, era como si sintiera temor de mirar al frente pero a la vez una emoción enorme.
Alce la vista, ¡definitivamente era él, el chico alto de rastas estaba frente a mi!—Hey, Andy, ¿ya te vas?— por un momento se me olvidaba como respirar, ¿por que ese chico me ponía así? Y ¿por que tenía ganas de reclamarle? Se había desaparecido por muchos días, pero ¿por que le reclamaría si éramos desconocidos?
—A-ahm.. no, no me iba, yo..— su suave risa hizo que me detuviera, ¿por que rayos estaba titubeando tanto para hablar? Odiaba lo tímida que me ponía ese chico, pero es que ¡su mirada era única!
—¿Cuanto tiempo paso? ¿Una semana? -suspiro- —Pensé en venir al parque pero mi trabajo no me deja, pero sabía que hoy si te encontraría, por que es fin de semana!— exclamó sonriendo, ¡su sonrisa era adorable! Pero espera! Me estaba explicando el por que no nos habíamos vuelto a encontrar, ¿me estaba dando una explicación? ¿Acaso el también sentía las mismas ganas de volver a verme?
—Ahora entiendo.. vine al parque unas cuantas veces y nunca te vi— reí tímidamente, mientras lo miraba como si mi vida dependiera de esos ojos marrones brillantes.
—Eso es por que siempre que yo venia, tú ya te habías ido— río suave, yo jugaba con mis manos a lo que él notaba el gesto de nervios en mi y solo sonreía ladino.
Noté que no traía a Pumba consigo, así que quise preguntar.
—¿Donde está Pumba?— él chico empezó a caminar, haciéndome un suave ademán para que lo siguiera, entendí y lo seguí casi de inmediato, él, se dirigía a "mi árbol" donde tomó asiento bajo el mismo, y yo simplemente imité su acción, una vez nos sentamos él hablo.
—Lo tiene mi hermano, yo solo lo cuidaría por unas semanas por que él viajaría, pero ayer regreso— hablaba suave, mientras se quitaba la pequeña mochila que traía en sus hombros.
—¿Tú hermano es mayor que tú?— pregunté con curiosidad, todo de el me intrigaba, quería saber todo de el, pero obviamente no actuaria como una rara, lo mejor sería que todo, las preguntas y demás surgieran con naturalidad.
—Uhm, no, es algo medio raro, te explico, somos gemelos, él es un poco más maduro que yo, y más alto, pero yo soy mayor por 10 minutos— río suave y yo sonreí al escucharlo.
—¿Enserio tienes un gemelo? Eso es genial, yo siempre quise saber que se sentía tener a alguien idéntico a ti— Tom río y yo solo sonría, noté que el de rastas buscaba algo en su mochila, parecía tener algo de dificultad para encontrarlo, hasta que pareció ya tenerlo entre sus manos.
—La verdad es que es genial, aveces peleamos pero sinceramente no se que haría sin él— sonreí enternecida, ¡eso había sonado realmente lindo! Podía notar que Tom era gracioso, dulce y con empatía.
—Por cierto, te traje esto— el castaño volvió hablar, alzando un pequeño libro, mis ojos se abrieron con asombro, ¿el me estaba obsequiando un libro? ¡Dios, me estaba obsequiando algo!
—¿Es para mi?..— pregunté aún incrédula, mientras el chico asentía repetidas veces, yo lo tome suavemente y leí el título "Sucedió en Otoño" de Lisa Kleypas.
Sonreí ampliamente sintiendo el impulso de abrazar al chico, pero me limité a hacerlo ya que no quería convertir ese momento en uno incómodo para ambos o para mi.—Es de romance, pensé que te gustaría, ¿a que chica no le gusta el romance? Lo conseguí para ti en una tienda cercana a mi casa— hablo mientras yo lo miraba atenta, tenia razón, me gustaba el romance y a qué chica no le gustaba.
—Muchas gracias Tom— dije con voz suave, sonriendo mientras pasaba mi mano sobre el libro, como si este fuera lo más frágil que estuviera sosteniendo.
Y es que ¡era un regalo de él! ¡Había pensado en mi! Aunque yo fuera una total desconocida, pensó en mi y me obsequió un libro, no podía creerlo, ¿por que esto se sentía irreal?
Esa pregunta resonó en mi cabeza y sentí una sensación extraña en mi estomago, ¿mariposa? No, ¿como podría sentirme enamorada si apenas lo conocía?
Nunca me había pasado eso del amor a primera vista, pero creo que con Tom, definitivamente había pasado.. pero ¿el pensará lo mismo?—No hay de que— dijo de forma despreocupada mientras acomodaba su cabeza Justo como la otra vez, en el gran árbol, con esa característica sonrisa ladina.
Entonces quise preguntarle ¿por que me regalaba un libro? O más bien, ¿por que este? Ósea me encantaba, pero, ¿que tal si lo haya echo con una intención oculta?Mientras lo observaba respirar tranquilamente con sus ojos cerrados, pensé, "es otoño" entonces el libro tenía el título "Sucedió en otoño" ¿acaso había algo ahí? Era mucha coincidencia, aunque puede que mi mente de adolescente ingenua lo esté inventando todo, si, definitivamente eran tontas suposiciones.
Así que me volví a limitar, y suspiré, imitando su acción y recostando mi cuerpo en el tronco de aquel gran roble.Tom permaneció así un tiempo, parecía levemente cansado a mi parecer, pero a la vez estaba relajado, yo no paraba de observarlo, aprovechando que el chico no se inmutaba o eso creía.
—¿Por que me miras tanto?— pregunto con una voz ronca que me sobresalto causándome un leve estremecimiento.
Giré mi rostro rápidamente, mirando hacia el frente sin pestañear, parecía una tonta maniquí.—Ahm.. no te estaba mirando, yo solo..— el chico me interrumpió con una suave carcajada, que inundó mis oídos como una melodiosa armonía. ¿Por que me gustaba tanto esa risa?
—Tranquila, si yo fuera tu, también me quedaría viéndo— bromeó volviendo a reír suave, y esta vez lo mire, rodando los ojos.
Debía admitir que estar ahí con Tom, bajo mi árbol especial, lo hacía aún más especial de lo que ya era, aún si no decíamos casi nada, su presencia era reconfortante, su suave respiración y su rostro relajado, era mejor que estar metida en un libro todos los días. Ahora Tom era el libro que yo quería leer, era el chico del que quería saber todo, sus gustos, sus disgustos, acerca de su vida, todo en general, tenía tanta intriga.
—Tom..— murmuré llamándolo suavemente, este esbozo un suave "uhm?" A lo que yo sonreí, ¿por que eso me había causado ternura?
—¿Que edad tienes?— pregunté suavemente, este continuaba recostado con sus ojos cerrado, relajado.
—18, ¿tú cuantos tienes?— pregunto despacio, volví a tener esa sensación en mi estomago, tontas "mariposas"
—Soy un año menor— dije con voz pausada, Tom ladeo una sonrisa y abrió lentamente sus ojos, me miro.
Oh no.. ¡mi corazón estaba apunto de abandonar mi cuerpo! ¡Tenía miedo de que los fuertes latidos pudieran ser escuchados por el chico a mi lado!—Eso es genial— me sonrió, ¿por que sentía que el lo hacía a propósito? ¿Acaso sabía lo jodidamente tímida y nerviosa que me ponía?
Oh si, Tom definitivamente lo sabía.————————————————————
"Mariposas en el estómago"; es a lo que muchos llaman, "sensación de estar enamorado."
Aunque expertos han dicho que la sensación es causa o consecuencia de "una notable reducción de flujo sanguíneo al órgano."
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Trouvaille [Tom Kaulitz]
FanfictionAndy, una chica solitaria en busca de acabar con la monotonía que la rodeaba, a sus tan sólo 17 años, no conocía el amor y mucho menos tenía amistades, pero eso pronto cambiaría. Definición de "Trouvaille":Hallazgo valioso descubierto por casualida...