Day 6: Red String of Fate.

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Los usuarios de stand se atraen entre sí.

La primera vez que Josuke escuchó a Jotaro-san hablar sobre eso, pensó en una historia que su madre solía contarle cuando era niño.

Su madre era una mujer de carácter fuerte e incluso podía ser un poco ruda, pero en el fondo era una soñadora apasionada por el romance, gustaba de historias románticas y una de sus favoritas era la leyenda del hilo rojo del destino. Cuando era niño le contaba acerca de que todas las personas nacen con un hilo de color rojo atado en su dedo meñique, el cual les conecta con su persona destinada quien tendría el otro extremo atado en el mismo dedo. El hilo era invisible e irrompible y gracias a él todos se reunirían con su alma gemela. Su madre solía decir que algún día conocería a la persona con la que estaba destinado a estar.

Josuke solo era un niño escuchando los relatos de su madre, nunca le dio tanta importancia a aquella leyenda, pero cuando Jotaro-san mencionó la conexión entre usuarios de stand, no pudo evitar comparar ambas situaciones. Le parecían bastantes similares. Por un breve instante, se preguntó si acaso la leyenda era real y si su persona destinada sería un usuario de stand.

Un par de semanas luego de escuchar sobre la atracción inevitable entre usuarios, Josuke tuvo la oportunidad de comprobar que acertó en sus suposiciones.

Josuke conoció a su persona destinada. Kishibe Rohan.

Lo supo desde la primera vez que lo vio. Una vez que su frenesí de ira al escuchar los insultos a su cabello se calmó, pudo ver entre los escombros del estudio un destello rojo, no era muy nítido, pero allí estaba. Vio el hilo que le conectaba con el sujeto que acababa de golpear.

Por supuesto luego de un primer encuentro como ese, no tenía ganas de conocer al sujeto. Tenía la leyenda muy clara en su cabeza, pero no quería pensar que su persona destinada era alguien capaz de insultar su cabello, tampoco que fuera alguien capaz de hacerles daño a sus amigos.

Entonces fingió que no había visto el hilo y decidió juzgar a Kishibe Rohan por la persona que demostraba ser y no tenerle ningún tipo de consideración especial por supuestamente ser su alma gemela. El tipo que conoció al tratarle, no le agradó para nada y reafirmó su decisión de olvidar el asunto del hilo.

Kishibe Rohan no le agradaba. No podía ser su persona destinada.

El tiempo pasó e inesperadamente ambos se vieron involucrados en un enfrentamiento con un stand enemigo que tomó como rehén al mangaka. En ese momento, mientras Rohan era tomado como rehén y él era lanzado lejos del túnel, pudo ver el hilo que les conectaba estirándose, manteniéndoles conectados pese a la distancia.

Rohan le había salvado pese a lo mal que se comportó con él. Esa acción le tomó por sorpresa, nunca se habría imaginado que decidiera salvarlo poniendo su vida en riesgo. No le gustó esa sensación. Y a pesar de que Josuke decidió ignorar el hilo rojo, se encontró a sí mismo conduciendo por toda la ciudad en motocicleta mientras pensaba en que debía salvarlo.

"No puedo dejarlo morir"

"No puedo dejar que él muera..."

Se encontró a sí mismo haciendo todo lo posible por salvarle, sintiéndose más desesperado que nunca y logró hacerlo.

Le salvó.

Derrotó a Fungami Yuya, pero a pesar de eso no se sintió tranquilo sino hasta que volvió al puente y encontró el cuerpo de Rohan en el túnel. Para ese entonces Jotaro-san se le había unido al ser previamente alertado por Koichi y estuvo a punto de levantar a Rohan para salir del túnel, pero inesperadamente su cuerpo se movió más rápido.

Josuke hizo algo que nunca se imaginó hacer: Tomó en brazos a Kishibe Rohan para salir del túnel a un lugar con mejor flujo de aire. Mientras caminaba con el mangaka en brazos, sus ojos no se podían despegar de su mano, donde el hilo permanecía atado en su dedo meñique. Simplemente no podía dejar de verle.

Ya una vez afuera lo colocó sobre el suelo con delicadeza y le ordenó a Crazy Diamond sanarle. Durante el proceso sus ojos se enfocaron en el rostro del mangaka, dándose cuenta de que no le había prestado tanta atención hasta ese momento y que quizás era por ello que no se había percatado de lo hermoso que era.

Pensar que Kishibe Rohan era hermoso parecía algo inaudito para el Josuke de esa mañana, pero el Josuke que esperaba ansiosamente porque el mangaka despertara no podía dejar de hacerlo.

Rohan abrió los ojos y cuando su verde recuperó la vida, Josuke sintió un golpe de alivio en su pecho, dándose cuenta hasta ese momento de lo angustiado y preocupado que realmente estaba. Cuando le vio incorporarse, su corazón comenzó a latir con fuerza y sintió el impulso de hablar, de decir algo que borrara todo lo anterior para así empezar de nuevo y conocerse mejor.

Sin embargo Rohan le dirigió una mirada de desagrado y le llamó entrometido para luego seguir con un discurso del porqué no le agradaba.

Sin ganas de quedarse a escuchar hasta el final, Josuke se puso de pie con toda la intensión de irse y así lo hizo, pero antes le dirigió una última mirada al hilo en el dedo del mangaka, sin saber que a partir de ese momento adquiría el hábito de revisarle siempre que se vieran para asegurarse de que se mantuviera intacto.

Ya fuese por ese hilo o por la atracción entre usuarios de stand, había conocido a Kishibe Rohan y por primera vez quería saber el porqué de ello. Por primera vez quería saber qué les deparaba el destino.

JosuHan Week 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora