Trouvaille [Tom Kaulitz]

¿Obsesión?

Lunes por la tarde, ni siquiera me había molestado en ir al parque, ¿por que iría si sabía que el de rastas no estaría a allí?

El había mencionado antes, que los días de semana trabajaba, así que eso significaba que solo nos veríamos los fines de semana. Así habíamos quedado, o eso supuse.

Me encontraba recostada en mi cama, boca a bajo mientras leía el libro que me había regalado Tom, mientras lo leía caía en cuenta de que la historia no se asemejaba a como conocí a Tom ni nada por el estilo, que solo había imaginado cosas. ¿Por que había pensado que por que era otoño, el libro hablaría de un encuentro semejante al mío con Tom? ¿Solo por que se llamaba "Sucedió en otoño"? "Pss" "tonterías" pensé mientras cerraba el libro de golpe.

¡No podía concentrarme!
Tampoco podía dejar de pensar en el.
Ni en lo de anoche, en como Tom me había mirado y en las palabras que dijo.

Mire su camiseta sobre el pequeño sillón en mi habitación, me puse de pie caminando hasta este y tomándolo entre mis manos, lo acerque lentamente hasta mi rostro, sintiendo el suave olor de su perfume, aún lo conservaba, sonreí.

¿Acaso estaba obsesionándome con Tom?
¡Oh, eso era seguro!

Pero no sabía que pensaba el de rastas sobre mi, no podía actuar como una tonta, Tom seguro que solo me veía como una simple niña tímida y que ni quiera podía hablar claramente.

Suspire, volviendo a dejar la camiseta perfectamente doblada sobre el sillón, mientras me acercaba a mi ventana, el sol caía y ya casi se asomaba la noche, mire la luna que era ya visible y sonreí leve, la luna me recordaba a Tom, o más bien a sus ojos, sus hermosos ojos que aveces eran marrones brillantes y otras veces se asemejaban a un tenue verde extraño, sin dudas el era un total misterio, y yo quería descifrarlo.

Quería estar lo más cerca posible de ese chico alto, de hermosa sonrisa y ojos tan llamativos.

Suspire nuevamente, había sentido mi estómago vibrar, pero oh, no habían sido "mariposas"
Tenía hambre.
Salí de mi habitación, la cena probablemente no tardaba en estar lista, papá era rápido.

—¡Hola, pa!— salude al castaño que yacía poniendo los platos a la mesa, mientras yo tomaba asiento y le sonreía.

—An, cariño, estaba apunto de llamarte, he horneado algo de pollo para la cena— me sonrío mientras me miraba con esos ojos azules.

—Que rico, ya quiero empezar a comer— papá río, mientras yo me empezaba a servir.

Lo escuché llamar a mi hermano, el cual minutos después apareció, parecia que había estado durmiendo, pues su rostro era adormilado.

Este se sentó a mi lado, mientras me revolvía el cabello a modo de saludo, yo le sonreí suavemente con mis mejillas llenas de comida.

El resto de la cena fue tranquilo, papá, Darien y yo hablábamos de cosas triviales, mientras reíamos y comíamos.
Luego como todas las noches, lave los platos, me despedí de papá, y volví a mi monótona y aburrida habitación.

Me había puesto a pensar mientras estaba recostada en mi cama, ¿por que no le había pedido su número a Tom? Tal vez por que era muy tímida y tonta para pedírselo.
Definitivamente la próxima vez reuniría el valor para pedírselo, pues en ese momento sentía ganas de saber de él, saber que estaba haciendo, o como le había ido en su trabajo.

Me estire para apagar la pequeña lámpara en mi mesita de noche, cubriéndome con las suaves sábanas y recostando mi cabeza en la suave almohada, suspire, sería una larga semana, ya quería que fuera sábado para poder ver a Tom, deseaba fuertemente verlo, escucharlo reír, mirarlo a los ojos.
¡Cuantas sensaciones me hacía sentir ese chico!

Finalmente me dispuse a dormir, cerré lentamente mis ojos, cayendo poco a poco en un profundo sueño.

Me encontraba en el parque, sentada bajo el mismo árbol de siempre, mientras en mi rostro se dibujaba una enorme sonrisa, el de rastas se acercaba hasta mi sonriendo de la misma manera, mientras se sentaba a mi lado y dejaba un suave beso en mis labios, yo rodeaba su cuello haciendo de aquel beso, uno más intenso, mientras el de rastas sonreía sobre mis labios, al separarnos del beso, Tom empezaba a alejarse de mi, ¡¿por que se alejaba?! ¡Solo se iba así sin más!
Lágrimas caían por mis mejillas, mientras le pedía que no se fuera, a la par de mi llanto, pero este solo se alejaba, sin voltear a verme, como si no me escuchara.

"Entonces desperté"

Desperté de golpe de aquel sueño, ¡o pesadilla!
Agradecí por mis adentros que solo eso había sido, un simple sueño, ¡no había sido real!

Dirigí mi vista hasta el pequeño reloj en mi mesita, 8:00, ¡era tarde! ¡Entraría tarde a clases!

Y digo "entraría" por que estudiaba desde casa, había terminado la escuela el año pasado apenas teniendo mis 16, y ahora me dedicaba a estudiar inglés y otros idiomas en línea.

El resto de la mañana me la pase estudiando, al terminar me dispuse a comer algo, a lo que salí a la cocina preparándome unos waffles con algo de café y leche, me senté en el sillón de papá y encendí la tv, poniendo cualquier cosa al azar, lunes monótono.

El tiempo paso, Papá fue el primero en llegar del trabajo, Darien llegaría más tarde. Salude al castaño como todas las tardes, con un suave "Hola papá" el cual fue contestado con una sonrisa cansada pero dulce, papá estaba agotado, podía notarlo.

—Te ves cansado pa, ¡hoy yo haré la cena! — papá sonrió enternecido, mientras se sacaba su gran chaqueta y sus botas de trabajo, y se sentaba en su tan alabado sillón.

—Eres un Ángel, cariño, gracias— dijo con voz suave, yo me acerque para dejar un suave beso en la mejilla de mi agotado padre, mientras me dirigía a la cocina después, para preparar algo de cena.

Un rato después, Darien llego, y yacíamos todos en la mesa, extrañamente estábamos en un silencio que no era de verse en nuestras cenas.
Mire a papá, el cual aclaró su garganta para finalmente acabar con el silencio.

—Hoy hablé con su madre— Darien y yo dejamos de lado la cena para prestarle atención a papá, ¿había hablado con mamá? ¡Extraño a mamá!

—¿De verdad? Y que te dijo, ¿ella vendrá a vernos?— pregunté emocionada, Darien también tenía ese brillo de emoción en sus ojos azules, pero papá negó y mi sonrisa se volvió una mueca de curiosidad y decepción a la vez, el rostro de mi hermano era semejante.

—Su madre no podrá venir, pero quiere que tu, Andy, vayas hasta allá y te quedes unos días con ella, Darien, tú no puedes, sabes que tienes que trabajar— Darien asintió con una sonrisa triste, mientras yo debía estar feliz, pero no, ¿tenía que ir hasta allá? ¿Tenía que dejar a Tom? Oh no, no quiero eso, claro que no.

—¡Pero papá, no puedo!— respondí rápidamente, papá frunció el ceño con curiosidad y me miro.

—¿Como que no puedes, Andy?— no sabía que decirle, no podía decirle simplemente que no quería irme por que me veía los fines de semana con un chico alto de rastas, totalmente desconocido, no ¡obviamente no! Tenia que resignarme y aceptar, pues aún no podía tomar decisiones por mi propia cuenta cuando quisiera.

—Ahm, quiero decir.. ¿Puedo pasar el fin de semana aquí? Podría irme el próximo lune— mire a papá con ojos de súplica, este parecía pensarlo mientras yo juntaba mis manos para verme más suplicante, ¡tenía que al menos pasarme ese fin de semana con Tom!

—Bien, entonces el lunes muy temprano te iré a dejar en casa de tu madre— asentí feliz, papá era el mejor, mire a mi hermano el cual había dejado su cena de lado y parecía desanimado, tome su mano y apreté suavemente esta, mientras le brindaba una suave y reconfortante sonrías, la cual el chico de ojos azules me devolvió.

Lave los platos junto a mi querido hermano esa noche, para luego despedirme e irme a dormir.

————————————————————

"Obsesión"; estado de la persona que tienen en mente una idea, una palabra, o una imagen fija, o permanente, y se encuentra dominado por ella.