Trouvaille [Tom Kaulitz]

"Dependencia afectiva"

Ese mismo día me encontraba en mi cama, intentando conciliar el sueño, pero no podía, solo podía pensar en Tom y en el maravilloso día de playa que habíamos tenido, suspiraba una y otra vez recordando la risa del castaño, su mirada y su voz.

Finalmente cuando ya me disponía a obligarme a dormir, mi teléfono vibro sobre la mesita, fruncí el ceño, ¿una llamada entrante?

Levante el teléfono, "número desconocido" decía con letras mayúsculas en la pantalla.
Mis manos empezaron a sudar provocando que el teléfono se me resbalara de las manos, cayendo de golpe sobre mi cara.

—¡Auch!— murmuré sintiendo el leve dolor del golpe, mientras volvía a tomar el teléfono para contestar.

(Flashback)

—Fue un día genial, An, espero se repita— dijo Tom mientras yacíamos de pie sobre el porche de la entrada de mi casa.

—Lo mismo digo Tom, me divertí mucho, de verdad— le sonreí dulcemente mientras lo miraba a los ojos.

Tom me había traído a casa desde la playa, nos habíamos estado divirtiendo tanto que había llegado a casa a las 7:00

—Te parece si salimos mañana, digo, te irás el lunes y, pensé que podíamos ir al cine y luego a comer algo, ¿que dices, An?— me mostró esa sonrisa una vez más, y ¡esa mirada, Dios! ¡Ese castaño me volvía loca!

—Claro que si, ¡suena bien!— sonreí y Tom murmuró un suave "¡si!" A lo que yo solté una suave risita.

—Apunta tú número aquí, así puedo llamarte antes de pasar por ti— dijo con una sonrisa mientras me extendía su teléfono, en el que con gusto apunté mi número.

—Listo!— se lo di de vuelta y Tom sonrío tecleando algo en su teléfono, yo solo lo observaba.

—¿Puedo tomarte una foto? Ahm, es para ponerla a tu contacto— dijo el de rastas, mientras rascaba su nunca, ¿se había puesto nervioso acaso?

—Ahm.. si, claro— asentí nerviosa, y algo extrañada, aún así, sonreí suavemente para la foto, en la cual salí toda bronceada por el sol, y el pelo levemente húmedo, Tom sonreía en grande, mientras observaba la foto y esbozaba un suave "gracias"

Nos despedimos y fue la primera vez que reuní valor para abrazar al castaño, el cual sin dudarlo me correspondió, me quede de pie en la entrada mientras lo veía irse en su auto, alce mi mano para despedirme hasta que su auto ya no era visible, finalmente adentrándome a casa.

(Fin del flashback)

Entonces ahí recordé "le había dado mi número a Tom esa noche" ¿sería el quien me llamaba?
No dude más y conteste, con voz calmada pero a la vez con una tenue duda en ella.

/Llamada/

-¿Hola?

–An, soy yo, Tom, oye estoy afuera, ¿podrías salir un momento?

¿Que acababa de escuchar? ¿Tom afuera? ¡Tom estaba afuera!
Me levante inmediatamente de la cama, corriendo hasta mi ventana, y efectivamente ahí estaba el castaño, recostado de su GTR deportivo, el no me veía, tal vez no sabía detrás de cuál ventana se encontraba mi habitación, seguía pegado al teléfono, hasta que volví a escucharlo hablar.

/Llamada/

-¿Andy? ¿Sigues ahí?

–Ah, si, si, espera ya voy saliendo, ¿esta todo bien?

Pregunté poniendo la llamada en alta voz mientras rápidamente me colocaba una sudadera, por encima de mi blusa corta, cambiando mis short de pijama, por unos short jeans cortos, colocando unos tenis cualquieras en mis pies, los primeros que agarre.

–No lo sé, solo no quería estar en casa.

Lo escuché decir, salí de mi habitación y caminé despacio hasta la puerta, pues mi padre debía estar dormido al igual que mi hermano, llegue hasta la puerta, saliendo con éxito, observé al castaño mirarme desde su auto, mientras por inercia ambos separábamos casi al mismo tiempo los teléfonos de nuestros oídos.

Camine lentamente hasta el, el castaño me sonrió, pero era una sonrisa diferente, Tom parecía.. parecía desanimado y algo triste.

—Tom..¿que pasa?— me acerque más a él de rastas, mientras lo miraba atenta, sus ojos tenían ese tenue brillo, pero su expresión seguía siendo apagada.

—Andy, no quiero que te vayas, no se si pueda lidiar con dos semanas solo aquí.. yo..— Suspiro, parecía no saber que decir después de eso, parecía confundido y a la vez seguro, no podía entenderlo, pero ¿Tom dijo que no quería que me fuera?

—Tom..— me interrumpió, mientras se acercaba y tomaba mis manos entre las suyas, sus manos estaban heladas, y su aliento olía como si hubiese estado fumando.

—Andy, ven conmigo, te traeré de vuelta, solo será una hora..— me miro con esos ojos, mientras acariciaba mis manos, ¿acaso estaba loco? ¿A donde me llevaría? ¿Que tal si pasaba cualquier cosa y no llegara a casa esa noche? ¡Papá me mataría!

Pero Tom me miro con esos ojos, esos hermosos ojos ¡Dios, no tenia de otra, iba a aceptar!

—Está bien, vamos— le sonreí dulcemente mientras me atrevía a acariciar sus manos entre las mías, Tom sonrío en grande y de un tirón me pego contra su pecho en un abrazo.

—Eres increíble— susurro, mientras yo rodeaba su cintura correspondiéndole el abrazo.

En ese momento pensé, que haría lo que sea por el, me gustaba tanto que era imposible no caer ante esos ojos y esa sonrisa, en poco tiempo Tom se había vuelto sumamente especial para mi. Pero, ¿me vería el de la misma manera? Tal vez si, pero yo estaba demasiado tonta como para notarlo en ese momento.

—Vamos— volvió a hablar el de rastas, separándose para abrirme la puerta de su auto, subí y me acomode el el asiento del copiloto, solo esperaba que Tom luego me explicara lo que pasaba.

Lo vi rodear el auto y subir a mi lado, soltó un suspiro y giró la llave, encendiendo el vehículo, pero antes de arrancar, me lazo una mirada, desde mi rostro hasta mi cintura la cual no era visible pues tenía una sudadera bastante grande, lo que sí estaba a la vista eran mis piernas, las cuales Tom no paso por alto.

Entonces el castaño empezó a acercase a mi, ¿que iba a hacer? ¡Estaba acercándose demasiado!

—Tom..— murmuré pero callé abruptamente al notar cuál era la intención del castaño de rastas.

—Listo, debes estar segura, si te pasa algo, tu padre acabaría conmigo, estoy seguro— soltó una suave risa al abrocharme el cinturón, pase de contener la respiración y soltar una sonora exaltación.

—G-gracias..— sonreí nerviosa, Tom lo noto pues sonrió ladino y negó suavemente con la cabeza, finalmente arrancando el auto rumbo a quien sabe dónde.

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"Dependencia afectiva"; es una adicción hacia otra persona, una necesidad desmesurada del otro, que conlleva a renunciar a la libertad personal, para emprender a un camino que conduce a una felicidad ilusoria.