Day 5: Confessions.

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Josuke Joestar estaba decidido.

Hoy sería el día.

Hoy le confesaría sus sentimientos a Kishibe Rohan.

Estaba determinado a hacerlo, ya no podía esperar más.

Cuando conoció al mangaka, jamás se imaginó llegar a tener esa clase de sentimientos por él, pero a lo largo de su convivencia y del peligro que supuso enfrentarse a Kira Yoshikage, los sentimientos fueron floreciendo en su interior. Se dio cuenta de que aquel mangaka egoísta y egocéntrico, en realidad tenía un sentido de la justicia muy fuerte y que se preocupaba por sus seres queridos pese a no demostrarlo con mucha facilidad.

Kishibe Rohan era un cofre de sorpresas que Josuke decidió explorar y lo que encontró en el fondo terminó por cautivarlo.

Ahora, a tres meses desde la derrota del asesino y desde que sus padres decidieran mudarse y establecerse en Morioh permanentemente, estaba determinado a declarar sus sentimientos y fue el mismo Rohan quien le ofreció la oportunidad perfecta.

— Entonces... ¿La estructura completa es un stand? — Cuestionó Kishibe Rohan tras dar una larga y analítica mirada a Super Fly.

— Así es — Asintió Josuke en respuesta.

— Interesante — Murmuró sin dejar de mirar la antena y pronto comenzó a tocar toda la estructura.

Josuke le miró con una ligera sonrisa mientras Kanedaichi Toyohiro les miraba desde el centro de su stand.

Después de que Rohan se enterara de la existencia de un stand en forma de torre de transmisión, expresó interés por explorarla, curioso al no haber escuchado de algo similar antes, por lo que Josuke decidió hablar con el usuario para pedirle su autorización para visitarle y explorarle. Kanedaichi aceptó, ya que gracias a las constantes visitas de Hazekura Mikitaka había aprendido a socializar más, así que aceptó la visita e incluso propuso que para darle más privacidad, él dormiría mientras ellos exploraban.

Josuke jamás se sintió tan agradecido como en ese momento. La visita a esa torre y la privacidad que ofrecía Kanedaichi creaban un perfecto escenario para al fin declarar sus sentimientos.

Después de llegar y dar un vistazo preliminar a la torre, Rohan naturalmente se vio interesado por subir a la sima y probar así las capacidades del stand. El mangaka observó con mucha atención todas las pertenencias del usuario y cómo se manejaba perfectamente en un espacio tan pequeño y por supuesto dibujó cada detalle que encontraba.

Josuke miró con atención cada movimiento del mangaka al mismo tiempo que intentaba controlar sus nervios, tarea para nada sencilla. Tuvo que esperar cerca de 30 minutos para que Rohan finalmente dejara de dibujar y declarara querer llegar al punto más alto de la torre.

Escalar hasta la punta habría sido difícil de no contar con el equipo de cuerdas del usuario y con la ayuda de sus stands, por lo que luego de un poco de esfuerzo finalmente pudieron instalarse.

— Cuidado, puede causar un poco de vértigo — Dijo Josuke tras ayudar al mangaka a subir halándole del brazo.

— Estoy bien — Respondió Rohan restándole importancia y acomodándose mejor en su lugar, ya que el espacio solo les permitiría sentarse. — Ciertamente es muy alto —.

— ¿Verdad? —.

— Sí... Pero la vista es asombrosa — Mencionó mirando al frente.

Josuke, quien tendía más a concentrarse en lo de abajo, recién se permitió mirar al frente, encontrándose con una vista asombrosa.

El otoño ya estaba sobre Morioh, el mes de octubre trajo consigo un cambio en el clima y en la atmosfera de la ciudad. Hacía mucho que las hojas de los árboles se tiñeron de café y comenzaron a caer, la marea comenzaba a tornarse salvaje y la gente necesitaba de abrigos y bufandas para salir de casa y el cielo empezaba a tornarse oscuro desde una hora más temprana. Sin embargo la vista que les ofrecía la torre era hermosa.

JosuHan Week 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora